tag:blogger.com,1999:blog-40953712164043761392024-02-19T04:07:13.470+01:00Libros, Caminos y DíasLecturas que nos ayudan a crecerAnnahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comBlogger57125tag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-89890078103306236142014-05-26T05:07:00.000+02:002014-05-26T22:56:01.051+02:00“PRÓLOGO A TU VIDA” (Jorge Caneda)<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhafloEMVsqj3tduy-jmwjpuwQtQSE-B7KNAzmDN4dYl-IwO42RanQEQ22P0du-vFbjFh5xR7Xl2k5lVLBgg2iWr2gGv8yekdTwGyNzEh84SMP9J6PKf_G-4LgqhbPG2jNCPanthoOMIQ8/s1600/90831734_o.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhafloEMVsqj3tduy-jmwjpuwQtQSE-B7KNAzmDN4dYl-IwO42RanQEQ22P0du-vFbjFh5xR7Xl2k5lVLBgg2iWr2gGv8yekdTwGyNzEh84SMP9J6PKf_G-4LgqhbPG2jNCPanthoOMIQ8/s1600/90831734_o.jpg" /></a></div>
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><a href="http://www.jorgecaneda.com/" target="_blank"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">VISITA LA WEB DE JORGE CANEDA</b></a></span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Capítulo 14: “Conclusiones a la Meditación”</b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Rashiel me
enseñó muchas lecciones, pero una de las más importantes que me inculcó fue la
del respeto hacia los demás. Con él aprendí a respetar creencias, a no
despreciar otras religiones, otras ideas. Si conectaba con un ser que
supervisaba mi vida, y además me sentía satisfecho, ¿qué podría discutir al que
creía en algún dios? ¿O al que no creía? ¿O al que creía en sí mismo? Todas las
posturas son aceptables.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Aprendí
también que es inútil impedir que otros dejen de creer en lo que son. Somos lo
que diseñamos con nuestras mentes. No puedo interponerme en sus ideales o
prohibirles que hagan lo que han hecho toda su vida, lo que creen que tienen
que hacer. Tal vez lo mejor de nuestro mundo sea el contraste. Quizá la
variedad lleve al equilibrio perfecto.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Rashiel fue
una bocanada de aire fresco. Luego se transformó en mi respiración y, cuando me
di cuenta de que era yo mismo, me quedé sin aliento. Comprendí que ya no tenía
ese respaldo ficticio de alguien coordinando todas y cada una de las acciones
de mi vida, que me acogía bajo su ala cuando los planes se desviaban. El
descubrimiento de la verdad fue como la palmada al recién nacido, para aprender
a respirar en el nuevo mundo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
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</script><span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
<span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Tras ese
tremendo golpe moral, me mantuve alejado de mi mundo interno durante… No
recuerdo cuánto tiempo pasó, pero el suficiente para cambiar de vida por
completo. Hoy día dedico gran parte de mi tiempo a meditar, a encontrarme a mí
mismo, es una de las actividades más sanas que puede realizar un ser humano. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">En nuestra
vida cotidiana actuamos bajo pautas predeterminadas. Actuamos por creencias
subconscientes, por costumbres. Hacemos lo que hacen los demás, lo que dicen
que está bien. Somos autómatas, ignoramos la razón de nuestro estatus, nuestro
empleo, nuestro sueldo, nuestros amigos… Pensamos que vienen sin más, que tiene
que ser así. Nuestro interior no concibe otra manera. Decimos creer en nosotros
mismos, pero alcanzamos metas que, al fin y al cabo, se basan en convicciones,
en valores inculcados por otros.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Al meditar a
diario comenzamos a comprender. Esta actividad ha cambiado mi vida de modo
radical. Ahora que he adquirido el hábito de desarrollarla, me doy cuenta de
que puedo planificar mi historia, tomar decisiones basadas en el conocimiento
interno de mí mismo, ser libre, crear abundancia y amor para todos, encontrar
el sentido a la vida y, en especial, sentirme correspondido.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">La
meditación es la llave para tomar iniciativas, conectando con el alma.
Encontrándote a ti mismo, te haces sonreír y llorar de felicidad. Persigues el
sueño que siempre has querido y, si la rutina cotidiana de la vida consciente
hace que le pierdas la pista, lo recuperarás cuando medites al día siguiente.
Forjando el camino de lo que quieres, educarás tu alma y tu subconsciente
grabará a fuego todos tus buenos deseos, porque con ellos te sentirás bien.
Rechazarás los negativos, porque tu estado natural de felicidad no los acepta.
La meditación es el camino más sencillo y rápido para alcanzar logros
personales.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFWXX-YuujuBY8AVTQAOxb7DJJZ5uPASJmAhEuiSTBRk-xhSfks81EM5_PlNsjV28v90qRsRDjE146yNtP2kn4iDqACJWUK32UYiEESczTZF-2rsvWzQecvfdqBlJDWJ3iPPAlt30TV-Q/s1600/portadaconmarco.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFWXX-YuujuBY8AVTQAOxb7DJJZ5uPASJmAhEuiSTBRk-xhSfks81EM5_PlNsjV28v90qRsRDjE146yNtP2kn4iDqACJWUK32UYiEESczTZF-2rsvWzQecvfdqBlJDWJ3iPPAlt30TV-Q/s1600/portadaconmarco.jpg" height="320" width="204" /></a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Cuando
meditas, analizas lo que deseas y ves que obtienes lo que has deseado. Si no
tienes otra vida es porque tu interior no acepta que puedas alcanzarla. Rashiel
hizo especial hincapié en que hay que cambiar las creencias, la forma de
pensar, la mentalidad. ¿Qué ocurriría si nuestra mente creyera que puede lograr
cualquier cosa? ¿Qué realidad te haría feliz? ¿Qué situación colmaría las
ansias de tu alma? De todo lo que pienses es posible que nada se cumpla,
simplemente porque no crees que se pueda cumplir. Por el contrario, si esas
ideas entran en tu cabeza, entonces entrarás en la ruta adecuada. No temas,
seguro que muchos de tus deseos ya se han hecho realidad. Has elegido lo que
has querido tener y lo que no. Eres libre para elegir qué hacer con tu vida y
cómo vivirla.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">A menudo se
habla del destino de las personas. Algunos creen que el suyo está escrito y
que, por mucho que se esfuercen, el desenlace será irremediable. Esa actitud
lleva a un estado de pasividad, pero cualquier persona puede cambiar su vida
sólo con tomar la decisión y actuar en consecuencia. Nuestra vida está marcada
por nuestra voluntad, que a su vez esconde una idea, una intuición. Muchos se
quedan en la mera intención y no dan el paso que les llevaría a realizar alguna
acción previa a la consecución del deseo. En ese paso nace la voluntad. No
somos más que nuestro deseo de ser. Cada acto que realizamos responde al deseo
interno, a la voz del alma, al subconsciente.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Con
frecuencia no sabemos mirar hacia nuestro interior. Yo tuve la suerte de
conocer a Rashiel y vivir una experiencia inolvidable que puede hacerte grande
a ti también. Cuando aprendas a mirarte y a descubrir tus verdaderos deseos, te
darás cuenta de que la vida cotidiana te aleja miles de leguas de ser tú mismo.
Las trampas se ocultan en un comentario, en una imagen, en un anuncio, en el
estilo de vida de un tercero, incluso en un recuerdo que hace aflorar el temor.
Cuántas veces hemos tenido la inquietud de realizar algo, de sentirnos felices
y, en otras tantas ocasiones, hemos escuchado la opinión de algún amigo o
familiar que, desde su honestidad, ha echado abajo tu ilusión.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">A veces
nosotros mismos, refugiados en nuestra educación tradicional o en el miedo al
qué dirán, echamos por tierra nuestras ilusiones y aspiraciones. Algunos no
llegan ni a conocer las suyas. Sin embargo, el subconsciente te habla, te
empuja, te envía ese mensaje y te infiltra ese deseo, ese instante feliz en el
que, sin saberlo, has estado a solas contigo mismo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Imagina
cuánto puedes descubrir si adquieres el hábito de meditar unos minutos todos
los días, cuánto convencimiento si te dejas llevar por tu alma, cuántos lo han
hecho, cuántos han triunfado: personajes históricos cuyos bellos proyectos
quedarán para siempre en el recuerdo, en la historia de la humanidad. Ellos
hicieron caso a su voz interior, ésa que te empuja a ilusionarte. ¿Por qué
rechazarla si, en cuanto la escuchas, te sientes feliz?</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Una de las
cosas más difíciles en la vida es saber qué quieres de ella. En verdad es
difícil, pero no tanto. Si te concedieran un puñado de deseos, ¿qué pedirías?
¿Cómo serían? Identificar lo que queremos ser no es tan engorroso. Yo lo he
conseguido gracias a la meditación diaria pero, si aún crees que eso no es para
ti, plantéate escribir cada día, cuando estés a solas, qué te gustaría ser en
la vida. Escribe lo primero que te venga a la cabeza. Escribe, escribe y
escribe. No pienses ni memorices. Escribe y graba tus deseos en un papel,
guardándolo donde sólo tú tengas acceso. No lo compartas. Olvídate de él. A la
semana siguiente, escribe una vez más qué te gustaría ser o hacer. Hazlo
durante varias semanas. Recoge tus papeles y comprobarás que los deseos que más
se repitan son lo que quieres realizar, al menos en ese momento. ¿A qué
esperas?</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Cuando uno
se habitúa a meditar, a menudo lo que desea de manera consciente no se
corresponde con su realidad interna. Lo que deseamos en nuestro mundo
consciente responde a arquetipos y valores para los que creemos que tenemos
cualidades. Sin embargo, cuando te encuentras a ti mismo, en paz absoluta,
descubres tus cualidades verdaderas, ésas por las que te sientes atraído y te
hacen sentir bien. Tu inspiración y motivación reales son fácilmente
identificables. Lo sabrás cuando las encuentres. Que no te sorprenda que
difieran de las que se suponía que te eran adyacentes.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">No hay
respuestas equivocadas. Lo que quieras ser te llevará a un estado de felicidad
mayor que en el que te encuentras en el transcurso de una vida normal. Salirse
de la cotidianidad se interpreta como un acto de rebeldía hacia uno mismo, pero
no lo es. Es ser feliz. Cada logro te llevará a un estado mejor. Aunque la
satisfacción será plena, pronto se desvanecerá. Tu alma buscará más y volverás
a tomar la iniciativa. Ninguna acción es errónea. La búsqueda de tus metas es
el camino de la felicidad. Nadie podrá quitarte esos buenos momentos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Cuando
aprendí a educar a mi alma con mensajes positivos, di un salto de gigante. En
realidad no había hecho más que fomentar mi autoestima. Ahora que conozco la
verdad sobre quién era Rashiel, me doy cuenta de que esta parte de mi
aprendizaje fue vital.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Cuando
desarrollé un nivel alto de autoestima, me convertí en alguien independiente e
inmune a las opiniones buenas o malas de los demás. No era menos que nadie.
Podría vencer cualquier contienda. Los problemas no son sino desafíos, retos a
superar. Si cada uno de nosotros entendiera esto, la vida se transformaría en
lo más maravilloso. No es que yo, por el hecho de desarrollarme a través de
Rashiel, posea un don especial. No, puede conseguirlo cualquiera.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Muchos se
preguntarán cómo tener una autoestima elevada si su realidad es caótica,
desastrosa, penosa. La vida es como es y nuestra mente la titula de una manera
u otra. Esa valoración crea un sufrimiento que permanece en el tiempo. A menudo
los problemas no son más que juicios; en otras ocasiones, tienen una
trascendencia mayor. En algunas situaciones nos quedamos de brazos cruzados sin
inmutarnos ante el presente, sin aceptarlo, etiquetándolo y sufriendo dolor.
Tras admitir en nuestra interioridad el presente, actuaremos sobre él. Se suele
actuar contra uno mismo, pero nunca sobre uno mismo. Nuestra vida cambiaría si
convirtiéramos los problemas en aliados, no en enemigos, buscando en nuestro
interior y dándoles solución.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Hay tantas
cosas al alcance de uno mismo, de un atrevimiento, de una mirada hacia el
interior, de una decisión; y tanto que perdemos por no hacer caso a nuestra
alma. Hay tanto por sentir. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
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</script><span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;">
<span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Cuando te
acostumbras a meditar ya no puedes vivir sin esos momentos, donde el ego
desaparece y sientes tu presencia, aunque nuestro cuerpo parezca insignificante
en el mundo material. En ese estado conoces tu energía y todo lo que puedes
elegir. Nuestra mente tiende a ser disfuncional. Un gran porcentaje de las
decepciones conscientes reside en los mensajes negativos. Inconscientemente
podemos dar la espalda a una vida plena, sin asumir los problemas como retos
solucionables. Pero ello no es disculpa. Debemos conseguir el triunfo en todos
los campos, por eso es importante nuestro diálogo interno. La vida encierra
tantos secretos, todavía por descubrir en el corazón interior.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">La mente no
distingue lo que ves de lo que imaginas, no sabe si le enviamos instrucciones
reales o no. No distingue el pasado, el presente o el futuro. El concepto
“tiempo” empequeñece en la inmensidad del Universo. El tiempo no existe en
nuestra mente. Sin embargo, cuando meditas y encuentras tu alma, notas fluir la
energía, la esperanza… y tu cuerpo se renueva.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">La energía
de la que estamos formados realiza saltos cuánticos y crea la realidad de una u
otra manera. Conforma nuestra realidad con cada elemento material del que somos
conscientes. Todo es uno, todos somos uno, tú formas parte del todo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Cuando críticas
a otra persona sientes liberación y alivio, porque consideras que otros están
peor que tú. Sin embargo, te estás destruyendo a ti mismo. En realidad estás
hablando de ti, porque o bien careces o bien deseas lo que criticas. Es
preferible centrar tus pensamientos en comprender, en lugar de criticar.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial,Helvetica,sans-serif;"><span style="mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Esta
comprensión conduce a uno de los mejores consejos que Rashiel me dio, desde el
interior de mí mismo: eres el dueño de tu vida, de tu futuro. Tienes el deber
de tomar las riendas, ser feliz y hacer felices a los demás.</span></span></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNZUP4KSpPNpeEMHc0jjFMkFZNayFpQUMCzzexDKO2Jez5oUu9qoM5PsO1rDro9rVnjblc-QaITujxxx-zTEwjuPmIM5k2Nkm6eVaoGwLM7KcOTY60x8WY8nbJE16x9echflPqOLe19Ws/s1600/la-busqueda-de-la-iluminacion.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNZUP4KSpPNpeEMHc0jjFMkFZNayFpQUMCzzexDKO2Jez5oUu9qoM5PsO1rDro9rVnjblc-QaITujxxx-zTEwjuPmIM5k2Nkm6eVaoGwLM7KcOTY60x8WY8nbJE16x9echflPqOLe19Ws/s1600/la-busqueda-de-la-iluminacion.png" height="320" width="640" /></a></div>
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La búsqueda de la
Iluminación</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Has imaginado ser un<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>cuerpo, y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en esta imaginación estás
intentando frenéticamente encontrar el secreto de la liberación del cuerpo.
Quizás has estudiado las tradiciones espirituales orientales, o quizás has
estudiado las tradiciones espirituales occidentales. Quizás has estado
involucrado en ciertas actividades de adquisición. Todas estas actividades de
hacer-para- conseguir están relacionadas con la liberación de tu cuerpo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tu cuerpo no puede ser<span style="mso-tab-count: 1;"></span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>
liberado. Tu cuerpo está condenado a la desaparición. Tu cuerpo está ligado al
nacimiento, el<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>hambre, la
enfermedad, la muerte, la genética y el entorno. Sin embargo, si vuelves tu
rostro a aquello que impregna tu cuerpo, a aquello que rodea tu cuerpo, a
aquello en lo que tu cuerpo surge, a aquello por lo que surge y a aquello a lo
que vuelve, encuentras la libertad misma. Este encuentro es liberación.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La gente al principio viene a la búsqueda espiritual desde
una idea egocéntrica acerca de lo que conseguirá. El inicio de la búsqueda
espiritual es el aspecto positivo del ego: Estoy cansado de sufrir, quiero ser
feliz, oigo que la felicidad es la meta espiritual. El pensamiento <i style="mso-bidi-font-style: normal;">quiero ser feliz </i>viene de un ego
desarrollado, un ego funcional e integrado.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Con coraje y guía surge ahí la resolución de dar la espalda
a las fuerzas que apoyan la ignorancia y<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>volverse hacia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las fuerzas
que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>apoyan la iluminación. Todo esto es inconmensurablemente
importante.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El concepto de iluminación proviene del reconocimiento de la
comprensión intuitiva “Dios mío, he estado viviendo en la ignorancia”. Quiero
abandonar la ignorancia. Este reconocimiento es un momento de evolución en una
vida.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La búsqueda de la iluminación toma innumerables formas.
Quizá primero es el intento de seguir los códigos y prácticas de la religión.
Normalmente después viene el intento de quitarse de encima ese código de la
religión y vivir bajo un código personal. Puede haber la esperanza superficial
de que vistiendo o actuando como lo hacen los budistas o los hindúes o los
sufís algo de sus logros se transferirá. De cualquier manera en que hayas
intentado alcanzar la iluminación, continuamente has llegado a lo que parece
ser un callejón sin salida. En este punto, más que experimentar un verdadero
final, normalmente empiezas la búsqueda de nuevo, con un código o una religión
diferente, o con una rebelión hacia todos los códigos y religiones.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhf0RaCtCFzmGEuX5ctCYBpfzfuGLO64SZBGPOnBykjjD54dk3R9Br8icKlleTRoID-qEVi4aVxffRwU_HPydusoI3pFfJ6R_B9P0p-i1i7qU32hhxlNIyUWamgJmrPC01QL7l2yKDbI4o/s1600/tu-eres-eso-gangaji.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhf0RaCtCFzmGEuX5ctCYBpfzfuGLO64SZBGPOnBykjjD54dk3R9Br8icKlleTRoID-qEVi4aVxffRwU_HPydusoI3pFfJ6R_B9P0p-i1i7qU32hhxlNIyUWamgJmrPC01QL7l2yKDbI4o/s1600/tu-eres-eso-gangaji.jpg" height="320" width="240" /></a></div>
No puedes encontrar la<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>verdadera
felicidad haciendo algo. Puedes experimentar momentos de felicidad, ciertamente.
Pero para reconocer que eres aquello que es felicidad, debes abandonar todos
los vehículos de escape. El final debe ser experimentado. Toda cosa debe ser
abandonada.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¡Qué sorpresa darse cuenta de que la verdadera felicidad
requiere soltarlo todo! Para recibir el logro final, debes dejar de intentar
conseguir algo. La idea de “tú” debe terminar. Cuando abandonas la idea de la
iluminación te das cuenta de aquello a lo que apunta la idea de la iluminación.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Si puedes ver que lo que pensaste que querías no te ha dado
lo que realmente quieres, entonces estás preparado. Estás maduro. La madurez
tiene poco que ver con la edad o la educación o la práctica espiritual. La
madurez refleja la inteligencia implacable que hay en decir la verdad. La
verdad es que no importa cuánto hayas disfrutado tus relaciones y
circunstancias, esas cosas no te han dado plenitud duradera.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Este reconocimiento es un despertar brusco, una desilusión.
Hasta que sucede la desilusión deambulas por la vida en un estado como de
trance, intentado atrapar las cosas que quieres y rechazando las que no quieres
con la esperanza de recibir felicidad.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
A través de la<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>desilusión y de un decir la<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>verdad implacable, puedes realmente descubrir lo que verdaderamente quieres.
Si por suerte lo que realmente quieres es la verdad eterna, entonces ten el
coraje de dejar de buscar en ninguna cosa la<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>verdad eterna. Tanto<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>si<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>buscas<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cosas mundanas como
filosóficas o espirituales, simplemente deja de buscar. Cuando dejas de buscar
puedes descubrir la verdad eterna. Toma menos de un instante.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Eres muy afortunado si tienes el deseo por la verdad, pero
en tu búsqueda de la verdad, lo que es buscado es una imagen, o una idea, o un
concepto basado en lo que te han enseñado, en lo que has leído en algún lugar,
en lo que has imaginado que es, o en lo que recuerdas por algún atisbo en el
pasado. Estas son todas cosas mentales. Puede que sean cosas hermosas, pero
incluso los conceptos más sutiles siguen siendo cosas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El gran regalo ofrecido por mi Maestro, Poonjaji, y por su
Maestro, Sri Ramana Maharshi, es la instrucción de permanecer aquietado. No
mirar hacia la mente como el punto de referencia de quien tú eres.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Qué puede ser dicho acerca de lo que se revela en la
quietud? Se ha dicho mucho que apunta hacia ello. Nada se ha dicho que pueda
tocar la verdadera revelación. Palabras como “infinitud”, “eternidad”,
“gracia”, “ser”, “verdad”, “Dios”, todas apuntan a aquello que es revelado en
la quietud absoluta. Sin embargo, si el momento es concebido como alguna cosa,
entonces la revelación también apunta lejos de la verdad.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Aquello<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>que eres no es<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>tocado<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>por ninguna idea de ignorancia<span style="mso-tab-count: 1;"> </span>o iluminación. Mientras el concepto de
iluminación apunta a la libertad y a la verdad de tu ser, si te enganchas al
concepto pasas por alto lo que estaba presente antes incluso de que oyeras la
palabra. Pasas por alto lo que está presente cuando tu cuerpo está en el estado
de sueño más profundo. Pasas por alto lo que permanece cuando tu cuerpo hace
mucho que se ha ido.<br />
<br />
Llega un<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>instante <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en el<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>que por alguna gracia milagrosa y<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>misteriosa, quedas mudo de todos los conceptos, todas las palabras, toda
búsqueda, todo esfuerzo, toda identificación. En ese momento, un instante fuera
del tiempo, te das cuenta de que quien realmente eres no ha sido nunca tocado
por ningún concepto. Este instante mismo de realización es, de hecho, aquello a
lo que el concepto de iluminación apunta.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"></span><br />
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Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-85271827887686966702014-05-12T04:19:00.001+02:002014-05-12T04:24:09.489+02:00“ENCUENTRO CON LA VIDA” (Jiddu Krishnamurti)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYb6E-fXe4SR3-omctvI7fral4i0C8tgn4QRa0kC5AO0JOtOlCKZCzp2aeu4Xvq7G0XZEcm2GYPDClY5kOK_HBaAh8cJrPETfrpwNaLNYqAANO0tmgp3NGNAQVNlmpO2GHBDW8f67sjoU/s1600/encuentro-con-la-vida.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYb6E-fXe4SR3-omctvI7fral4i0C8tgn4QRa0kC5AO0JOtOlCKZCzp2aeu4Xvq7G0XZEcm2GYPDClY5kOK_HBaAh8cJrPETfrpwNaLNYqAANO0tmgp3NGNAQVNlmpO2GHBDW8f67sjoU/s1600/encuentro-con-la-vida.jpg" height="372" width="640" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
TERCERA PARTE - REFLEXIONES</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">¿Qué es una mente
religiosa?</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pienso que esta mañana deberíamos considerar lo que es una
mente religiosa. Quisiera investigar eso bastante profundamente, porque siento
que sólo una mente así puede resolver todos nuestros problemas, no sólo los
problemas políticos y económicos, sino los más fundamentales problemas de la
existencia humana. Antes de que examinemos eso, creo que sería conveniente
repetir lo que ya hemos dicho, que una mente seria es aquella que está
dispuesta a llegar hasta la raíz de las cosas y descubrir lo que es verdadero y
lo que es falso. Existe una mente así, que no se detiene a mitad de camino y
que no permite que ninguna otra consideración la distraiga. Espero que haya al
menos unos cuantos capaces de hacer esto y que sean lo bastante serios como
para hacerlo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Creo que todos estamos familiarizados con la actual
situación del mundo y no necesitamos que se nos hable de los engaños, de la
corrupción, de las desigualdades sociales y económicas, de la constante amenaza
de las guerras. Para comprender toda esta confusión y producir claridad, me
parece que tiene que haber un cambio radical en la mente misma, no sólo un
mosaico de reformas o un mero ajuste. Para vadear toda esta confusión que no es
sólo externa sino que está dentro de nosotros, para habérnoslas con todas estas
tensiones y exigencias en aumento, necesitamos una revolución radical en la
psique misma, necesitamos tener una mente por completo distinta.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Para mí, revolución es sinónimo de religión. Con esa palabra
“revolución” no me refiero a un cambio inmediato social o económico, sino a una
revolución en la conciencia misma. Todas las otras formas de revolución, ya
sean comunistas, capitalistas o lo que ustedes quieran, son meramente
reaccionarias. Una revolución en la mente, que implica la completa destrucción
de lo que ha sido, de modo que la mente sea capaz de ver lo verdadero sin
distorsión ni ilusión alguna, ése es el sentido de la religión. Pienso que la
auténtica, la verdadera mente religiosa puede existir y, de hecho, existe.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Si uno ha examinado esto muy a fondo, creo que puede
descubrir por sí mismo una mente así. La auténtica mente religiosa es una mente
que ha demolido, destruido todas las barreras, todas las ataduras con la
sociedad, la religión, el dogma, la creencia que le han impuesto, y ha ido más
allá para descubrir lo verdadero.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por lo tanto, en primer lugar investiguemos la cuestión de
la experiencia. Nuestros cerebros son el resultado de la experiencia de siglos.
El cerebro es el depósito de la memoria. Sin esa memoria, sin la experiencia y
el conocimiento acumulados, no seríamos capaces en absoluto de funcionar como
seres humanos. La experiencia con su memoria es obviamente necesaria en cierto
nivel, pero creo que es también bastante obvio que toda experiencia
condicionada básicamente por el conocimiento, por la memoria, tiene que ser
forzosamente limitada. Y, por lo tanto, la experiencia no es un factor de
liberación. No sé si han pensado siquiera alguna vez en esto.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cada experiencia está condicionada por la experiencia
pasada. No hay, pues, una experiencia que sea nueva, siempre se halla coloreada
por el pasado. En el proceso mismo de experimentar existe la distorsión que
surge desde el pasado, siendo éste el conocimiento, la memoria, las diversas
experiencias acumuladas, no sólo la individual sino también las de la raza, las
de la comunidad. Ahora bien, ¿es posible negar toda esa experiencia?</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-oUKwdK9oA0A9S6j7VTiVsDI1n1BW_GXDXKIerj8eK2mcv7z_NhRX5cQfarR2MeiLMb80soZMw2E2N8Ya-TPkukscvv_wzrtv6J-aR_aYXPmG1tJyNzzqXl4B52Y43xDnYq-0R-JsK8s/s1600/encuentro-con-la-vida-libro.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-oUKwdK9oA0A9S6j7VTiVsDI1n1BW_GXDXKIerj8eK2mcv7z_NhRX5cQfarR2MeiLMb80soZMw2E2N8Ya-TPkukscvv_wzrtv6J-aR_aYXPmG1tJyNzzqXl4B52Y43xDnYq-0R-JsK8s/s1600/encuentro-con-la-vida-libro.jpg" height="320" width="221" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No sé si han investigado la cuestión del negar, qué
significa negar algo. Significa la capacidad de negar la autoridad del
conocimiento de la experiencia, de la memoria, negar a los sacerdotes, negar a
la Iglesia, todo lo que ha sido impuesto sobre la psique. Para la mayoría de
nosotros sólo hay dos medios de negar: a través del conocimiento o a través de
la reacción. Ustedes niegan la autoridad del sacerdote, de la Iglesia, de la
palabra escrita, el libro, ya sea porque han estudiado, inquirido y acumulado
otros conocimientos o porque ello no les gusta y reaccionan en contra. Mientras
que la verdadera negación implica, ¿no es así?, que uno niega sin saber lo que
va a ocurrir, sin ninguna esperanza futura. Decir: “No sé qué es lo verdadero,
pero esto es falso” es, ciertamente, la única negación legítima, porque esa
negación no procede de un conocimiento calculado ni es producto de una
reacción. Después de todo, si uno sabe adónde va a conducirlo su negación, ésta
es, entonces, un mero canje, una cosa del mercado y, por lo tanto, no es en
absoluto una verdadera negación.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pienso que tenemos que comprender esto un poco, investigarlo
más bien a fondo, porque quiero descubrir, mediante la negación, qué es la
mente religiosa. Siento que a través de la negación uno puede dar con lo
verdadero. No podemos descubrir lo verdadero mediante la afirmación. Es preciso
borrar la pizarra completamente y dejarla limpia de conocimientos antes de que
pueda uno descubrir.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Vamos, pues, a investigar por medio de la negación, a través
del pensar negativo, qué es la mente religiosa. Y, obviamente, no hay pensar
negativo si la negación se basa en el conocimiento, en la reacción. Espero que
esto haya quedado completamente claro. Si niego la autoridad del sacerdote, del
libro o de la tradición porque eso no me gusta, se trata solamente de una
reacción, puesto que entonces sustituyo por alguna otra cosa aquello que he
negado. Y si niego porque poseo suficientes conocimientos, hechos, información,
etcétera, entonces mi conocimiento se convierte en mi refugio. Pero existe una
negación que no es el resultado de la reacción o del conocimiento, sino que
surge de la observación, de ver una cosa tal como es, de ver el hecho que ella
implica. Ésa es la verdadera negación, porque deja la mente limpia de todas las
presunciones, ilusiones, autoridades y deseos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Es posible, pues, negar la autoridad? No me refiero a la
autoridad del policía, de las leyes del país y todo eso; sería tonto e inmaduro
y terminaría con nosotros en la cárcel. Me refiero a la negación de la
autoridad que la sociedad ha impuesto profundamente sobre la psique, sobre la
conciencia. O sea, negar la autoridad de toda experiencia, de todo
conocimiento, de modo tal que la mente se halle en un estado de no saber lo que
será, sino de saber sólo lo que no es verdadero.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Saben?, si han llegado tan lejos en la negación, ello les
da un sentido asombroso de integración, de no estar desgarrados entre deseos
conflictivos y contradictorios. Ver lo que es verdadero y lo que es falso o ver
lo verdadero en lo falso, les da un sentido de auténtica percepción, les da
claridad. Habiendo destruido todas las seguridades, los temores, las
ambiciones, las vanidades, las visiones, los propósitos, todo, la mente se
halla entonces en una situación, en un estado de completa soledad, libre de
toda influencia.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ciertamente, para encontrar la realidad, para encontrar a
“Dios” o como quieran ustedes llamarlo, la mente tiene que estar sola, sin
influencia alguna, porque entonces una mente así es una mente pura, y una mente
pura puede proseguir. Cuando hay completa destrucción de todas las cosas que la
mente ha creado dentro de sí, como la seguridad, la esperanza y la resistencia
contra la esperanza (que es desesperación), etcétera, entonces, sin duda
alguna, adviene un estado libre de temor en el que no hay muerte. Una mente que
está sola vive de manera completa, y en ese vivir hay un morir a cada minuto y,
por lo tanto, para esa mente la muerte no existe. Es algo realmente
extraordinario. Si uno ha penetrado en ello descubre por sí mismo que no existe
tal cosa como la muerte. Sólo existe ese estado de austeridad pura de la mente
que permanece sola.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Esta soledad no es aislamiento, no es escapar hacia alguna
torre de marfil, no es sentirse solo. Todo eso ha sido dejado atrás, olvidado,
disipado y destruido. Una mente así conoce, pues, lo que es destrucción. Y
tenemos que conocer la destrucción, de lo contrario no podremos descubrir nada
nuevo. ¡Y cómo nos asusta destruir todo cuanto hemos acumulado!</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hay un proverbio sánscrito que dice: “Las ideas son hijas de
mujeres estériles”. Y creo que la mayoría de nosotros se complace en ideas.
Puede que ustedes consideren las pláticas que hemos tenido como un intercambio
de ideas, como un proceso de aceptar ideas nuevas descartando otras viejas o
como un proceso de negar ideas nuevas aferrándonos a las viejas. No estamos en
absoluto tratando con ideas. Tratamos con hechos. Y cuando uno se interesa en
el hecho, no caben arreglos, o lo acepta o lo rechaza. Uno podrá decir: “No me
gustan esas ideas, prefiero las viejas, voy a cocerme en mi propia salsa”, o
podrá marchar con el hecho. Lo que no puede es avenirse, adaptarse. La
destrucción no implica adaptación. Adaptarse, decir: “Debo ser menos ambicioso,
no ser tan envidioso” no es destrucción. Y uno debe, ciertamente, ver la verdad
de que la ambición, la envidia, son feas, estúpidas, y que tiene que destruir
todos estos absurdos. El amor no se adapta jamás. Son sólo el deseo, el temor,
la esperanza, los que se adaptan. Es por eso que el amor es algo destructivo,
porque rehúsa adaptarse o amoldarse a un patrón.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Empezamos, pues, a descubrir que cuando existe la
destrucción de toda la autoridad que el hombre ha creado para sí mismo en su
deseo de sentirse internamente seguro, entonces hay creación. Destrucción es
creación.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Entonces, si han abandonado ustedes las ideas y no se están
ajustando a su propio patrón de existencia o a un nuevo patrón que piensan está
creando quien les habla, si han llegado hasta ahí, descubrirán que el cerebro
puede y debe funcionar sólo en relación con las cosas externas, responder
únicamente a las exigencias de afuera. De esa manera, el cerebro se aquieta
completamente. Esto significa que ha cesado la autoridad de sus experiencias y,
por lo tanto, es un cerebro incapaz de crear ilusiones. Para descubrir lo
verdadero, es esencial que toque a su fin el poder que el cerebro tiene de
crear ilusiones de todo tipo. Ese poder es el poder del deseo, el poder de la
ambición, de querer ser esto y no querer ser aquello.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por consiguiente, en este mundo el cerebro debe funcionar
con la razón, con cordura, con claridad, pero internamente tiene que hallarse
completamente quieto.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los biólogos nos dicen que al cerebro le ha tomado millones
de años evolucionar hasta su etapa presente y que le tomará millones de años
seguir evolucionando. Ahora bien, la mente religiosa no depende del tiempo para
su desarrollo. Lo que quiero comunicar es que, cuando el cerebro, que debe
funcionar respondiendo a la existencia exterior, se aquieta internamente, ya no
opera el mecanismo de acumular experiencias y conocimientos. Por lo tanto, el
cerebro está internamente quieto pero plenamente activo, y entonces puede
obviar de un salto los millones de años.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Para la mente religiosa, pues, no existe el tiempo. Este
sólo existe en ese estado de continuidad que avanza hacia una continuidad y un
logro más extensos. Cuando la mente religiosa ha destruido la autoridad del
pasado, las tradiciones, los valores que se le han impuesto, entonces es capaz
de existir sin el tiempo. Entonces está completamente desarrollada. Porque,
después de todo, cuando uno ha negado el tiempo, ha negado todo desarrollo a
través del tiempo y el espacio. Por favor, esto no es una idea, no es una cosa
para jugar con ella. Si han pasado por esto saben lo que es, se hallan en ese
estado, pero si no han pasado por ello, entonces no pueden recoger meramente
estas cosas como si fueran ideas y jugar con ellas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Uno descubre así que la destrucción es creación y que en el
acto de crear no existe el tiempo. La creación es ese estado en que el cerebro,
habiendo destruido todo el pasado, está completamente quieto y, por lo tanto,
se encuentra en esa condición en que no hay tiempo ni espacio en el cual
crecer, expresarse, devenir. Y ese estado de creación no es la creación de unas
pocas personas dotadas, pintores, músicos, arquitectos. Es sólo la mente
religiosa la que puede hallarse en un estado de creación, y la mente religiosa
no es la que pertenece a alguna iglesia, creencia o dogma; estas cosas sólo
condicionan la mente. Acudir a una iglesia todas las mañanas y adorar esto o
aquello no convierte en religiosa a una persona, aunque la sociedad respetable
pueda aceptarla como tal. Lo que hace que una persona sea religiosa es la total
destrucción de lo conocido.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En esta creación hay un sentido de belleza, una belleza que
no es producto del hombre, una belleza que está más allá del pensamiento y el
sentimiento. Después de todo, pensamiento y sentimiento son meras reacciones y
la belleza no es una reacción. Una mente religiosa tiene esa belleza, que no es
la mera apreciación de la naturaleza, de las hermosas montañas y el rumoroso
torrente, sino un sentido de belleza por completo distinto que va unido al
amor. No creo que puedan separarse la belleza y el amor. Ustedes saben, para la
mayoría de nosotros el amor es algo penoso, porque siempre va acompañado de los
celos, del odio y de los instintos posesivos. Pero este amor de que estamos
hablando es un estado de llama sin humo.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La mente religiosa conoce, pues, esta destrucción completa,
total, y lo que implica hallarse en un estado de creación, el cual es
incomunicable; y con él existe el sentido de la belleza y el amor, que son
indivisibles. El amor no puede dividirse como amor divino y amor físico. Es
amor. Y con él existe naturalmente, huelga decirlo, un sentido de pasión. Sin
pasión no podemos llegar muy lejos. La pasión es intensidad. No la intensidad
de querer cambiar alguna cosa, de hacer algo, no la intensidad que tiene una
causa, de modo tal que cuando eliminamos la causa, la pasión desaparece. No es
un estado de entusiasmo. La belleza sólo puede existir cuando hay una pasión
que es austera. La mente religiosa, por hallarse en este estado, tiene una
cualidad peculiar de fuerza…</div>
<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYhd8jblc-tjVf0YpOE4-88WmfJh8V2zkWEP0ZUp8SS5bz_td62ukmoyc06wagMo9PmidUByg71DOug4DinD95fHuixGFFsAeK6N1LYGsTDTIOh4qYdGFpeLO-xqvZjX2r_5Nl1gy2iMs/s1600/vivir-el-perdon.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYhd8jblc-tjVf0YpOE4-88WmfJh8V2zkWEP0ZUp8SS5bz_td62ukmoyc06wagMo9PmidUByg71DOug4DinD95fHuixGFFsAeK6N1LYGsTDTIOh4qYdGFpeLO-xqvZjX2r_5Nl1gy2iMs/s1600/vivir-el-perdon.jpg" height="310" width="640" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
LA IMAGINARIA NECESIDAD DE ATACAR</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hoy día, en el campo terapéutico, es muy habitual hablar de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">programas</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">guiones</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">patrones</i>
mentales. El desarrollo de la informática nos ha familiarizado con estos
términos, lo que ha facilitado la comprensión de algo que ya veníamos
constatando: el hecho de que, en gran medida, nuestra mente está programada.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ya hemos visto que el personaje es la parte de tu mente
sometida a los programas. Es tu programa personalizado con el cual estás
identificado, es decir, crees a un nivel profundamente sentido que eres ese
juego de programas característicos o rasgos que constituyen tu personalidad.
Esta, unida a la historia de tu vida –lo que puedes recordar tal y como lo
interpretes- y a la forma de tu cuerpo, constituye la persona que crees ser.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En realidad, todo ello es memoria. Tu cuerpo es una memoria
biológica codificada. Tu historia es pura memoria. La memoria es una
programación que afecta y define tu presente. Igual que los rasgos de tu
personalidad, todo es parte de un juego de programas. Estamos tan fuertemente
condicionados por el pasado y nuestras interpretaciones de la realidad que, al
vernos totalmente imbuidos en el personaje que interpretamos, nos da la
impresión de que es imposible escapar de la película que se rueda en la propia
mente.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La verdadera evolución es de la conciencia, y consiste en la
desprogramación de todos los patrones que limitan nuestra mente, los cuales son
ramificaciones complejas de un mismo sistema de pensamiento al que llamo el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">programa ego</i>.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
LAS TRES DEFENSAS DEL EGO</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El programa intenta impedir por todos los medios que te
hagas consciente de él. Para ello, desarrolla una estrategia muy amplia, aunque
enseguida puedes percibir tres defensas básicas. Es interesante estudiarlas
ahora para poder identificarlas cuando aparezcan en tu mente.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La primera defensa:
no puedes</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAcOVKdGFVE9C06847fgvXyMH7L0RuIXXAcdXHC4GEWJEDxEXcWsv_0w9ce10MyJ-EL8osbzbdHADruM3WIzwTdzqO8O6id4UueZsXtxM_iLtSgzd1O4DwAc95pjc5iulrXjmyL2714CQ/s1600/Jorge+Lomar+-+vivirelperdon.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAcOVKdGFVE9C06847fgvXyMH7L0RuIXXAcdXHC4GEWJEDxEXcWsv_0w9ce10MyJ-EL8osbzbdHADruM3WIzwTdzqO8O6id4UueZsXtxM_iLtSgzd1O4DwAc95pjc5iulrXjmyL2714CQ/s1600/Jorge+Lomar+-+vivirelperdon.jpg" height="320" width="208" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Será la primera defensa que verás en tu mente cuando
practiques el perdón. Seguro que ya estás acostumbrado a que aparezca ante tus
intentos de elevarte por encima de ti mismo. El programa insistirá mucho para
hacerte creer que eres impotente frente a él. Te insuflará constantes
pensamientos de fracaso, de pereza, de hastío ante los avances de tu
conciencia. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">No puedes</i>. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Es muy difícil</i>. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Es imposible</i>. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Soy incapaz</i>.
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nunca lo conseguiré</i>. Necesita hacerte
creer que no puedes liberarte de los hábitos mentales, del pasado, del
subconsciente, de él mismo. Pone todo su empeño en que desistas y abandones el
intento de alcanzar la comprensión, haciéndote creer que es inútil todo
esfuerzo y todo trabajo interno. Su argumento más persistente consiste en
convencerte de tu debilidad, la cual proviene de verte a ti mismo como un cuerpo
y una historia en lugar de como mente.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">No puedes</i> es el
victimismo, la impotencia y la incapacidad. Principalmente, consiste en la
creencia generalizada de que eres impotente para cambiar tu percepción,
liberarte de los programas, vivir sin ellos e incluso sin sufrimiento. El
victimismo está directamente relacionado con la identificación con los
programas o automatismos reactivos internos. Uno llega a creer que esos
programas son su identidad y se transforma en víctima de ellos.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La primera defensa del ego es el victimismo. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">No puedes deshacerte de tus programas, de
tus hábitos mentales, porque eso eres tú</i>. La depresión es el grado profundo
de identificación con el personaje víctima, el máximo triunfo del programa.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La primera defensa
del ego dice: tú no puedes liberarte de mí, porque tú eres yo</b>.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">La segunda defensa:
no mires</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El principio fundamental del sistema de creencias del ego
consiste en que, en tu esencia, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">eres algo
horrible y lo mejor que puedes hacer es no mirar adentro, ya que, si vieras lo
que eres en el fondo, quedarías espantado y no lo podrías soportar</i>. Por
esta misma razón, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">más vale que nadie te
llegue a conocer de verdad. Es mejor tapar lo de dentro</i>. Esta sensación
inconsciente de ser inadecuado ha sido llamada también “pecado original” y
viene a decir que tu esencia es el mal, una especie de error esencial por el
cual sufres cada día. Esta ilusión es la base del ego.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La segunda defensa del ego dice: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no mires adentro, porque te dolerá ver que eres basura</i>. Sin
embargo, eso que ves no eres tú. La comprensión te lleva a ver el programa y su
funcionamiento. Tan sólo estás viendo lo falso, los personajes de la función de
teatro que ha montado el programa.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mientras practiques el perdón, el programa aprovechará cada
toma de conciencia que asome a tu mente para hacerte sentir culpable. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mira lo que has visto, sin duda eres malo</i>.
Su función consiste en reemplazar la comprensión por culpa. Así, cuando veas el
programa, te identificarás con lo falso y de nuevo te sentirás equivocado. De
este modo asocia la toma de conciencia con la dolorosa culpa, te desmotiva y
otra vez vuelves a la primera defensa. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Te
hará creer que la felicidad es la inconsciencia</i>.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sin embargo, si te permites ser de un modo amable y escuchas
a tu interior desde el silencio, es decir, si sigues mirando sin escuchar el
programa y confiando en la comprensión, llegarás a ver lo que realmente eres en
cada experiencia de perdón auténtico: luz, comprensión, amor, inteligencia.
Esto es lo que más teme el ego, pues dejarás de necesitarlo a medida que asome
el conocimiento de tu realidad...</div>
<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3XbCSL9qRt6lErHbXkbpEUWyPuWBr8dKoxcN5GM9dtvEhbck9aBhyphenhyphen-6c1Y6xenZMXzFp7YLei1IaPTYvb5fxAjQgePfL9_VgITbUywmSslZY4PjLN0t5hVgewZkTJlj9YkURjaxA4Nx8/s1600/vive-el-milagro.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3XbCSL9qRt6lErHbXkbpEUWyPuWBr8dKoxcN5GM9dtvEhbck9aBhyphenhyphen-6c1Y6xenZMXzFp7YLei1IaPTYvb5fxAjQgePfL9_VgITbUywmSslZY4PjLN0t5hVgewZkTJlj9YkURjaxA4Nx8/s1600/vive-el-milagro.jpg" height="218" width="640" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<b style="mso-bidi-font-size: 14px;">CUARTA PARTE – Las Compensaciones</b><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-size: 14px;">EXPERIMENTAR EL
RENACIMIENTO</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No soy ningún experto en la teoría de la reencarnación y no
tengo una opinión firme sobre su validez. Pero, a lo largo de las décadas en
las que he estudiado el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Curso</i>, a
veces he tenido una sensación clara de que la evolución de mis procesos de
pensamiento y sentimiento se aceleraba de forma misteriosa. Cuando esto ocurre,
también tengo la sensación de que una parte estancada o “muerta” de mí
rejuvenece, y estoy dispuesto a aprender de una manera que antes estaba
cerrada. Así, he experimentado un renacimiento dentro de mi propia psique. Para
mí, esto es lo que realmente significa “volver a nacer” y tiene muy poco o nada
que ver con la aceptación de una creencia religiosa.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Como ya he explicado, empecé a estudiar el <i>Curso </i>durante un
periodo de intensa crisis personal, poco después de caer profundamente enfermo
y de que me diagnosticaran el síndrome de fatiga crónica. Los siete años de
sufrimiento y recuperación que siguieron produjeron tantos cambios en mi vida
que me resulta difícil recordar cómo veía el mundo antes, pero sí recuerdo con
claridad una actitud.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hacia los treinta años decidí que mi desarrollo como ser
humano adulto se había completado. No me sentía satisfecho con quien era ni con
lo que había conseguido, pero estaba razonablemente seguro de que mis creencias
y actitudes fundamentales estaban establecidas de por vida. Y, en general,
dichas creencias y actitudes no me hacían muy feliz. Ahora, mirando atrás,
diría que la identidad del ego que cristalicé al llegar a los treinta estaba
caracterizada por una pérdida de la inocencia que había vivido con intensidad
en la infancia. El estado de la inocencia infantil, que definiría como una
conciencia no dividida por el temor, fue descrito poéticamente por Wordsworth
en “Oda: intimaciones de inmortalidad”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<blockquote class="tr_bq">
<div class="MsoNormal">
<i>Hubo un tiempo en el que prado, arboleda y arroyo,<br />la tierra y todo paisaje común,<br />se me aparecían<br />vestidos de luz celestial<br />con la gloria y la frescura de un sueño.</i></div>
</blockquote>
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mis primeros recuerdos son de un mundo así, en el que corría
tan rápido por el tupido bosque que no miraba por dónde iba, confiando en que
no podía hacerme daño ni perderme en aquel entorno natural que solía resultarme
más cómodo que la compañía humana. Mi experiencia de los espacios abiertos era
instintivamente chamánica. Veía todas las cosas, las piedras y las serpientes
como seres dotados con un mismo tipo de inteligencia espiritual, que no se
expresaba con palabras, e iguales a mí. Poco a poco, fui sintiendo vergüenza de
hablar con los árboles y los animales, una vergüenza que sin duda aumentaba en
relación directa con mi deseo de “ser un adulto”.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDi0cW2Lx3yfU7vvyrEJdcYh27frC1pANHeBATCt114GFKUJHnomqzFfoXhsI7qzIYySmkiQBDFjF8TdSOovqcP87RBB65oF89YFGaWahFpxFDsws60NeMYeMlc9-vDMqQw8xfQi2jUtg/s1600/vive-el-milagro.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDi0cW2Lx3yfU7vvyrEJdcYh27frC1pANHeBATCt114GFKUJHnomqzFfoXhsI7qzIYySmkiQBDFjF8TdSOovqcP87RBB65oF89YFGaWahFpxFDsws60NeMYeMlc9-vDMqQw8xfQi2jUtg/s1600/vive-el-milagro.jpg" height="320" width="221" /></a></div>
Cuando mi padre me dijo que el trueno se producía porque
Dios empujaba una carretilla a lo largo de un gran puente de madera, aquella
idea me pareció asombrosa y, al mismo tiempo, me dio seguridad. Pero incluso a
la edad de cinco años no me tomé esta historia de forma literal, ni tampoco me
imaginé que el cielo estaba ubicado físicamente en el universo. Incluso
entonces era consciente de que podían existir otras explicaciones para el
trueno; estaba dispuesto a creer que podía haber más de una idea verdadera.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Uno de los milagros a largo plazo de mi estudio del <i>Curso </i>es
que me ha permitido recuperar, al menos, un fragmento de esta conciencia
inocente. Al permitir una variedad de verdades –míticas, emocionales y
empíricas-, este estado mental es más flexible, tolerante y pacífico que uno
estrechamente racional o fervientemente religioso. Cuando creemos que sólo hay
un modo de conocer –o, lo que es peor, un conjunto de creencias fijas que nos
ofrecerán todas las respuestas que necesitamos en la vida-, tendemos a
discriminar o a perseguir a los que piensan y creen otras cosas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El intento de parecer seguros también puede llevarnos a
realizar el sacrificio más dañino en el altar de la madurez: olvidarnos de cómo
aprender. Pensamos que es natural que nuestra capacidad de aprender se reduzca
con el tiempo y que el refinamiento de nuestros sentidos e intelecto exige que
limitemos nuestros intereses. Pero, si observamos a los niños, vemos que ellos
aprenden de todo a la vez, y que lo hacen en todo momento. A menudo me parece
que tomamos esta gran capacidad innata y gradualmente convertimos buena parte
de ella en una certeza parcial con respecto al mundo: es decir, en gran medida
dejamos de aprender porque creemos saberlo todo.</div>
<br />
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</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoKN8EIlIZjolBai08jf5h2v-ncqy3v-r8Q3ERKuB53iA0Y6s_HQv6FhXMeLBLs4_AzM-PI2uhAUWE2Z0OEYLOWLUPhG-TIWyScbZTqnwW2Bw6z0A090bYdqpjDyYlbyDfSvbaOQ3T_I0/s1600/zzzz-s-pinklandscapeheader-acourseinmiracles-50a.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoKN8EIlIZjolBai08jf5h2v-ncqy3v-r8Q3ERKuB53iA0Y6s_HQv6FhXMeLBLs4_AzM-PI2uhAUWE2Z0OEYLOWLUPhG-TIWyScbZTqnwW2Bw6z0A090bYdqpjDyYlbyDfSvbaOQ3T_I0/s1600/zzzz-s-pinklandscapeheader-acourseinmiracles-50a.jpg" height="221" width="640" /></a></div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: trebuchet ms;"><b>DEL CAPÍTULO 4 – La Historia de la Salvación
<script async="" src="//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js"></script>Una historia muy antigua: El himno de la perla</b><br /> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: trebuchet ms;">Antes de adentrarnos en el «relato» del Curso, echemos un vistazo a una interpretación de una de las historias más antiguas del mundo. El himno de la perla es un viejo cuento sirio, mucho más antiguo que <i>Los Hechos de Tomás</i>, el texto del siglo tercero en el que se encuentra, y que refleja el mensaje contenido en <i>Un Curso de Milagros</i>.<br /><br />«<i>Un joven mora en un reino rico y maravilloso. Sus padres lo envían en una misión con provisiones «valiosas pero livianas» para que pueda cargar con ellas. Antes de marchar, el joven se desviste de sus Vestiduras de la Gloria y su espléndido manto, y en el corazón le graban un mensaje relacionado con su misión: debe obtener una perla de sabiduría que yace en el fondo de un mar que está rodeado por una peligrosa serpiente.<br /><br />Al principio es acompañado por dos enviados reales, pues el camino es duro y peligroso, y él es joven. Al llegar a este nuevo mundo, se camufla en un cuerpo igual al de aquellos que lo rodean, y se mantiene alejado de otras personas hasta que reconoce a otro «ungido» y entre ellos nace una confianza mutua. Su amigo intenta advertirle contra los «impuros», quienes, al darse cuenta de que no es su compatriota, se predisponen en su contra. Pero acaba cayendo en las redes de los impuros que, con gran astucia, le cambian la bebida y le dan su carne. El joven se duerme y olvida su misión. No recuerda que es el hijo del rey, la perla de la sabiduría.<br /><br />Los padres se enteran de lo ocurrido a su hijo y le escriben una carta instándolo a despertar, a alzarse de su sueño, a romper sus ataduras y recordar cuál es su destino. La misiva llega en forma de un águila «que llegó a ser toda palabra». Al oír su voz el joven despierta, abraza la carta, rompe el sello y rememora en su corazón las palabras de su padre. Se acuerda que es el hijo de un rey, un «alma nacida libre». Evoca la perla y la peligrosa serpiente, a quien se enfrenta y la hechiza repitiendo el nombre de su padre hasta que el reptil cae en un profundo sueño. Tras conseguir la perla, el joven emprende el camino de regreso a casa dejando atrás sus «prendas impuras».<br /><br />La voz de la carta lo guía con su luz, ahuyenta sus miedos y lo conduce de vuelta a casa con su resplandor. Había olvidado las Vestiduras de la Gloria que dejó atrás durante su juventud, y, al volver a verlas, éstas se coinvierten en su espejo: «Me vi entero en ellas y a ellas las vi en mí». Vestido con ellas asciende a las puertas del saludo y adora el esplendor de su padre, que lo había enviado en una misión y cuyas órdenes ha, por fin, cumplido</i>». </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: trebuchet ms;">Interpretemos (desmitifiquemos) esta historia. Nosotros llegamos al mundo con la memoria de nuestros padres, que nos han enviado a cumplir una misión, en el corazón. Debemos descubrir (recordar) nuestra verdadera identidad como alma nacida libre (Espíritu). Después de ocultarnos en cuerpos como los que nos rodean, los impuros (el mundo movido por el ego) nos mezclan las bebidas de manera astuta y nos dan de comer su carne: nos cuentan su historia sobre el mundo y nos seducen hasta el punto de acabar soñando su sueño. Al prendarnos de ese mundo de ensueño, caemos en un estado de inconsciencia y creemos que ese sueño es la realidad. Olvidamos nuestra misión, olvidamos que de hechos somos Hijos de Dios. Nuestros padres, al ver que estamos dormidos, escriben la carta que nos insta a despertar. Esta carta puede ser la <i>Biblia</i>, el <i>Corán</i>, los <i>Vedas</i>, el <i>Tao Te Ching</i>, <i>Un Curso de Milagros</i> o cualquier tipo de inspiración o impartición de sabiduría. La voz de la carta «llega a ser toda palabra» y al escuchar su mensaje iniciamos nuestro despertar. Al hechizar a la serpiente (el ego), recuperamos la perla de la sabiduría y, gracias a que recordamos nuestra verdadera identidad como «almas que han nacido libres», dejamos atrás nuestras vestiduras impuras y regresamos al Hogar del Padre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbLeS4NXMpt265gtWcnJ6GXdPKHBck_ilv9A7Hgz-ctUFbcMMJDgfbJ7vbusG6KUtx6NyHLFTlAH8qyMbrIenrFE8EmteYfusGNBd_D1oAqU3YvuNVcqZEoOXYo8QeWKK55opHqkbi6KQ/s1600/VIVIR-UN-CURSO-DE-MILAGROS.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbLeS4NXMpt265gtWcnJ6GXdPKHBck_ilv9A7Hgz-ctUFbcMMJDgfbJ7vbusG6KUtx6NyHLFTlAH8qyMbrIenrFE8EmteYfusGNBd_D1oAqU3YvuNVcqZEoOXYo8QeWKK55opHqkbi6KQ/s1600/VIVIR-UN-CURSO-DE-MILAGROS.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: trebuchet ms;"><b>Presentación de los personajes de la obra</b><br /><br />
A veces las óperas empiezan con una obertura o con escenas que todavía han de llegar. Familiaricémonos con algunas palabras que no hemos clasificado en orden alfabético, sino más bien según esquema del argumento y enseñanzas del Curso. Fijémonos en los personajes de la obra, el tema básico del Curso, el argumento y la solución al problema que nos presenta su «historia».<br /><br /><b>Dios es</b> una de las palabras que aparecen con mayor frecuencia en el Curso. Helen describe un sueño o visión donde se encontraba a la entrada de una cueva en la que, al adentrarse, halla un pergamino. Al desenrollarlo lee las palabras «Dios es» en el panel central del texto. A derecha e izquierda de la tabla empiezan a aparecer pequeñas letras, y se da cuenta de que enrollando el manuscrito hacia la izquierda podrá mirar hacia el pasado, y haciéndolo hacia la derecha, verá el futuro. Sin embargo, ella decide dejarlo justamente donde estaba y, escucha una voz que le dice: «Esta vez lo has superado. Gracias». Podríamos dejarlo en que «Dios es». El ego, el aspirante a culpable de nuestro relato, nos tienta a enrollar el pergamino, y en el instante en que lo hacemos, quedamos atrapados en el tiempo, en un drama, en una historia. En nuestra tragedia tienen lugar una interminable lista de problemas. Como un personaje de una película de Indiana Jones, nosotros (el ego) vamos de una desafiante aventura (problema) a otra.<br /><br />Dios (Amor) es inefable y está más allá de nuestros poderes de definición. Buda se negó a definir a Dios argumentando que no era posible hacerlo. Inténtalo tú: no puedes. Define el amor. Es imposible.<br /><br />El Curso intenta ayudarnos a recordar aquello que carece de forma y es abstracto. El ego nos recordaría aquello concreto y delimitado por el tiempo y el espacio. Esta parte concreta del alma cree en el ego, pues éste depende de lo concreto (T-4.VII.1:4). Dios es abstracción divina. Dios es mente. Dios es vida. Dios es amor. Cuanto más vivos estamos, más amor experimentamos; cuanto más amor experimentamos, más vivos estamos, más conocemos a Dios. Vida-Amor-Verdad-Dios no puede ser delimitado. Dios, el que otorga la vida, es descrito en el Curso como Padre. El Padre tiene un Hijo llamado Cristo. «Tú» eres el Hijo de Dios, todos somos los hijos e hijas de Dios. Lo que Dios quiere para todos nosotros es la «perfecta felicidad», que a menudo es descrita como paz, dicha, inocencia y libertad.<br /><br /><b>El Espíritu Santo es</b> la Voz de Dios, la mente de Cristo, la Luz, el puente que conduce al Cielo y el enlace que permite la comunicación entre nosotros y Dios. Es una idea en mi mente que me ayuda a comprender mi mente recta. Así pues, es una memoria en la mente del Hijo de Dios. Ésta es una memoria que no hemos perdido en ningún momento, sino que ha sido nublada por nuestras vagas ensoñaciones sobre el mundo. El Espíritu Santo es la motivación para la orientación milagrosa. Es la respuesta de Dios a la separación (T-5.II.2:5) y «la decisión» de reparar esa separación. Ve nuestras aterradoras percepciones e intenta ayudarnos a superarlas. Él está en nosotros en un sentido muy literal (T-5.II.3-4). Es el maestro interior, nos consuela, es el guía, sanador y mediador. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
<span style="font-family: trebuchet ms;">«La voz del Espíritu Santo no da órdenes porque es incapaz de ser arrogante. No exige nada porque su deseo no es controlar. No vence porque no ataca. Su Voz es simplemente un recordatorio. Es apremiante únicamente por razón de lo que te<br />recuerda.» (T-5.II.7:1-5).</span></blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: trebuchet ms;"><b>
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</script>Jesús es</b> alguien que rememoró quién era como Espíritu, recordó su identidad: «Yo y el Padre somos uno» (Juan 10:29-31). Él, siendo hombre, vio la faz de Cristo en todos sus hermanos y recordó a Dios (C-5.2:1). Jesús también es el «yo» del Curso que aparece en frases como: «Puedes hacer cualquier cosa que yo te pida. Te he pedido que obres milagros.» (T-2.II.1:1-2).<br /><br /><b>Cristo es</b> el Hijo de Dios. Sin embargo, dado que todos somos la Filiación, también somos Cristo. Aún así, estando atrapados en el sistema de pensamiento del ego, no conocemos (no recordamos) nuestra realidad como Cristo.<br /><br /><b>Tú es</b> (normalmente eso no sería español correcto, pero en este caso «tú» es un personaje del Curso) el personaje más mencionado en el Curso, pues aparece varios miles de veces. En el Curso aparecen tres tipos de «tú»:<br /><br />1. A veces el Curso habla de un tú en referencia al ego, como por ejemplo en: «Crees ser la morada del mal, de las tinieblas y del pecado» (LE-93.1:1). Ese es el tú del cuerpo/personalidad.<br /><br />2. Entonces aparece un tú que es quién toma las decisiones u observa. Éste es el tú a quien el Curso se dirige en la mayoría de ocasiones. Es la parte que atiende y decide entre el ego y el Espíritu Santo, entre la mente recta y la mente no recta.<br /><br />3. Por último, está el Tú que es el Ser, el Hijo de Dios, Cristo, el Tú que es la Unicidad.<br /><br /><b>El ego es</b> una creencia o concepto falso que tenemos de nosotros mismos. Es un sueño sobre lo que creemos que somos. Es algo que intentamos pensar aparte de Dios. Es un error, una percepción falsa, una fantasía que nada tiene que ver con la verdad. Para el ego, el ego es Dios (T-13.II.6:3). Es una voluntad opuesta a la Voluntad de Dios. Es la parte de nosotros a la que le gusta ser un individuo independiente. El ego no es nada, a pesar de que en el sueño parece serlo todo. Es aquello que define, interpreta, proyecta y juzga. Lo que siempre está inventando el mundo. Tú estás, yo estoy, nosotros estamos siempre concibiéndolo. En realidad, la verdad es que el ego no existe; no es más que una idea. Según el Curso, hace mucho que este mundo desapareció (T-28.I.1:6). El guión ya está escrito. Podemos cambiar nuestra percepción del mundo, pero no el propio mundo y desde luego, no podemos cambiar el Cielo. Aceptar la verdad significa reconocer lo que ya existe; implica despertar del sueño.</span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
<br />
<span style="font-family: trebuchet ms;">«Tener plena conciencia de la Expiación es, por lo tanto, reconocer que la<br />separación nunca tuvo lugar. El ego no puede prevalecer contra esto porque ello<br />es una afirmación explícita de que él nunca existió.» (T-6.II.10:7-8). </span></blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: trebuchet ms;"><b>El diablo es</b> también una creencia y, de la misma manera que el ego, tampoco existe. Sin embargo, la mente puede hacer que la creencia en la separación sea muy real y aterradora, y esta creencia es el “diablo” (T-3.VII.5:1). Así pues, el diablo es más o menos el equivalente de que el ego sea algo diferente de nuestro verdadero Ser.<br /><br /><b>El cuerpo es</b> el hogar que el ego ha elegido (T-23.I.3:3), una limitación en el sueño que, tal como Shakespeare dijo, «aparece un momento en el escenario y después no se le vuelve a ver». Es la imagen que tenemos de nosotros mismos, fuera de nosotros mismos; parte de la máscara, del personaje, del disfraz. Al desconocer nuestra verdadera identidad, que va más allá del cuerpo, creemos ser cuerpos. Éste no es malo ni bueno pues, como el mundo, el cuerpo es neutro. Su única función es la que le otorga la mente como dispositivo de aprendizaje para saber cómo despertar del sueño. Los cuerpos son limitaciones temporales de forma. Una simple prueba de que no somos cuerpos es el hecho de que dentro de cuarenta o cincuenta años los cuerpos de muchos de los que están leyendo estas palabras ya no existirán. Ello no dice nada sobre la eternidad como Espíritu. ¿Quién parece poseer el cuerpo? Cuando alguien formulaba una pregunta al sabio Ramana Maharshi (1879-1950), él respondía a menudo con un: «¿quién lo quiere saber?». ¿Quién es responsable de la pregunta?<br /><br /><b>Un ídolo es</b> algo que colocamos ante Dios; cualquier cosa que se convierte en un sustituto Suyo. A menudo no reconocemos a los ídolos, porque no caemos en la cuenta de que los hemos creado para sustituir a Dios. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<blockquote>
<span style="font-family: trebuchet ms;">«Has depositado tu fe en los símbolos más triviales y absurdos: en píldoras, dinero, ropa “protectora”, influencia, prestigio, caer bien, estar “bien” relacionado y en una lista interminable de cosas huecas y sin fundamento a las que dotas de poderes mágicos.» (LE-50.1:3). </span></blockquote>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: trebuchet ms;">Un ídolo es una imagen de un hermano o hermana a la que valoramos más de lo que él o ella es en realidad. Es un deseo convertido en algo tangible y real (T-29.VIII.3:2). Es una creencia. Cuando la creencia desaparece, el ídolo muere.<br /><br /><b>El milagro es</b> una corrección introducida en el pensamiento falso (T-1.I.37). Es un cambio mental que desvía la percepción de la inconsciencia a la conciencia. Es un abandono de toda forma de defensa, de todos nuestros pensamientos de ataque y ocultación; el fin de las ilusiones. La ruina de la creencia en el pecado, la culpa y el miedo. No se trata de un cambio en las circunstancias externas, sino que es una corrección de la percepción equivocada, un método de aprendizaje, una lección de verdad que se introduce en el pensamiento falso. Es dejar a un lado los falsos dioses, aceptar la Expiación. El milagro no hace nada. El milagro deshace (T-28.O.1:1-2).<br /><br />La definición de términos continúa en los siguientes dos capítulos a través de un análisis del argumento básico de la historia que nos ocupa, el funcionamiento de la mente y la dinámica básica del ego. </span></div>
<br />
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</script>Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-6146857834933717792011-01-16T22:33:00.003+01:002014-05-04T13:38:42.277+02:00“UN PUENTE A LA REALIDAD” (Sergi Torres)<div align="justify">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgx-yj1ULkK6A3iAyaw-_nwsIwo6ZEoIjUklNWLwA0WKLwWCP8a2LTS0WhK0iesZrtaCRRgYlrymODuoD5xqk_NRIFDr8hpeZnggG1kd5SXK1FsAjhczjRg8abs0YVLo9APXtRiFD32oSM/s1600/un-puente-a-la-realidad.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgx-yj1ULkK6A3iAyaw-_nwsIwo6ZEoIjUklNWLwA0WKLwWCP8a2LTS0WhK0iesZrtaCRRgYlrymODuoD5xqk_NRIFDr8hpeZnggG1kd5SXK1FsAjhczjRg8abs0YVLo9APXtRiFD32oSM/s1600/un-puente-a-la-realidad.jpg" height="360" width="640" /></a></b></span></span></div>
<br />
<span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;"><b> <span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">LAS RELACIONES</span></b></span></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDoUvFAZ0tUxWibM2FkoadmQjdTWbHXx_Sqp-EgdQQiDhkvoek_yhyphenhyphenO3lPa6zKDaQWhiXGLwYgg7M4WVawW6w04awfchl9CyjOFNGhikbLEWnqV35xbIJbP8DF6n7z4_lbwMFc0R1r-Bc/s1600/UN+PUENTE+A+LA+REALIDAD+%2528Sergi+Torres%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDoUvFAZ0tUxWibM2FkoadmQjdTWbHXx_Sqp-EgdQQiDhkvoek_yhyphenhyphenO3lPa6zKDaQWhiXGLwYgg7M4WVawW6w04awfchl9CyjOFNGhikbLEWnqV35xbIJbP8DF6n7z4_lbwMFc0R1r-Bc/s1600/UN+PUENTE+A+LA+REALIDAD+%2528Sergi+Torres%2529.jpg" height="200" title="" width="196" /></a></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;"><b> </b>«</span><span style="font-size: 100%;"><i>Has encontrado a tu hermano,<br />Y cada uno de vosotros alumbrará el camino del otro.<br />Y partiendo de esa luz, los Grandes Rayos se extenderán<br />Hacia atrás hasta la oscuridad y hacia adelante hasta Dios,<br />Para desvanecer con su resplandor el pasado<br />Y así dar lugar a Su Eterna Presencia,<br />En la que todo resplandece en la luz</i>»<br />(<i>Un Curso de Milagros</i>, T-18.III.8:5)<br /><br />Si te dieras cuenta de que cada vez que te encuentras con alguien es contigo mismo con quien te encuentras, te aseguro que tus relaciones serían totalmente distintas. Si recordaras que aquel con quien te encuentras acaba de llegar del cielo y que lo que tú percibes no son más que tus propios juicios que impones sobre él, cada encuentro sería un ofrecimiento del amor completo, que es aquel con quien te encuentras.<br /><br />Seguimos creyendo que hay alguien externo a nosotros con quien nos estamos relacionando, pero no es así. Es posible que aún no hayas tenido esa evidencia. No obstante, podrás reconocer que cuando te encuentras con alguien, de lo único que eres consciente es de tus propios pensamientos acerca de él. Lo único que experimentas son los sentimientos que sientes por esa persona, producidos por los pensamientos que tú tienes de ella. Todo eso ocurre en tu mente. Estás tomando todas esas decisiones en función de la calidad de los pensamientos y emociones que experimentes con quien te relacionas; entonces decidirás acercarte o distanciarte. Pero en realidad, esa decisión que tomaste no tiene nada que ver con la persona que ves, sino con lo que tú has decidido previamente que esa persona significa para ti.<br /><br />Eso muestra que no eres libre ante ese encuentro o relación. Tus pensamientos ya han establecido el escenario que te va a llevar a tomar la decisión de cómo comportarte o qué sentir respecto a esa persona. No eres libre en ningún momento porque estás sometido a tu forma de pensar y de ver el mundo. Creemos que ser libres es usar libremente nuestras ideas y defenderlas y no nos damos cuenta de que somos esclavos de ellas. No vemos que ser libres es cruzar o pasar por alto esos pensamientos que están fundamentados en experiencias pasadas y que no tienen nada que ver con el presente. Al hacer esto nos sometemos a vivir el presente como todo lo vivido en el pasado, en lugar de ser libres de vivirlo como es en realidad.<br /><br />En este mundo tratamos de relacionarnos con personas a las que percibimos separadas de nosotros. Este intento establece una relación basada en la separación, y desde este marco de referencia jamás tendremos un encuentro Total con la persona con la que nos relacionamos. Es como tratar de pegar dos piezas separadas. Por muy juntas y perfectas que se unan, siempre estarán separadas. Siempre van a necesitar unirse, porque nunca lo estarán del todo debido a su naturaleza dividida. Nunca se convertirán en una pieza. Siempre serán dos piezas unidas. Si dos partes unidas no se convierten en una, entonces la unión no es real, sino algo ilusorio e inestable. Siempre existirá una brecha por donde la división puede aparecer de nuevo. Por esta razón en relaciones basadas en la separación no existe la confianza absoluta, ni la estabilidad constante, ni la paz. Todo lo que ocurre en ellas es un intento de encajar dos piezas y, una vez que parece ocurrir y nos hace felices, tratar de mantener esa unión a toda costa. Y es ahí donde el miedo a perder esa unión aparece; y miedo y felicidad no pueden coexistir. Esto ocurre en todo tipo de relaciones, pero es muy evidente en aquellas en las que hemos decidido sentirnos unidos a alguien en concreto. Es en este tipo de relaciones, que <i>Un Curso de Milagros</i> llama «relaciones especiales», donde lo expuesto es muy claro. Éstas son las relaciones que gestiona y dirige el ego.<br /><br />Todo lo que aprendemos en este mundo respecto a las relaciones es cómo lidiar o manejarnos con esa imposibilidad de unión perfecta. Alguien que pueda considerar que tiene buenas relaciones es aquel que ha encontrado una forma de anestesiar la frustración de la incapacidad de unión real. Hay un punto en nuestras mentes, más allá de lo que acabamos de exponer, donde el recuerdo de unidad permanece. Es el punto donde todo es uno eternamente. Cuando tu conciencia se establece en él, las relaciones se convierten en un reflejo de esa unidad, en lugar de un intento de buscarla. Ante esta visión, toda necesidad de unión desaparece y la relación se convierte en el medio por el que expresas y extiendes la unidad en este mundo dual. Por lo tanto, cada encuentro se convierte en una oportunidad para decidir experimentar tu relación real o para decidir seguir relacionándote tal como ya has hecho hasta ahora. La diferencia es clara: la relación real o «santa», como se nombra en el Curso, parte del reconocimiento de la unidad o del reconocimiento de la falsedad de la separación. El miedo a la pérdida, la incomprensión y el apego no tienen cabida. De este modo la relación es una demostración o expresión de este estado singular en el que te encuentras.<br /><br />
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Cuando soy consciente de quién soy, todo aquello con lo que me relaciono es conmigo mismo. En ese momento soy totalmente responsable de lo que pienso y siento sobre la persona que veo delante de mí. Esa persona me muestra lo que yo estoy pensando de mí mismo y cómo es mi relación conmigo. Desde ese punto todo es muy intenso. No hay filtros. Cada pensamiento se vive con totalidad. Cuando siento algo que no es plena felicidad, me detengo y espero a verlo de otra manera. Toda la ayuda del universo está allí para que ese cambio de percepción se dé. Sólo requiere que yo deje de tratar de relacionarme a mi manera, creyendo que sé quién es o cómo es la persona que tengo delante. En este mundo de reflejos no sabemos nada. No vemos nada tal cual es en realidad en ese momento. Aquí aprendemos a relacionarnos a través de las experiencias pasadas y nunca dejamos que una relación sea totalmente verdadera, completamente enmarcada en el presente, limpia de nuestros pensamientos de separación.<br /><br />Lo que te trae aquel que tienes delante es inabarcable por una mente que cree estar limitada en un cuerpo. Cuando todos tus juicios desaparecen, con lo único con lo que te puedes relacionar es con lo único que existe: el amor mismo relacionándose consigo mismo. Es una experiencia de éxtasis total y ocurre cada vez que estás delante de alguien, incluso aunque sea de pensamiento. Lo único que hacemos aquí, en este mundo, es tratar de mitigar esto con nuestras relaciones hasta tal punto que la experiencia con el amor haya desaparecido de nuestras conciencias y se haya convertido en una búsqueda. Como expresa el Curso: la búsqueda del «busca pero no encuentres».<br /><br />La evidencia de que no existe amor en este mundo y que sólo a través de ti puede llegar es algo evidente para mentes que han despertado a la realidad de su Ser. Éstos saben que el amor no tiene matices y también son conscientes de que están viviendo este mundo separados de su Fuente. Y son conscientes de la necesidad de pasar por alto las ilusiones que perciben en él para ver el amor que se encuentra justo detrás. La forma de extender aquí el amor, es a través de la relación. Cada encuentro te ofrece esa oportunidad de extender tu reconocimiento. Una mente despierta no se detiene a observar cómo está siendo una relación. Su deseo de ver sólo amor es superior a los juicios que lo evitan. Una mente iluminada está relacionándose con tu esencia, sin importarle quién crees ser; de esta forma es libre de sentir sólo amor, pues no depende de con quién se encuentre, sino de su propia decisión. Es muy probable que te parezca más fácil experimentarlo con algunas personas que con otras, pero llega un punto en el que no te detienes a valorar esto; lo único que deseas es sentir tu Ser con cada encuentro.<br /><br />Dios aparece en este mundo cuando sientes amor por el otro. Es sólo en ese momento cuando Dios se reconoce a Sí Mismo, pues Él es amor. ¿Puedes imaginar la felicidad que sientes cuando amas a todos totalmente? ¿Sabes que el amor siente siempre amor por aquel que tienes delante? ¿Sabes que tú eres amor y que si sientes otra cosa es sólo porque no estás alineado con tu identidad? ¿Sabes que no eres feliz cuando no sientes amor y que no sentir amor procede de una decisión tuya? Sólo si te apartas a un lado y dejas que lo que eres en realidad se exprese, entonces puedes contestar «sí» a estas preguntas. Todo pensamiento que aparece en tu mente que te diga que no puedes hacer eso o que es muy difícil, incluso imposible, o que es una utopía viene del ego y no tiene ningún poder sobre ti si así lo decides. Después de experimentar esto en mí, empecé a recibir comentarios de gente que se sentía mal por ello porque no entendían cómo yo deseaba amar a todos por igual. No entendían cómo no podía amar más a mis seres más cercanos que a los desconocidos. La cuestión para mí es muy clara: para poder amar a alguien más, tengo que salir de este estado de Totalidad, y, por lo tanto, dejar de amar de verdad. El amor no tiene opuesto, ni matices, simplemente es. Así que cuando amas más a uno que a otro en realidad no amas en ninguno de los casos. En esta situación, lo único que experimentarás será tu propio concepto de «amor» y éste suele tener opuesto y, por lo tanto, implica miedo y tiempo. Es un amor que irá variando a medida que el tiempo pase y en función de cómo vayan los acontecimientos externos. Serás tú quién decidirá a quién y cuánto amar. Para un Ser que es sólo amor hacer esto implica dejar de ser él mismo y ser otra cosa, y esa otra cosa no existe a pesar de que insistas en identificarte con ella. Y yo me pregunto: ¿cómo podría escribir esto si no sintiera el amor que Dios siente por ti?, ¿qué finalidad tendría?, ¿qué sentido tiene hacer algo que no proviene del amor? Por ello puedo amarte totalmente sin ni siquiera conocerte. No lo necesito porque sé que en realidad vives en el amor y sólo te encuentro verdaderamente cuando siento esto en mí. Nada en este mundo podrá convencerte de lo contrario cuando lo experimentes en ti mismo, y créeme que lo harás. Eres amor y regresarás a ese conocimiento tarde o temprano. El tiempo ya no importa. Ahora sabes que es una ilusión y que no es él el que te separa de esa experiencia sino el miedo al amor. Para acelerar esto, deja de intentar cambiar las situaciones en las que te encuentras o las personas con las que te relacionas o a ti mismo. Nunca vas a tener éxito en este empeño. De hecho, si lo piensas honestamente, cada vez que has tratado de cambiar algo o a alguien, ¿cuántas veces el resultado ha sido felicidad o el amor sin opuestos? ¿Y cuántas veces ha sido eterno?<br /><br />
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Cuando tratas de cambiar a alguien no tienes éxito porque lo que en realidad tratas de cambiar es lo que tú ves en esa persona y lo que ves en esa persona es un pensamiento tuyo. Tratar de cambiar un pensamiento tuyo bajo la admisión de que está fuera de tu mente es imposible. Lo que tratas de cambiar en lugar de la causa del conflicto (tu mente) es al blanco al que tú lanzas tu propio juicio, tal cual lo ves una vez tu juicio ha impactado en él. Es lo mismo que lanzar una flecha desde veinte metros a una diana y fallar, y luego tratar de corregir el error moviendo la diana desde donde tú te encuentras a veinte metros de distancia, en lugar de tomar la responsabilidad del error, apuntar mejor y acertar en el blanco. De hecho, tal como hemos dicho anteriormente, éste es el significado que para Jesús tenía la palabra «pecado». «Pecado» nunca tuvo una connotación moral para él: nunca lo vivió como algo opuesto al bien. En su lengua, el arameo, pecado es «khtahyn», que significa ´errar el blanco´ o ´fallar´. Por lo tanto, es algo que puede ser corregido con un nuevo disparo bien enfocado. No demanda ningún cambio respecto al error anterior, tan sólo requiere un nuevo lanzamiento bien enfocado que dé en el blanco. Así que lo único que hacen tus relaciones es informarte continuamente. Te informan de si estás alineado con tu realidad o no. Te informan de qué tipo de juicio estás emitiendo, de si es real o está errado. ¿Cómo saber si está alineado o es real? Muy fácil. Si estás alineado o enfocado te sentirás completamente feliz; si no lo está, sentirás cualquier otra cosa y lo único que requerirá es que vuelvas a mirar a esa relación tal como es en realidad en lugar de usar el tiempo para tratar de cambiarla o ajustarte a ella. ¿Puedes ver la inmediatez de esto? Es sólo un gesto en tu mente lo que cambia todo lo que te rodea. Sé que puede parecerte imposible o difícil que eso sea así debido a lo sencillo que es. Pero la realidad es simple y sencilla.<br /><br />Si las relaciones tienen algún sentido, éste es aprender a estar alineado con tu Ser. Nada más. Cualquier otro propósito que le des va a ser real para ti y va a implicar tiempo y dualidad. Esto te conducirá a buscar estar cómodo en el sufrimiento de la separación en lugar de querer salir de él. La única relación que existe en realidad es la que tienes con tu Creador. El resto son opiniones o puntos de vista de lo que esa unión es para ti. Cada relación, del tipo que sea, en la que te encuentras refleja la opinión que tienes, en ese momento, de tu relación con el Todo. Observa que el elemento constante en todas ellas es la separación. Sólo con tus juicios basados en la separación puedes modular a tu gusto la intensidad total y constante del amor que siente Dios por ti a través de todo el mundo con el que te relacionas. Tan sólo creyendo que el de enfrente no te ama puedes evitar sentir el Amor que Dios siente por ti a través de esa persona. Incluso escuchando a alguien decir: «No te amo» puedes sentir el Amor que Dios siente por ti a través de él y dar la misma respuesta. Sabiendo esto, ¿no pasarías por alto tus propios juicios acerca de quién tienes delante?<br /><br />Asóciate con los demás, con el amor que son, con su alegría y felicidad, no con sus problemas, no con sus quejas o pesares. Y si no puedes ver esto en ellos, búscalo en ti primero y luego únete a ellos, pues no vienen a ti para compartir sus miedos o desgracias, sino en busca de una salida real a su sufrimiento. Dales lo que te piden y te será dado a ti también. Cuando el amor da, da a todos sin distinción. El que pide y el que da reciben exactamente lo mismo. ¿Darías entonces realidad al sufrimiento de aquellos con quienes te relacionas? Esto no significa que tengas que convencer a nadie de que su sufrimiento no es real, pues ellos te verán como un enemigo porque creen con todas sus fuerzas que su sufrimiento existe. Significa, simplemente, que lleves ante la verdad aquello que tu compañero te ofrece y contemples su resultado. Cómo va eso a ser compartido ya no depende de ti, pues siempre se dará en función de lo que se esté dispuesto a recibir. La verdad, insisto, nunca se impone porque ella ya sabe que es verdad. Sólo puede ofrecerse completamente y permitir que sea aceptada tal como tal como se la quiera aceptar. Así que si quieres que los demás puedan aceptar la verdad de tu relación con ellos, antes debes aceptarla tú y mantenerla consciente para que pueda ser dada a aquellos que estén dispuestos a recibirla. Recuerda que, con lo único que te relacionas es con tus propios pensamientos acerca de todo lo que te rodea. Eres tú mismo ofreciendo la verdad y tú mismo aceptándola en cada encuentro que tengas.<br /><br />«</span><span style="font-size: 100%;"><i>Toma a tu hermano de la mano,<br />Pues no es éste un camino que recorremos solos.<br />En él yo camino contigo y tú conmigo.<br />La Voluntad del Padre es que el Hijo sea uno con Él.<br />¿Cómo no iba a ser, entonces, todo lo que vive uno contigo?</i>»<br />(<i>Un Curso de Milagros</i>, Libro de ejercicios, introducción al 5º repaso, 9.6)</span></span></div>
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</script>Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-60665331083523037652011-01-13T15:41:00.004+01:002014-05-04T13:56:44.277+02:00"SÓLO EL AMOR ES REAL" (Brian Weiss)<div align="justify">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijenwYL8EZfVp3Q0jqzkJfk0bFqTuP2esCfXm51rGC4BtAHIcxM6t0J0YHd8DojmsWxrtbh1Aw6cDM148Oq8zn-jM5qwAU_0d8vK9zciK8OipRIGwwqYNAIgPrWQGhU1tFIySZOOQ0QpA/s1600/solo-el-amor-es-real.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijenwYL8EZfVp3Q0jqzkJfk0bFqTuP2esCfXm51rGC4BtAHIcxM6t0J0YHd8DojmsWxrtbh1Aw6cDM148Oq8zn-jM5qwAU_0d8vK9zciK8OipRIGwwqYNAIgPrWQGhU1tFIySZOOQ0QpA/s1600/solo-el-amor-es-real.jpg" height="400" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"> Nuestra tarea es aprender, llegar a ser divinos a través del conocimiento. Sabemos tan pocas cosas… Gracias al conocimiento nos acercamos a Dios, y entonces podemos descansar. Después volvemos para enseñar y ayudar a los demás.<br /><br /><b>Prólogo</b><br /><br />He recorrido un largo camino desde el día en que me di cuenta de que la vida humana es algo más maravilloso y más profundo de lo que me había hecho creer mi rigurosa formación médica.<br /><br />Cuando conocí a Catherine, la paciente cuya historia se cuenta en mi primer libro, “Muchas vidas, muchos maestros”, ya había publicado varias decenas de trabajos científicos y adquirido reconocimiento internacional. Con ella entré en contacto, en forma repentina y sorprendente, con lo espiritual. De modo inexplicable, Catherine empezó a revivir lo que parecían recuerdos de vidas anteriores. Y lo que es más, todos sus síntomas clínicos mejoraron a través de ese proceso de regresión. Empecé a descubrir la armonía existente entre ciencia e intuición, y mi vida también cambió.<br /><br />Hoy sabemos que por sí solas, la tecnología y la ciencia son incapaces de resolver nuestros problemas. Sólo cuando se emplean con iluminación y sabiduría puede ayudarnos de verdad. Tenemos que encontrar el equilibrio adecuado, y el amor es la piedra sobre la que se basa el equilibrio.<br /><br />En Los mensajes de los sabios me he referido a la energía común a todas las experiencias metafísicas: la reencarnación, la naturaleza del alma, la curación, los dones de los médiums y, sobre todo, a la increíble sabiduría de los Sabios, seres que parecen existir en el ‘otro lado’ de esta vida.<br /><br />Las ideas y conceptos contenidos en sus mensajes son como semillas singulares que han crecido y madurado en mi mente a lo largo de los años hasta convertirse en preciosas flores.<br />Este pequeño libro está integrado por una selección de textos contenidos en esa obra, que espero sirvan a los lectores como fuentes de reflexión e inspiración en su búsqueda de lo realmente importante: el crecimiento espiritual, la alegría, la paz, la vida eterna… y sobre todo, recordarles el poder del amor, porque sólo el amor es real.<br /><br /><b>¿Qué es el amor?</b><br /><br />El amor es la respuesta de a todo.<br />El amor no es una abstracción, sino una energía de verdad.<br />Empieza a entrar en contacto con Dios en tu interior.<br />Siente el amor.<br />Expresa el amor.<br />
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El amor disuelve el miedo.<br />Cuando se siente amor no puede temerse nada.<br />Como todo es energía,<br />y el amor abarca todas las energías,<br />todo es amor.<br /><br />Nuestros corazones conocen el camino de la felicidad y la paz interior. Prácticas espirituales como la meditación y la oración nos recuerdan lo que ya sabemos. Cuando nos olvidamos del mensaje de nuestro corazón y caemos en la rutina y en los baches de la vida, nos sentimos insatisfechos y desdichados.<br /><br />Nuestra perspectiva está borrosa, hemos olvidado nuestro plan de vida, nos hemos perdido.<br /> </span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">El remedio es sencillo.</span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><br />Dedica tiempo a recordar tu divinidad, tu naturaleza espiritual. Recuerda por qué estás aquí.</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwKhvH15vR46xMT94PTGYx4hCQnUJ5uzvMqwmyvbZHdGyFTbGSd8S0yeKhNMVZUo9yLsxm1ofHmFVwvQ5mKtbqIbOFf50kAALiTk1GahyphenhyphenZcUq_lDAleWG_eDGDDSiLEftKLW5Cyew3QNI/s1600/SOLO+EL+AMOR+ES+REAL+(Brian+Ewiss).jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwKhvH15vR46xMT94PTGYx4hCQnUJ5uzvMqwmyvbZHdGyFTbGSd8S0yeKhNMVZUo9yLsxm1ofHmFVwvQ5mKtbqIbOFf50kAALiTk1GahyphenhyphenZcUq_lDAleWG_eDGDDSiLEftKLW5Cyew3QNI/s1600/SOLO+EL+AMOR+ES+REAL+(Brian+Ewiss).jpg" height="320" width="225" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">La meditación es una forma de despertar la memoria.<br /><br />La meditación es el arte de poner la mente en blanco para acallar la cháchara perpetua que normalmente llena nuestra conciencia. En la tranquilidad de la mente silenciosa, empezamos a ser observadores, a tomar distancia y, con el tiempo y la práctica, a darnos cuenta de que existe un nivel de conciencia superior.<br /><br />Dentro de nuestras formas humanas hay un ser espiritual. Nuestra parte espiritual nunca muere. Jamás perdemos a nuestros seres queridos. En realidad, todos los seres humanos estamos conectados… para siempre.<br /><br />Cuando tenemos experiencias espirituales, casi siempre evocamos la energía del amor.<br />Esa forma de amor es incondicional, absoluta e ilimitada.<br /><br />Es como un impulso de energía pura, una energía que también posee atributos de gran fuerza, como la sabiduría, la compasión, la eternidad y la conciencia sublime.<br /><br />El amor es la energía más básica y dominante que existe, Es la esencia de nuestro ser y nuestro universo. Es el componente fundamental de la naturaleza que conecta y une todas las cosas, a todas las personas.<br /><br />La energía del amor es, en potencia, más fuerte que cualquier bomba y más sutil que cualquier hierba.<br /><br />Lo que sucede es que aún no hemos podido aprovechar esa energía tan básica y pura. Cuando lo consigamos, podrá darse una curación en todos los niveles, individualidad planetaria.<br /><br />Nuestras almas siempre se sienten atraídas hacia el amor. Cuando comprendamos de verdad el concepto de que el amor es energía que lo abarca todo y que su impulso curativo puede transforma con rapidez nuestros cuerpos, mentes y almas, superaremos nuestros males y nuestros dolores.<br /><br /><b>Dios es paz. Dios es amor.</b><br /><br />Nos hemos olvidado de que, puesto que hemos sido creados a imagen divina, Dios está en nuestros corazones y somos criaturas de paz, seres de amor y divinidad.<br /><br />Sólo hay una religión, la del amor.<br /><br />Sólo puede haber una, porque sólo hay un Dios, el Dios de todos nosotros. Tenemos que amarnos los unos a los otros, porque el amor es el camino. De lo contrario nos condenaremos a repetir curso tras curso, hasta que aprendamos la lección del amor.<br /><br />Sólo si nos deshacemos de nuestros miedos, si vemos a la gente de otras religiones como iguales, como almas como nosotros que van camino del cielo, podremos amar en un sentido auténtico, incondicional. Todos somos lo mismo.<br /><br />Todos remamos en la misma galera. En nuestras muchas reencarnaciones, hemos sido de todas las religiones, de todas las razas.<br /><br />El alma no tiene raza, no tiene religión. Sólo conoce el amor y la compasión.<br /><br />Todos somos seres divinos. Hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado. Y para volver a casa tenemos que recordar el camino. Como los radios de una rueda de bicicleta, todos los caminos indicados por las grandes religiones llevan al mismo centro, a la devoción y la iluminación.<br /><br /><b>No hay un camino mejor o peor que otro.</b><br /><br />Hay grandes verdades, belleza y sabiduría en todas las grandes tradiciones religiosas. No es necesario que abandonemos nuestra tradición. Al fin y al cabo, unas prefieren las rosas, y en cambio a otros les gustan más las flores silvestres o los girasoles. Todas tienen su belleza propia y Dios hace que el mismo sol las ilumine, que la misma lluvia las alimente. Son distintas, pero todas son especiales.</span><br />
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><i>La lluvia cae sobre malas hierbas igual que sobre las flores,</i></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><i>y el sol brilla en las cárceles igual que en las iglesias.</i></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><i>La luz de Dios no discrimina,</i></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><i>y tampoco la nuestra debe hacerlo.</i></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><i>No hay un único camino, una única iglesia,</i></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><i>una única ideología. Sólo hay una luz.</i></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><i>Cuando caen las barreras,</i></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><i>todas las flores pueden florecer juntas en un jardín de esplendor sin igual,</i></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><i>un paraíso terrenal.</i></span></blockquote>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><br />Recordar que somos almas, que somos inmortales y que existimos siempre en un vasto mar de energía es la clave para llegar a la alegría y a la felicidad.<i> </i>En ese mar energético, toda una serie de espíritus que están para ayudarnos nos conducen por el sendero de nuestro destino, nuestro viaje evolutivo hacia la conciencia de Dios.<br /> </span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">No competimos con ninguna otra alma: nosotros tenemos nuestro sendero y ellos el suyo. No se trata de una carrera, sino de un viaje que emprendemos juntos hacia la luz de la conciencia.</span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><br />Las almas que han progresado o evolucionado más tienden una mano con amor y compasión a las que se han quedado atrás. La última alma que completa su trayecto no vale menos que la primera. Todo es crecimiento y aprendizaje, un crecimiento continuo. El cuerpo no es más que un vehículo que utilizamos mientras estamos aquí. Lo que perdura eternamente es el alma y el espíritu. Nuestras almas existen en una corriente de amor energético. Nunca nos separamos realmente de nuestros seres queridos, aunque nos sintamos alejados y faltos de amor. Olvídate del pasado. Ya no volverá. Aprende de él y déjalo en paz. La gente madura y cambia constantemente. No te aferres a una imagen ilimitada, desconectada y negativa de una persona en el pasado. Mírala como es ahora. Tu relación con los demás esta siempre viva, siempre en continuo cambio.<br />
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Cuando las religiones hablan de la naturaleza de Dios, siempre se menciona el amor. Eso se cumple en todas las religiones y nos une a todos. Todos hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y Dios está dentro de todos. Nuestra naturaleza básica se basa en el amor, la paz, el equilibrio y la armonía.</span><br />
<br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">Nuestra esencia innata es compasiva, cariñosa y buena.<br />No nos hace falta aprender qué son el amor y el equilibrio, la paz y la compasión, el perdón y la fe. Los conocemos desde siempre. Anhelamos la Ilusión de seguridad, en lugar de la seguridad de la sabiduría y el amor.</span><br />
<br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">La verdadera seguridad deriva de la paz interior y del conocimiento de nuestra esencia auténtica, que es espiritual. En realidad nada puede hacernos daño, porque somos inmortales y eternos, porque somos seres espirituales, no cuerpos físicos, porque siempre hay quien nos ama y nos protege, porque nunca estamos solos, porque Dios y todo un ejército de seres amorosos nos protegen siempre, porque todos tenemos la misma esencia. Así, pues, no hay por qué tener miedo.</span><br />
<br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">Esta verdad es el secreto de nuestra seguridad y de nuestra alegría. Eres un carpintero que está construyendo su hogar espiritual. ¿Cuántos martillos hacen falta para levantar tu hogar espiritual? ¿Qué es mejor, mil martillos o uno perfecto? Lo que cuenta es la calidad de la casa, no cuántos martillos tiene el carpintero. Dedicamos demasiado tiempo a acumular martillos y no el suficiente a construir nuestro hogar espiritual.</span><br />
<br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">El amor lleva a la comprensión. La comprensión lleva a la paciencia. Y entonces se detiene el tiempo, y todo pasa aquí y ahora. La comprensión es lo que cura, y a través de ella se renueva eternamente el amor y se manifiesta. Al ir comprendiendo nos deshacemos de los miedos. Al ir deshaciéndonos de los miedos, desaparecen los obstáculos que nos impiden alcanzar el amor y éste fluye con libertad en nuestro interior y entre nosotros.</span><br />
<br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">En nuestra vida terrenal, es difícil recordar que somos almas y no simples cuerpos físicos. Constantemente nos distraen las ilusiones y desilusiones de este mundo. Nos enseñan que el dinero, el poder, y el prestigio y las posesiones materiales son de suma importancia y a veces incluso el motor de nuestras vidas.</span><br />
<br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">Nos enseñan que para ser felices tenemos que lograr que los demás nos aprecien y nos respeten. Estar solo, nos dicen, es ser desgraciado. En realidad somos seres inmortales que nunca se separan energéticamente de los que aman. Tenemos almas gemelas y familias espirituales que son eternas. Los espíritus guardianes nos guían y nos aman siempre. Nunca estamos solos. </span></div>
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</script>Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-15688508691240149412010-11-25T13:02:00.009+01:002014-05-04T14:30:50.924+02:00"LO QUE PASA CUANDO DEJAS IR" (Nick Arandes)<div align="justify">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBy0xnT69UCwpKCs_F5EY3b2kgXdgaP1FbsgYHTu7FlufvvQAVwC8_X6fx92w2AeKAvrrXU6fCE9amH16ljD6dRKn02Zb-48cGgd029HVzId5kA0RFDQz_FTjacdQHJHxiWirTxXT8WY4/s1600/Banksy-Girlwithballoon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBy0xnT69UCwpKCs_F5EY3b2kgXdgaP1FbsgYHTu7FlufvvQAVwC8_X6fx92w2AeKAvrrXU6fCE9amH16ljD6dRKn02Zb-48cGgd029HVzId5kA0RFDQz_FTjacdQHJHxiWirTxXT8WY4/s1600/Banksy-Girlwithballoon.jpg" height="456" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><b>Introducción</b><br /><br />“<i>La salvación no es más que un recordatorio de que este mundo no es tu hogar.</i>”<br />[T-25.VI.6:1]<br /><br />"<i>Mi reino no es de este mundo: si de este mundo fuera mi reino, mis servidores pelearían...</i>"<br />[John: 18:36]<br /><br />Antes de que embarquemos en esta travesía juntos, me gustaría compartir un poco contigo algo de mis experiencias pasadas. Aunque se podría decir que a través de mi vida he tenido una afinidad con el mundo espiritual, en el año 1986 fue cuando mi proceso de despertar comenzó. Para mí no fue una decisión inspirada, sino una decisión que tuve que tomar debido a un dolor interno y a la desesperación. Estaba envuelto en una relación romántica la cual fue muy dolorosa. Y no importa lo que ella hiciese o me dijera, era imposible para mí ser feliz. Todas mis relaciones pasadas me causaban mucho dolor y estaban acompañadas con un sentido de culpabilidad el cual no podía hacer nada para deshacerme de estos sentimientos psicológicamente intolerables.<br /><br />En medio de toda esa desesperación, ella empezó a leer un artículo en el periódico donde hablaba de un método que enseñaba como controlar la mente. Yo no sabía nada de esa organización. Lo único que recuerdo es que las palabras controlar la mente cautivaron mi atención. Mi nivel de desesperación era tan profundo que no me importo cuanto constaba ese entrenamiento. En ese momento todo lo que pudiese ayudarme a deshacerme de los demonios que estaban infectando mi mente sería suficiente para mí, puesto que había intentado visitas con terapeutas y nada funcionó.<br /><br />
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Después de haber atendido ese curso, fui introducido a lo que ellos le llaman adquirir un estado de alpha, lo cual luego me di cuenta que era una forma de meditación. Fue un curso de dos semanas y mi mente estaba tan agitada que tratando de silenciarla fue extremadamente frustrante. Sin embargo, algo dentro de mí me movía a continuar con la práctica. Llegué a un punto donde meditaba cinco veces o mas diariamente.<br /><br />Después de esa experiencia atendí muchísimos seminarios, talleres, estudie con muchos de los maestros mas influenciales en las áreas de religión, espiritualidad, metafísica, física cuántica, negocios, relaciones amorosas y todo lo que se podría imaginar. Vi películas de inspiración, compré DVD´s y vídeos de maestros, gurus, practiqué todo tipo de ejercicios mentales y físicos relacionados con espiritualidad, recité mantras, estuve envuelto con cristales, tuve entrevistas con curanderos, medios, personas psíquicas y podría continuar sin terminar. E incluso terminé trabajando para un entrenador, el cual era considerado como un experto en el área de cambiar su estado financiero a través del éxito y como realizar sus sueños. Muchos maestros, gurus, y entrenadores del mundo de auto ayuda tienen un resumen similar al mío. La diferencia es que lo que estoy tratando de impartir es que no estoy tratando de impresionarte con mi experiencia sino que lo que aprendí fue que perdí mi tiempo, veinte años de mi vida para ser mas especifico, estudiando con ídolos falsos.<br /><br />La gran mayoría de ellos tienen buenas intenciones, pero sin embargo todo lo que me enseñaron fue a buscar soluciones fuera de mí. Aún cuando muchos de ellos sugerían que buscase las contestaciones dentro de mí, ellos continuaban promoviendo sus procesos, productos y talleres asumiendo que ellos tenían contestaciones. Prácticamente cada taller y curso que tomé tenía una agenda escondida. Ya sea a través de meditación, mantras, trabajo duro, determinación, visualización, enfoque, reuniones semanales, todo era tratando de enseñarme como ejercer control sobre mi vida. El mensaje que recibí de cada uno de estos maestros fue el siguiente: Cuando sentí que mi vida no estaba funcionando, ellos me decían que “yo” tenía que hacer algo para cambiar, o arreglar mi situación. Pero mi pregunta fue: Sería posible que la razón por la cual mi vida no estaba funcionando era porque “yo” estaba tratando de cambiarla o arreglarla? ¿Y cómo saber si los cambios que estaba tratando de efectuar en mi vida no terminarían siendo más desastrosos que beneficiosos?<br /><br /><i>Un Curso de Milagros</i> me recuerda: “Has considerado algunos de tus mayores avances como fracasos, y has evaluado algunos de tus peores retrocesos como grandes triunfos.” T-18.V.1:6. Permíteme preguntarte, ¿cuántas veces adquiriste lo que estabas buscando, con lo que luego te diste cuenta que no te trajo felicidad ni te llenó, pero que también en algunas ocasiones terminó siendo una de tus peores maldiciones?<br /><br />Después de encontrarme completamente desilusionado, puesto que ninguna de mis prácticas y conocimientos adquiridos a través de todos los maestros y filosofías estudiadas me trajo paz y felicidad, finalmente me rendí. Al empezar este capítulo te dije que mi travesía espiritual comenzó en el año 1986. Después de encontrarme enfermo y cansado de la forma en que mi vida continuaba, después de veinte años estudiando con todo maestro espiritual, ministro, shaman, curandero, guru, experto, líderes de talleres y seminarios que te pudieses imaginar, en Noviembre del año 2007 tomé una decisión que nunca me imaginé fuese a tomar. Cogí todo libro, grabación, CD, DVD, todo programa que había comprado a través de los años en todas las áreas del desarrollo mental, físico, espiritual, negocios, pensamiento positivo, realizar tus metas, etc., los puse en dos cajas y se lo regalé a una organización de caridad llamada el <i>Ejército de Salvación</i>. Estoy hablando literalmente de miles y miles de dólares en información.<br /><br />En ese momento mi compromiso con mi desarrollo espiritual comenzó. Ahí fue cuando de verdad puse mi vida en las manos de Dios. En ese momento fui introducido a Un Curso de Milagros. Lo que me atrajo al mismo fue que el Curso no es una religión, un libro de auto ayuda tratando de enseñarme como manifestar nada, o un mapa de como adquirir contestaciones. Todo lo que el Curso hizo fue ayudarme a entender que ningún tipo de contestación o proceso intelectual me puede servir a alcanzar mi libertad. Y hay una razón la cual se clarificará en los próximos capítulos. Por ahora me gustaría compartir contigo la introducción de <i>Un Curso de Milagros</i> para que tengas una idea de lo que el Curso es. Antes de empezar, me gustaría que consideres lo siguiente. Los principios contenidos en este libro pueden ser utilizados y aplicados por cualquier persona sin tener que ser estudiantes del Curso. Lo único que se requiere es tener un corazón abierto y la disposición de dejar que el amor que se encuentra dentro de uno se exprese. Simple? Si. Fácil? Ya veremos.<br /><br />La introducción de <i>Un Curso de Milagros</i> dice: "Éste es Un Curso de milagros. Es Un Curso obligatorio. Sólo el momento en que decides tomarlo es voluntario. Tener libre albedrío no quiere decir que tú mismo puedas establecer el plan de estudios. Significa únicamente que puedes elegir lo que quieres aprender en cualquier momento dado. Este curso no pretende enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar.<br /><br />Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural. Lo opuesto al amor es el miedo, pero aquello que todo lo abarca no puede tener opuestos.<br /><br />Este curso puede, por lo tanto, resumirse muy simplemente de la siguiente manera:<br /><br />Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe.<br />En esto radica la paz de Dios"<br /><br />Quisiera compartir mi entendimiento de esa introducción, especialmente después de haber leído y puesto en práctica lo que el Curso enseña.<br /><br />Éste es <i>Un Curso de milagros</i>. Es Un Curso obligatorio. Sólo el momento en que decides tomarlo es voluntario.<br /><br />Dependiendo de donde te encuentres en tu vida, eventualmente llega el momento, tarde o temprano, donde sentirás que el mundo no tiene nada que ofrecer que te pueda satisfacer. Ahí es cuando muchas personas empiezan a confrontar experiencias negativas sin saber el origen. Y para tratar de suprimir el dolor interno se encuentran adictos a drogas, comida, sexo, trabajo, ver televisión excesiva, tratan todo tipo de terapia, y en casos extremos muchos se suicidan.<br /><br />Eso es a lo que el Curso se está refiriendo cuando dice que el mismo es Un Curso obligatorio. Porque cuando finalmente uno se encuentra de rodillas, de la única forma que podremos salir de nuestra obscuridad, es con la ayuda de un Poder más grande que el nuestro. El arrodillarse es una forma de decir que estamos preparados a poner nuestras vidas en las manos de nuestro Creador, o dejar ir todo a lo que nos hemos aferrado durante nuestra vida. En esos momentos de dolor es cuando decidimos estudiar el Curso, o buscar un camino espiritual de los muchos que hay disponibles el cual nos llevara a descubrir nuestra naturaleza divina. Por eso el Curso dice que “Sólo el momento en que decides tomarlo es voluntario.” Es voluntario porque nadie te esta forzando a estudiarlo. La pregunta que nos podríamos hacer sería, ¿cuánto tiempo estoy dispuesto a sufrir antes de tomar la decisión de entregar mi vida al Creador para poder disfrutar de mi poder Divino?¿Cuánto tiempo me tomará finalmente entender que el mundo no tiene nada que ofrecer que me brinde completa felicidad, paz, regocijo y que me llene permanentemente?<br><br></span></div>
<div align="justify">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhq_7b01s3IQ9Gs2ApxSCSNAhCcyFYXy6J3bbphoDnkg4ypcgv7otJWaCRUn8K1C0uBWu68WO2raQLvjbfAXyEhITtYKSV-1GjTKPMT4ovDBHjjQN_cbCZuwpVXsdzR_1vU5WMT7khTwbI/s1600/LO+QUE+PASA+CUANDO+DEJAS+IR+%2528Nick+Arandes%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhq_7b01s3IQ9Gs2ApxSCSNAhCcyFYXy6J3bbphoDnkg4ypcgv7otJWaCRUn8K1C0uBWu68WO2raQLvjbfAXyEhITtYKSV-1GjTKPMT4ovDBHjjQN_cbCZuwpVXsdzR_1vU5WMT7khTwbI/s1600/LO+QUE+PASA+CUANDO+DEJAS+IR+%2528Nick+Arandes%2529.jpg" height="320" width="210" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">Tener libre albedrío no quiere decir que tú mismo puedas establecer el plan de estudios. Significa únicamente que puedes elegir lo que quieres aprender en cualquier momento dado.<br /><br />El único libre albedrío que tenemos es el de elegir a Dios a través de practicar las enseñanzas del Curso, o cualquier práctica espiritual que nos sintamos inspirados a seguir, o de continuar sufriendo las consecuencias de nuestras propias decisiones. Para mantener congruencia con el material en este libro, debido a que estamos hablando de <i>Un Curso de Milagros</i>, vamos a suponer que has decidido estudiar el Curso. En ese caso puedes elegir con qué parte del Curso estas cometido(a) a poner en práctica. Porque el Curso es bien claro cuando nos recuerda que lo único que nos llena y nos brindará felicidad, regocijo y paz permanente es cuando recordamos quien realmente somos. Debido a que el proceso de este descubrimiento, o de despertar es gradual, las lecciones que estemos preparados(as) para practicar resonarán al nivel de consciencia en la que nos encontremos en cada momento. Otras lecciones tomarán más tiempo para aceptar. Por eso es que el Curso dice, “... puedes elegir lo que quieres aprender en cualquier momento dado.”<br /><br />Este curso no pretende enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar. Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural.<br /><br />El Curso esta enfatizando algo muy importante. Debido a que el significado del amor es imposible ser enseñado, puesto que el mismo está fuera del entendimiento intelectual, todo lo que el Curso hace es ayudarnos a remover los obstáculos, los cuales no nos permiten tener la experiencia directa de lo que es el amor interno. En otras palabras, quien tú realmente eres es amor perfecto, por lo tanto es imposible tratar de enseñarte lo que ya tú eres. Sin embargo, tu esencia la reconocerás cuando los obstáculos (miedo) que has inconscientemente construido sean finalmente removidos. En ese momento tu esencia, tu naturaleza divina es revelada.<br /><br />"<i>Lo opuesto al amor es el miedo, pero aquello que todo lo abarca no puede tener opuestos.<br /><br />
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Este curso puede, por lo tanto, resumirse muy simplemente de la siguiente manera:<br /><br />Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe.<br />En esto radica la paz de Dios</i>"<br /><br />En el próximo capítulo compartiré mi entendimiento de estas últimas líneas de la introducción del Curso debido a que en este momento necesitarás una base un poco más sólida antes de que estés preparado(a) para aceptar su mensaje.<br /><br />Así que aunque este libro, y mi vida es basada en las enseñanzas de <i>Un Curso de Milagros</i>, quiero aclarar que no estoy implicando o sugiriendo que el Curso es el único camino a la iluminación espiritual. Es sencillamente el camino, además de otros, con el cual he resonado, y que finalmente me contestó todas las preguntas que ninguna otra filosofía o práctica me pudo contestar. Y lo interesante de este caso es que todas mis preguntas fueron contestadas sin darme contestaciones específicas. La razón es porque el Curso nos lleva a contestaciones las cuales no pueden ser explicadas si no que necesitamos la experiencia directa. Por eso es que Un Curso de Milagros me recuerda; "El Curso pone más énfasis en la aplicación práctica que en la teoría, y más en la experiencia que en la teología. Señala específicamente que 'una teología universal es imposible, mientras que una experiencia universal no sólo es posible sino necesaria'" Prefacio.<br /><br />Este libro no es para ofrecer contestaciones puesto que eso estaría en conflicto directo con tu propia comunicación con tu Guía interno. Simplemente lee el contenido y observa cómo las contestaciones a tus preguntas se revelan naturalmente. Mi intención es la de compartir contigo las enseñanzas del Curso mientras utilizo como ejemplo algunas de mis experiencias personales, y también hacerte recordar que nunca encontrarás contestaciones en el mundo. Un Curso de Milagros me recuerda: “Las respuestas que el mundo ofrece no hacen sino suscitar otra pregunta, si bien dejan la primera sin contestar." T-27.IV.7:4. También a través de este libro quiero hacerte recordar que, independientemente de lo que esté sucediendo en tu vida, estás exactamente donde tienes que estar, y que todo está sucediendo perfectamente. Un Curso de Milagros me recuerda: "Todas las cosas obran conjuntamente para el bien. En esto no hay excepciones." T-4.V.1:1-2. También la Biblia me recuerda: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." [Romanos 8:28]<br /><br />Así que aunque estés confrontando una situación difícil, ya sea física, emocional, financiera, social, no importa cuál sea tu situación, tu vida se está desarrollando perfectamente como debería ser. Y cuando termines de leer este libro, lo que acabo de decir no sólo lo entenderás perfectamente sino que vas a ver el precioso regalo que continuamente se revelará a través de todas y cada una de tus experiencias.<br /><br />Una vez más quiero recordarte que cuando embarcas en una travesía de descubrimiento propio, el mundo que estás acostumbrado a ver cambiará, y algunas de tus experiencias serán un poco difíciles de manejar. Para muchas personas éstas son etapas un poco temerosas. Aun así, esto es parte de un proceso espiritual divino y precioso, uno donde tendrás la oportunidad de descubrir ese aspecto tuyo el cual es tan magnífico, increíblemente poderoso, tan glorioso, tan precioso y amoroso que no se podría describir con palabras. Pero para tener esa experiencia tienes que estar abierto de mente y corazón. Tienes que estar dispuesto a dejar a un lado todo lo que crees que sabes. Para ilustrar mi punto, hay una historia donde un profesor de filosofía estaba muy entusiasmado en conocer a un gran maestro en la India. Cuando finalmente se encontró frente a frente con el maestro, el profesor empezó a hablar y a compartir con el maestro todo su conocimiento. El maestro calladamente le preguntó al profesor si quería una taza de té. El profesor aceptó, y continuó hablando. Eventualmente, mientras el maestro estaba sirviendo el té, el liquido empezó a desbordarse fuera de la copa, y cuando el profesor sintió el liquido en sus pantalones le dijo al maestro que dejase de servir puesto que la copa estaba llena. Con una sonrisa el maestro le dijo al profesor, “su mente está tan llena de lo que usted sabe, que no hay espacio para que entre nada mas.”<br /><br /><i>Un Curso de Milagros</i> me recuerda: "Aquellos que nunca se olvidan de que no saben nada, y que finalmente están dispuestos a aprenderlo todo, lo aprenderán. Pero mientras confíen en sí mismos, no aprenderán. Pues habrán destruido su motivación de aprender pensando que ya saben." T-14.XI.12.:1-3 Cuando estés dispuesto a aceptar que no sabes nada, en ese momento tendrás acceso al conocimiento. El conocimiento que te llevara a tu libertad; el conocimiento que solo se puede experimentar cuando recuerdas <b><i>Quien en realidad eres!</i></b></span></div>
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</script>Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-37702946305276290442010-11-17T13:42:00.003+01:002014-05-04T14:42:31.897+02:00DIOS ES FELICIDAD (Neale Donald Walsch)<div align="justify">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7AejAM7hYNXubyaubYpMrWB9hLvjvTp0VHFcKMnucC1RMRLUJ90vCIt6rMjROepkSQHbzqDRq5LBmGmROTrB-e4w-D75jRgK-JOxFYvPhksjm7RNv5FNUH1PdRqDBwB8yVvdM3N0SuCg/s1600/302360027_1391067125.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7AejAM7hYNXubyaubYpMrWB9hLvjvTp0VHFcKMnucC1RMRLUJ90vCIt6rMjROepkSQHbzqDRq5LBmGmROTrB-e4w-D75jRgK-JOxFYvPhksjm7RNv5FNUH1PdRqDBwB8yVvdM3N0SuCg/s1600/302360027_1391067125.jpg" height="360" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><b>CAPITULO 27<br />DIECISIETE PASOS PARA SER MÁS FELICES QUE DIOS</b></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><b> </b><br />Está bien. Ya hemos creado un contexto amplio dentro del que podemos considerar los pasos que esbozamos aquí, al principio de nuestras exploraciones. Vamos a ver ahora estos pasos poderosos que puedes dar para que tu vida sea más gozosa, más pacífica, más realizada, más emocionante, más satisfactoria y más divertida.<br /><br />Yo creo que toda la humanidad puede ser más feliz que Dios. Esto se producirá después de la segunda gran reforma de las religiones de la humanidad.<br /><br />No te desanimes. Está de camino. Va a producirse, más bien pronto que tarde. En el diálogo titulado El Dios de mañana se me dijo que tendría lugar en un plazo de veinticinco a treinta años, o quizá menos, en función de las circunstancias del mundo.<br /><br />El mundo está perdiendo la paciencia consigo mismo. Sus habitantes ven que el camino que llevamos, que el modo en que estamos cocreando la vida sobre la tierra, no es sostenible. Ven también que son muchas de nuestras creencias más fundamentales acerca de Dios y de la vida (aunque desde luego que no todas) las que están provocando nuestras conductas disfuncionales. Por eso puedes esperar un cambio importante de nuestra experiencia religiosa, que se transformará, en un futuro no muy lejano, en lo que yo he llamado la Nueva Espiritualidad.<br /><br />Mientras tanto, puedes ser muchísimo más feliz de lo que has sido nunca a nivel personal... ¡por muy feliz que hayas sido!<br /><br />He aquí diecisiete pasos que te pueden llevar hasta allí.<br /><br /><b>1. Pon fin a la Teología de la Separación</b><br /><br />Trabaja tu propia vida y tu sistema personal de creencias para eliminar todo pensamiento de separación de Dios. Libérate de esa teología, sin más. </span></div><br><br>
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<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"></span> </div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOaNkxRPKPV-FUjp_wIGhHw20j9Hfk_kzCe7Cxehwpfmb9shJrXkT5VXVa6E3MnIEtrgRX23wDKasLNCLJDE6jkVFk6yX0KTU4j6tv7SCTgRaOSJGxY2Z7H9vj8eIz-oIkKACoVvTSRiA/s1600/DIOS+ES+FELICIDAD+(Neale+Donald+Walsch).jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOaNkxRPKPV-FUjp_wIGhHw20j9Hfk_kzCe7Cxehwpfmb9shJrXkT5VXVa6E3MnIEtrgRX23wDKasLNCLJDE6jkVFk6yX0KTU4j6tv7SCTgRaOSJGxY2Z7H9vj8eIz-oIkKACoVvTSRiA/s1600/DIOS+ES+FELICIDAD+(Neale+Donald+Walsch).jpg" height="320" width="230" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">La Teología de la Separación es una teología que se empeña en que nosotros estamos «aquí» y Dios está «allá». Su doctrina nos dice que Dios nos separó de Él en castigo por nuestros pecados, y que nuestra tarea consiste ahora en volver a Dios, lo cual sólo es posible si Dios lo permite; y sólo lo hará si obedecemos sus mandamientos, si seguimos sus leyes y si nos sometemos a su voluntad. En resumen, debemos hacer Lo Que Dios Quiere. (Puede consultarse mi estudio detallado de este tema en mi libro What God Wants, Atria Books, 2006.)<br /><br />Esta Teología de la Separación ha producido una Cosmología de la Separación (es decir, una manera de entender la vida en este planeta con la separación como principio básico), que ha producido, a su vez, una Sociología de la Separación (es decir, una manera de socializar nuestra especie que nos exige comportarnos como seres separados, al servicio de nuestros respectivos intereses separados), que ha producido una Patología de la Separación (es decir, una conducta patológica que produce sufrimientos, conflictos, violencia y muertes a nuestras propias manos).<br /><br />Nuestra Patología de la Separación sólo se curará cuando nuestra Teología de la Separación se sustituya por una Teología de la Unidad. Debemos llegar a entender que toda la vida es Una. Éste será tu primer paso, y es el primero de mi lista. Es el principio del fin de cómo son las cosas ahora. Es el comienzo de una creación nueva, del hacer realidad la próxima versión, la más grandiosa, de la visión más grande que hayas tenido nunca de Quién Eres.<br /><br />
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La Verdad Callada nos revela que la Unidad no es una característica de la vida... sino que la vida es una característica de la Unidad.<br /><br />La vida es la expresión de la Unidad Misma. Dios es la expresión de la Unidad Misma. La Vida y Dios son Uno. La Unidad es Dios y la vida. Es un círculo.<br /><br />Cuando hemos entendido esto, vemos a Dios en todos y en todo. Incluso en nuestros yos divinos. Vemos claramente que somos Dios diosando. Es decir, Dios en el acto de recrearse a sí mismo. Dios, y la vida, evolucionan. Dios no permanece nunca igual, sino que se hace mayor y más de lo que es Dios a cada momento.<br /><br />Dios es más de todo ahora mismo que lo era hace un nano-segundo. Cuando resolvamos nuestro propio caso de «error de identidad», cuando nos identifiquemos con Lo Que Es Dios, entonces seremos tan felices como Dios.<br /><br />Pero, ahora, atiende a lo siguiente. Si empleamos el término «Dios» para indicar la Divinidad Colectiva, y el término «tú» para indicar la individualización de la Divinidad, y si llega el día en que tú hayas elevado tu consciencia hasta un nivel en que seas más feliz que muchas otras individualizaciones...; bueno, pues entonces serás más feliz que «Dios».<br /><br />La individualización que eres «Tú» tendrá una consciencia más elevada que el número máximo de otras individualizaciones de la Divinidad que llamamos «Dios», del mismo modo que otros mensajeros, avatares y maestros anteriores (Buda, Moisés, Jesús, Mahoma y otros más) tuvieron la experiencia de la elevación de sus propias Consciencias Individualizadas por encima del nivel de la Consciencia Colectiva. Entonces asumieron la misión de elevar la Consciencia Colectiva de la humanidad para que la Totalidad Que Es Dios pudiera evolucionar todavía más, expandiéndose más aún en la consciencia y en el autoconocimiento total. Eso es lo que hacían ellos aquí.<br /><br />Toda vida es divina, y cuando tratemos a toda vida como divina, lo cambiaremos todo. Pues ¿cómo es posible que un solo aspecto, que una sola Individualización de la Divinidad sea completamente feliz mientras alguna otra Individualización sea completamente infeliz? La respuesta es que no es posible. Y así nos elevaremos unos a otros, para que todos podamos vivirnos a nosotros mismos siendo «más felices que Dios».<br /><br />«He venido para que podáis tener vida y con mayor abundancia», dijo un Maestro. Y el Maestro-Que-Hay-En-Ti dirá un día lo mismo. Cuando la tierra se transforme de este modo, persona a persona, ya no morirán niños de hambre. No habrá millones que sufran opresión. Las naciones ya no lucharán contra las naciones. Cuando tratemos a todos como Divinos, ya no habrá guerras.<br /><br /><b>2. Mantente en contacto con quien eres</b></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><b> </b><br />Recuerda que tú no eres tu cuerpo sino un alma que realiza con el cuerpo un viaje de gozo. Recuerda que tu alma es una parte eterna de Dios. Recuerda que Dios y tú sois Uno. Después, ten bien claro lo que es más importante para esa Individualización de la Divinidad que se está manifestando como Tú, aquí mismo, ahora mismo. Trátalo todo y trata a todos como si estuviera y estuvieran sintonizados perfectamente con todo y sincronizados perfectamente con el programa de trabajo de tu alma.<br /><br />Entiende que, por ser Quien Eres, nada puede hacerte daño, y no necesitas nada para ser absolutamente feliz en este cuando/donde de tu existencia eterna.<br /><br />Lo que te digo aquí es que te veas a ti mismo como a un Ser Espiritual con cuerpo, con la misión sagrada de la autorrealización y de la autocreación. Empieza por darte cuenta de Quién Eres de Verdad; después, re-créate a ti mismo en la próxima versión, la más grandiosa, de la visión más grande que hayas tenido nunca de ese Quien Eres. Tu tarea diaria, que no es tan difícil como puede parecer al principio, es la siguiente: Recuerda tu identidad. Retén tu identidad. Recrea tu identidad.<br /><br />Recuerda tu identidad contra todos los indicios que indiquen lo contrario. Retén tu identidad ante todas las situaciones que tiendan a negarla.<br /><br />Recrea tu identidad ante todas las invitaciones que te haga la vida a quedarte donde estás.<br /><br /><b>3. Da a los demás todas las vivencias que buscas tú</b><br /><br />El modo más rápido y más fácil de retener tu identidad es poner a los demás en contacto con la suya. El modo más rápido para tener cualquier vivencia es hacer que los demás tengan la misma vivencia. Si quieres vivir tu Yo Divino y tu identidad verdadera, haz que otro viva su Yo Divino y su identidad verdadera.<br /><br />Devuelve a las personas a ellas mismas.<br /><br />Esto lo puedes hacer de cien maneras, en mil vidas, en un millón de momentos.<br /><br />Si quieres vivir cualquier cosa en tu propia vida, haz que otro la viva en la suya. Si quieres vivir el amor, haz que otro sea amado. Si quieres conocer la abundancia, haz que otro tenga abundancia. Si quieres conocer el éxito, haz que otro alcance el éxito. Si quieres conocer el poder, haz poderoso a otro. Si quieres conocer la sabiduría, haz sabio a otro. Si quieres conocer el amor romántico, haz que a otro le den amor romántico. Si quieres conocer el perdón, haz que a otro lo perdonen. Si quieres conocer la seguridad y la tranquilidad, haz que otro esté seguro y tranquilo. Si quieres conocer la vida de pareja perfecta, haz que otro viva perfectamente en pareja. Si quieres conocer la paz, haz que otro esté en paz.<br /><br />Lo que estoy diciendo aquí es que por donde mejor empieza la Creación Personal es en otro. Enfócate primero en el otro, siempre en el otro, no empieces nunca por el Yo, y lo que quiera vivir el Yo se hará realidad multiplicado por siete.<br /><br />Cualquier cosa que quieras crear para ti mismo, créala para otro. Esta es la forma más poderosa de la Energía de Atracción.<br /><br />¿Por qué funciona esto? Lo que llevas a otro, lo traes al Yo, pues no existe otro en la realidad última. Sólo existe el Yo. Cuando entiendas esto, habrás entendido todo lo que te hará falta para aprender a ser más feliz que Dios.<br /><br /><b>4. Ten claro que nada de lo que ves es real</b><br /><br />Vivimos en el mundo de la ilusión (ver en Comunión con Dios una exposición extraordinaria de las Diez Ilusiones de los Seres Humanos). Entenderás tu relación verdadera con todo lo que te rodea cuando te consideres a ti mismo como un ilusionista que contempla sus propios trucos. Diviértete, como se divierte un buen ilusionista, pero no olvides ni por un instante que todo es una ilusión. Lo que es más importante, no olvides que eres tú el que estás creando la ilusión. Por tanto, procura no perderte en ella.<br /><br />Lo que estoy diciendo es que te mantengas por encima del fragor de la lucha, advirtiendo que tú mismo estás creando tu propia vivencia de toda ella. Las circunstancias exteriores pueden presentarse de maneras muy diversas, pero tú controlas por completo la manera en que respondes y reaccionas a ellas. El momento en que eliges tu respuesta, y la eliges libremente y con toda atención, es el momento en que te recreas a ti mismo de nuevo. Este es el Momento de Poder. Este es el Tiempo de la Magia. Este es el Instante de Intención, en el que lo que eliges convertirte se revela a sí mismo en tu realidad vivida. Es cuando decides acerca de ti mismo y te ves a ti mismo siendo lo que has decidido ser, secuentáneamente. (Esta es la vivencia en que una cosa sucede tanto secuencial como simultáneamente.)<br /><br />Sabe siempre que lo que está pasando es lo que está pasando, pero que la manera en que tú vives lo que está pasando la estás inventando tú.<br /><br /><b>5. Decide que tú no eres tu «historia»</b><br /><br />Para vivir lo que está pasando de una manera que mantenga tu felicidad, lo más probable es que tengas que abandonar tu historia.<br /><br />Tu «historia» son todos los datos que has recogido acerca de lo que te ha pasado en tu vida, y la realidad que te has fabricado acerca del tipo de persona que eres tú y que son las demás personas, y de cómo os hicisteis así todos.<br /><br />Por ejemplo, cuando yo era niño, a los ocho años más o menos, me echaron al agua. Yo todavía no sabía nadar, de modo que estaba jugando y bañándome con un flotador hecho de una cámara de neumático, cuando unos chicos mayores y brutos decidieron sin más echarme al agua donde cubría mucho más que mi altura. Ellos no sabían que yo no sabía nadar, pero yo sí que lo sabía, y no olvidé jamás aquel miedo helado, que se convirtió en seguida en terror desenfrenado mientras me debatía en el agua intentando llevarme aire a los pulmones. Desde entonces pasé muchos años sin acercarme al agua, hasta bien entrada mi edad adulta. Al menos, sin aventurarme más allá de donde hacía pie.<br /><br />Todos nosotros tenemos historias como éstas, y todos tenemos un millón de historias así. Nuestras historias están compuestas de incidentes grandes y pequeños que se extienden a lo largo de una vida. Nos convertimos en la suma total de estos encuentros... a no ser que lo evitemos. En un momento dado podemos soltar una idea que albergamos acerca de nosotros mismos y de los demás, porque comprendemos que es necesario soltarla si queremos seguir adelante en la vida.<br /><br />La felicidad no la encontrarás nunca en tu historia; sólo la encontrarás en tu decisión más nueva y más grandiosa acerca de ti mismo y de los demás. Esto puede significar tener que decirte a ti mismo, respecto de muchas cosas que han sucedido: «Eso fue "entonces"; y esto es "ahora"». Ninguna de esas cosas ejerce ninguna relación sobre lo que está sucediendo en este momento.<br /><br />
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Un chico se ha criado con una madre dominante, exigente, crítica, a la que nada le parecía bien. El chico se marcha de casa de su madre a los dieciocho años y sigue viviendo su vida, a la que parece que se ha adaptado bastante bien. A los veintitrés, se enamora y se casa. Unos meses más tarde, a su esposa le molesta un poco una conducta de él. (Puede que no se trate de nada importante. Puede llegar a ser algo muy insignificante. Que él se olvida siempre de poner el tapón en la pasta de dientes...) Ella se lo comenta, y él estalla. «;Eh! [No me agobies! No- me-agobies.» Ella lo mira, atónita. ¿De dónde ha salido esto?<br /><br />Ha salido de su mente reactiva. Pero la invitación transformadora es para que salgas de tu mente creativa. Es para que te crees a ti mismo completamente nuevo, como quieres ser, no como has sido siempre. Aunque hayas tenido buenos motivos para ser como has sido siempre.<br /><br />Es importante que entiendas que tu mente subconsciente no conoce la diferencia entre el Entonces y el Ahora. Guarda todos los datos en un lugar donde no existe el tiempo. Por eso te puedes despertar una noche cubierto de sudor frío por haber soñado con una cosa que pasó hace veinte años. Tu mente sub- consciente (que, dicho sea de paso, controla la mayor parte de los sistemas de tu cuerpo) no sabe que lo que estás recordando no está sucediendo en realidad.<br /><br />Reaccionar es ni más ni menos que lo que la misma palabra indica. Es actuar (accionar) otra vez como actuaste antes. Éste es un camino que conduce con toda seguridad a la infelicidad, pues la felicidad máxima se encuentra en la creación, no en la reacción.<br /><br />Lo que estoy diciendo aquí es que lo que te está invitando a hacer la vida es a vivirte a ti mismo y vivir el momento que estás viviendo en cualquier cuando/donde determinado, tal como tú quieres vivirte a ti mismo, y no como solías vivirte a ti mismo.<br /><br />Se te invita a que renuncies a tu identidad anterior, a que abandones tus ideas viejas acerca de ti mismo, y a que te figures que la vida ha vuelto a comenzar para ti ahora mismo, al menos en lo que respecta a las decisiones más importantes respecto de quién eres y de cómo te van las cosas. En algunos círculos, a esto se le llama volver a nacer.<br /><br /><b>6. Ten sólo preferencias</b><br /><br />Muchas personas se hacen infelices a sí mismas simplemente porque les resulta imposible aceptar la vida tal como se está presentando aquí mismo, ahora mismo. Nada les parece lo bastante bueno y nada está bien del todo. Como en el cuento de la princesa y el guisante, estas personas no pueden sentirse cómodas de ninguna manera con su situación ni sus circunstancias, con su entorno o con sus compañías. Nada funciona, nada es lo bastante bueno, lo bastante rápido, lo bastante grande. Son unas personas que siempre encontrarán el motivo para no ser felices del todo, mientras exista eso que llamamos tiempo meteorológico. No son capaces de celebrar lo que es, sino que necesitan, más bien, quejarse de lo que no es.<br /><br />Celebrar o quejarse: ésta es la opción de cada momento. Si eliges lo primero en vez de lo segundo, tu vida podrá llenarse de sonrisas para siempre.<br /><br />Verás, existe una manera de ser más felices que Dios, y consiste en no exigir que nada sea diferente en ningún sentido de como es ahora mismo.<br /><br />Esto no significa que no aspires nunca a cambiar nada. Sí que significa que no bases tu felicidad en si se está produciendo o no ese cambio. Es una cuestión de dejar de vivir la vida a base de adicciones y pasar a vivirla a base de preferencias.<br /><br />Si te ofrecen una copa de helado de vainilla y la verdad es que prefieres el de chocolate, no tiene nada de malo que indiques tu preferencia; de hecho, es muy sano que la indiques. («Muchas gracias, muy amable. Pero, con su permiso, ¿hay helado de chocolate, por casualidad? A decir verdad, ies el que más me gusta!»)<br /><br />El fruto de estas palabras sinceras puede ser que te acaben dando el helado que más te gusta! Y lo peor que puede pasarte es que te tengas que conformar con el de vainilla, lo cual tampoco está mal, pues tu afición al helado de chocolate no es para ti más que una preferencia y no una adicción.<br /><br />Siempre podrás saber si tienes adicción a algo, en vez de simplemente preferirlo, observando si la falta de ese algo te hace perder la felicidad.<br /><br />En el ejemplo anterior, estamos suponiendo que no serías infeliz si no te dieran helado de chocolate, sino que estarías contento con el de vainilla. Por tanto, el helado de chocolate no es más que una preferencia y no una adicción.<br /><br />La idea para la vida consiste en convertir tus adicciones en preferencias. Encontré por primera vez este concepto en el libro extraordinario de Ken Keyes Hacia la expansión de la conciencia. Recomiendo a todos este libro de visión profunda.<br /><br />Las adicciones se transforman en preferencias por el sencillo método de observar sinceramente cuánto te perderías de verdad si no tuvieras lo que crees que quieres y que necesitas aquí mismo y ahora mismo. Suele ser con frecuencia mucho menos de lo que te piensas.<br /><br />Lo que estoy diciendo aquí es que, mientras se esté viviendo la vida, siempre habrá algo que celebrar. Ver el vaso medio lleno, más que medio vacío, es algo más que un aforismo ñoño. Es la clave de la felicidad perdurable.<br /><br />Si sales de tu historia el tiempo suficiente para echar una mirada a la vida con sinceridad y para darle una oportunidad, advertirás que la vida te está presentando ahora mismo y casi a cada momento todo lo que necesitas para estar satisfecho y en paz. Lo único que tienes que hacer para vivirlo así es cambiar tus requisitos para este momento presente.<br /><br />El cambio de requisitos es muy sencillo, en realidad. No es más que una cuestión de cambiar de opinión acerca de lo que necesitas ahora mismo. La verdad es que no necesitas nada en especial. La «Necesidad» es una de las Diez Ilusiones de los Seres Humanos. No es real. A ti te puede parecer un desafío asumir esta idea dentro de tu realidad vital, pero quizá no te cueste tanto esfuerzo ver que la mayoría de las cosas que te parecía que no podías vivir sin ellas no las necesitabas en realidad. Habrás encontrado una manera no sólo de existir sin esas cosas, sino de sonreír, reír y ser feliz sin ellas.<br /><br />El «Requisito» es otra de las Diez Ilusiones de los Seres Humanos (puedes ver la lista completa, con su explicación, en el Apéndice). Es la ilusión de que existe algo que debes tener absoluta y necesariamente para poder vivir. Pero no hay nada que debas tener aparte de lo que ya tienes ahora mismo, que es el Yo tal como es en realidad. No puedes morir, y tu vida no puede terminar, porque tú eres la vida misma manifestada. Cuando hayas entendido esto, ya no temerás a la muerte, y entonces ya no temerás a la vida. Tampoco volverás a sentir una necesidad apremiante y visceral de nada en particular. Esto lo cambia todo.<br /><br /><b>7. Ve la perfección</b><br /><br />Velo todo tal como es: el suceso perfecto, que viene en el momento perfecto para proporcionarte la oportunidad perfecta de expresar de la manera perfecta aquello que es la Perfección Misma. En su relación personal contigo, la perfección es el Yo que has elegido ser y que ahora optas por demostrar y vivir.<br /><br />Ésta es una cosa que la mayoría de la gente no es capaz de admitir y que se niega a reconocer; pero es la verdad acerca de ti; y Dios lo sabe. Lo que he aprendido yo a consecuencia de mis tratos directos con Dios es que yo soy íntegro, Completo y Perfecto tal como soy. Y tú también lo eres.<br /><br />Esto se aplica igualmente al sabio y al pecador, al ángel y al canalla. En el mundo de Dios no hay pecadores ni canallas. Sólo hay Individualizaciones de la Divinidad, algunas de las cuales han olvidado Quiénes Son de Verdad.<br /><br />En cada uno de los momentos dorados del Ahora tenemos la oportunidad de aprovechar ese momento, y todo lo que encierra y ofrece, para recordar<br /><br />Quiénes Somos de Verdad; y, a continuación, para demostrarlo. La vida nos otorga los dones de la eternidad y del infinito para que podamos conocernos a nosotros mismos en nuestras propias vivencias... y para que, después, nos recreemos a nosotros mismos de nuevo en la próxima versión, la más grandiosa, de la visión más grande que hayamos tenido nunca de Quiénes Somos.<br /><br />Éste es el proceso que llamamos evolución. Éste es Dios diosando.<br /><br />Lo que estoy diciendo aquí es que no juzgues ni condenes a las personas ni los sucesos que te pone delante la vida, sino que mantengas la conciencia plena de que tú, tú mismo, te los has atraído, para que puedas cumplir todas las posibilidades de la vida, su promesa y su propósito.<br /><br />William Shakespeare escribió: «Nada es malo hasta que nuestros pensamientos lo hacen malo». Nos estaba diciendo que una cosa es lo que la queramos llamar. Con esta idea nos entregó las llaves del reino.<br /><br /><b>8. Sáltate el drama</b><br /><br />Recuerda que nada tiene más significado que el que tú le atribuyas. Repítelo mentalmente, en silencio, en cualquier momento de estrés o de alteración: Nada tiene más significado que el que yo le atribuyo.<br /><br />Es una variante de las palabras de Shakespeare que acabamos de citar, y la primera vez que las vi expresadas de este modo fue en Un curso de milagros. Estas diez palabras pueden cambiar toda tu manera de vivir la vida. Pueden frenar en seco el drama. Pueden partir por la mitad la confusión y la angustia emocional. De hecho, pueden llegar a eliminarlos por completo.<br /><br />Apréndete de memoria esas diez palabras y utilízalas a modo de mantra cuando te parezca que se te está estropeando el día... o la carrera profesional, o la vida de pareja, o cualquier otra cosa que hayas preparado y trabajado con tanta dedicación. Recuerda que en muchos casos en que parece que se nos está estropeando la vida, lo que pasa es que se nos está arreglando por primera vez.<br /><br />Cuando yo me alteraba por las cosas cuando era niño, mi madre me decía: «¿Qué importancia crees que tendrá esto cuando tengas noventa años?». Esto me tranquilizaba un poco, evitando que cayera en excesos emocionales que no eran buenos para nadie, y mucho menos para mí.<br /><br />«Si crees que dentro de noventa años vas a estar sentado en tu mecedora, en el porche de tu casa, preocupado por esto, preocúpate ahora. Si crees que entonces vas a estar alterado por esto, altérate ahora. Si no lo crees, déjalo sin más.» Esto es lo que me decía mi madre.<br /><br />Me encanta esta palabra, «déjalo». Déjalo...<br /><br />Respira hondo y relájate.<br /><br />Lo que estoy diciendo aquí es que no te precipites a ponerte en modo de «reacción» en cuanto aparezca una energía negativa. Trabaja duro contigo mismo para quedarte en el espacio de «creación». Date cuenta de que lo que estás viendo puede ser simplemente el funcionamiento de la Ley de los Opuestos, que ejerce su efecto en el Proceso de la Creación Personal. Adopta una postura de agradecimiento siempre que puedas. . . y no dudes en servirte del humor para alcanzar esa postura. Yo he descubierto que el mejor es el humor con el que te ríes de ti mismo. Es lo mejor de todo, sin discusión. Para acabar con los reveses y el drama innecesario de mi vida, todo lo que tengo que hacer es reírme de mí mismo. Es una excelente medicina.<br /><br /><b>9. Entiende la tristeza</b><br /><br />No es lo mismo la tristeza que la infelicidad. Mientras escribía este libro murió mi perrita, Lady. Me había hecho compañía durante más de catorce años. Los últimos doce meses había padecido cada vez más dolores, por diversos achaques y enfermedades. Al final estaba completamente sorda y apenas era capaz de andar. En sus últimos días no podía levantarse siquiera.<br /><br />Cuando murió, me puse triste, pero no infeliz.<br /><br />¿Captas la diferencia?<br /><br />No se trata de una diferencia sin importancia ni de un matiz trivial.<br /><br />Yo estaba triste porque Lady ya no estaba conmigo, pero feliz porque ya no sufría. Estaba feliz, muy feliz, porque había seguido su camino, celebrando su Día de la Continuación.<br /><br />Hasta me sentía «feliz de estar triste», porque mi tristeza me decía algo acerca de mí mismo. Me decía que yo tenía cariño. Me decía que yo tenía amor. Me decía que yo era un ser humano y que, a pesar del aspecto que estaba adquiriendo el mundo a mi alrededor, insensibilizador para todos, yo había mantenido el contacto con mi humanidad.<br /><br />Sí, estaba feliz de mi tristeza y de lo que me decía acerca de Quién Soy. Mi tristeza me hacía sentirme bien.<br /><br />Tu tristeza no tiene por qué hacerte infeliz. Tu tristeza, como señal de tu situación en tu camino evolutivo, puede servirte de confirmación interior de la profundidad de tus sentimientos y, por tanto, de quién eres como persona y como ser espiritual.<br /><br />Por eso, cuando muera alguien, consiéntete a ti mismo sentir duelo. Cuando alguien te haga daño, permítete sentir tristeza. Y sobre todo cuando haces daño a otra persona, permite que tu arrepentimiento vaya acompañado de tristeza. Otórgate a ti mismo el don de la tristeza, y verás cómo sanas más deprisa de todas las vivencias que te inspirarían la tentación de olvidarte de tu identidad plena.<br /><br />Lo que estoy diciendo aquí es que tu tristeza acerca de cualquier cosa no debe impedirte ser más feliz que Dios, más feliz de lo que fuiste antes. La felicidad es acumulativa. Cuanto más la sientes, mayor se hace. Ahora me siento más feliz que en los días anteriores a cuando Lady se acostó por última vez. Me siento más feliz que cuando tenía cincuenta años, más feliz que cuando tenía treinta años; de hecho, me siento más feliz que nunca en mi vida.<br /><br />Y he aprendido a acomodar mi tristeza y a tenerla dentro de mi felicidad, convirtiéndola en una parte maravillosa de ésta. He aprendido, en efecto, que «la felicidad» se alcanza por el proceso sencillo de abrazar toda la vida tal como es.<br /><br /><b>10. Deja de discutir con la vida</b><br /><br />Una gran proporción de la falta de felicidad que sentimos en nuestras vidas es consecuencia de nuestros juicios de valor. Tendemos a juzgarlo todo. A las personas que nos rodean, las circunstancias que presentan éstas, los hechos del momento y, naturalmente, a nosotros mismos.<br /><br />Hay personas que no pierden una sola oportunidad de adoptar su postura de juicio de valor. Es casi como si estuvieran juzgando la vida misma. Constantemente.<br /><br />
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Lo que resulta especialmente interesante acerca de la mayoría de los juicios humanos es que la gente ni siquiera se basa en una medida objetiva para llegar a sus conclusiones. En general, aplican una vivencia anterior, sus ideas propias, su propia «historia», como base para tomar una decisión sobre otra persona.<br /><br />Naturalmente, nunca se les ocurre que bien podrían ser sus propias vivencias, sus ideas, su «historia», las que estén algo desviadas. He observado esto con el distanciamiento suficiente para llegar a la conclusión de que probablemente yo mismo lo esté haciendo así. Por eso me he esforzado mucho en sustituir los juicios a los demás por la reflexión sobre mí mismo.<br /><br />Cuando siento la tentación de juzgar a los demás, miro dentro de mí para determinar cuándo obré yo de esa manera en mi vida; cuándo produje yo esos resultados en mi vida; cómo es posible que yo cometiera tales errores en mi vida. De pronto, me llega una oleada de compasión que barre los juicios de valor y que hace imposible una condena por mi parte.<br /><br />Lo que estoy diciendo aquí es que en un corazón que tiene amor no hay lugar para los juicios de valor. Pero recuerda que juzgar no es discernir, y observar no es juzgar. Saber discernir es muy saludable, y hacer observaciones es muy natural. Una observación dice: «Esto es así». Un juicio de valor dice: «Esto no debe ser así».<br /><br />Sobre todo, no te juzgues a ti mismo; pues Dios no te juzgará jamás. No; ni ahora ni nunca. Esta es la verdad que está detrás de la verdad. Esta es la verdad que no se puede pronunciar. Esta es la blasfemia de entre las blasfemias. El Juicio y la Condena se cuentan entre las Diez Ilusiones de los Seres Humanos. Sencillamente, no son reales.<br /><br /><b>11. Abandona todas las expectativas</b><br /><br />Nada representa un obstáculo mayor para la felicidad duradera (o incluso para la felicidad a corto plazo) que las expectativas. Abandónalas ahora mismo y no vuelvas a albergarlas jamás, acerca de nada ni de nadie.<br /><br />Olvídate de cómo crees que «deben ser» las cosas. En el universo no existe el «debe ser». El «debe ser» es una invención humana que no tiene nada que ver con la realidad última. Debes saber que los giros y los desvíos que nos apartan del camino que creíamos que íbamos a seguir no son rodeos en absoluto, sino que son el camino más rápido que conduce de donde estamos a donde queremos estar. De lo contrario, no lo seguiríamos.<br /><br />Confía en que Dios sabe lo que hace. Debes saber que la vida siempre está conspirando a tu favor. Entiende que las expectativas no son más que la idea que tienes acerca de algo, y que esta idea no tiene ni puede tener en cuenta el tejido complejo de los viajes vitales que todos emprendemos de manera secuencial y simultánea, en la vivencia cocreativa y colectiva del Alma Única expresada a través de los Muchos.<br /><br />Dicho de otro modo, aquí pasan más cosas de las que se aprecian a simple vista. Hay más de un programa de trabajo. El objetivo es único, pero el proceso es múltiple.<br /><br />Si eres consciente de ello constantemente, descubrirás que el hecho de aferrarte a las expectativas sólo sirve para encrespar el Plan Perfecto y su representación en el escenario de la vida por todos los actores.<br /><br />Lo que estoy diciendo aquí es que las expectativas marcan un límite al modo en que defines la perfección, y que este límite constriñe tu creación de la perfección misma. Por tanto, no esperes nada y acepta todo lo que recibas. Acoge todo lo que se presente. Ama lo que es.<br /><br />Byron Katie escribió hace unos años un libro extraordinario titulado “Amar lo que es”: cuatro preguntas que pueden cambiar tu vida. A mí me encanta.<br /><br /><b>12. Ten compasión contigo mismo</b></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><b> </b><br />No te consideres «malo» por ninguna vivencia negativa con que te encuentres ahora (aunque tengas la sensación de que «te lo mereces» o de que «tú te lo has buscado»; de hecho, sobre todo si tienes esta sensación). En vez de ello, ten compasión con tu propio Yo y sabe que Dios te ha dotado del poder interior necesario para cambiarte a ti mismo, para cambiar tus motivos, tus conductas, tus circunstancias externas y tu vida misma, de aquí a un instante.<br /><br />Recuerda siempre que tú no eres tu pasado; que tú no eres quien eras ayer, ni siquiera quien eras hace un momento. Que cada nuevo día, cada nueva hora, cada nuevo momento, señalen un nuevo comienzo. Aunque estés en el último momento de tu vida, no será demasiado tarde para declarar tu próxima identidad, la más grandiosa, y para asumirla.<br /><br />Lo que estoy diciendo aquí es que la transformación es una cosa instantánea-momentánea, que tenemos abierta y disponible a cada segundo. La vida comienza de nuevo cuando tú lo dices. Por eso, sé delicado contigo mismo acerca de ti mismo. Perdónate con un beso tus (supuestos) defectos, debilidades y faltas, y recuerda siempre lo siguiente: si te vieras a ti mismo tal como te ve Dios, sonreirías mucho.<br /><br /><b>13. Di tu verdad en cuanto la conozcas</b></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><b> </b><br />La mayor lección que he aprendido en mi vida está relacionada con la verdad. No existe la Verdad Absoluta en el sentido objetivo; pero sí existe la verdad subjetiva; existe lo que es verdad para ti; y esto tiene una importancia extraordinaria para tu vida.<br /><br />Aspira a vivir de manera auténtica; aspira a ser plenamente tú mismo; pues cuando vives enseñando sólo la mitad de ti, dando a conocer sólo la mitad de ti, expresando sólo la mitad de ti, es cuando tienes garantizada la infelicidad.<br /><br />No ocultes a nadie tu verdad personal, tus sentimientos auténticos, tu vivencia aquí-y-ahora; ni mucho menos los ocultes a tus seres más queridos ni a tu persona amada.<br /><br />Es interesante que éstas suelen ser las personas a las que más cosas ocultamos. Solemos hacerlo porque no queremos herirlas en sus sentimientos. O quizá porque no queremos perder a esas personas.<br /><br />Por eso las mantenemos en su lugar a base de mantenerlas en duda, de tenerlas a oscuras, de no decirles todo lo que es nuestra verdad. Esto es exactamente lo contrario de lo que más nos puede beneficiar; pero vivimos como recluidos de la expresión de nuestros sentimientos, esperanzas, temores y deseos más auténticos. Y eso no es vivir en absoluto; eso es morir.<br /><br />Es una muerte lenta, pero segura. Y una mañana nos despertamos y, sencillamente, ya no nos sentimos vivos.<br /><br />Así pues, di tu verdad en cuanto la conozcas. No te pienses que estás protegiendo los sentimientos de otra persona a base de callarte o de guardarte cosas. Un maestro maravilloso me dijo una vez: «Di tu verdad, pero alivia tus palabras con paz». Puedes exponer la más difícil de las verdades con delicadeza. Hazlo así. No te pienses que estás evitando dolor a otros a base de callarte tu verdad. No es así. Los estás matando dulcemente con tu canción. Y eso es falso y poco sincero por tu parte.<br /><br />Lo que estoy diciendo aquí es que el camino para ser más felices que Dios es el camino de la verdad. Di la verdad a todos y acerca de todo, y vive tu verdad a cada momento y de todas las maneras, y así serás feliz para siempre en tu corazón; pues la verdad eleva el espíritu, la verdad libera la mente, la verdad abre el corazón y la verdad enciende la pasión y libera el amor del alma.<br /><br /><b>14. Observa las energías, atrapa las vibraciones</b><br /><br />Observar las energías que te rodean. Escuchar las energías. Percibir las vibraciones. Éstos son los tres niveles de la recepción. Puedes recibir energías viéndolas, oyéndolas y sintiéndolas.<br /><br />La energía que ves se llama luz. La energía que oyes se llama sonido. La energía que sientes se llama sentimiento.<br /><br />El sentimiento es el lenguaje del alma.<br /><br />Presta atención a las energías de la vida. Las estás recibiendo y enviando a cada instante. ¿Están en resonancia las energías que envías con las energías que recibes?<br /><br />La felicidad es el estado de resonancia más elevado. Esta noticia es muy interesante, pues significa que la felicidad no es algo que nos caiga del cielo, sino que es algo que podemos crear.<br /><br />Para crear felicidad te basta con crear resonancia entre tu interior y tu exterior. Por ejemplo, puedes conjuntar la energía de la ropa que te pones con el estado de ánimo en que te encuentras hoy. De hecho, esto lo haces de manera automática. Puedes conjuntar la energía de los alimentos que comes con la energía de tu cuerpo en cualquier momento dado.<br /><br />Estos ejemplos son sencillos. Aprende a escucharte a ti mismo. Siente las vibraciones de quien eres, y no hagas nada ni estés con nadie de una manera importante si las vibraciones no concuerdan.<br /><br />Yo soy incapaz de ir a ver una película, ni de escuchar música, ni de comer algo, ni de ponerme ropa, ni siquiera de decir palabras ni de albergar pensamientos con los que no esté en resonancia.<br /><br />Estas cosas las sientes. Puedes pasar la mano por encima de unos alimentos y sentir, literalmente, si te sientan bien ahora mismo. Puedes sentir a la gente, los espacios, los colores y... sentirlo todo, si prestas atención. Presta atención a tu vivencia exterior y presta atención a tu vivencia interior. Asegúrate de estar en resonancia con las personas, con los lugares y con las cosas que te rodean.<br /><br />Y escucha. Simplemente, escucha. Escuchar es un gran arte. ¿Sabes que puedes hacer felices a las personas con sólo escucharlas? ¿Sabes que te puedes hacer feliz a ti mismo a base de escuchar a los demás? Escuchar es una de las maneras más ricas de hacer el amor.<br /><br />Está cargada de gratificaciones, cargada de gozo.<br /><br />Intenta absorber todo lo que está pasando en tu espacio. Después, mira a ver si hay concordancia. Y si no hay concordancia, rehúye ese espacio.<br /><br />Lo que estoy diciendo aquí es que, cuando sigues este paso, tienes muchas más posibilidades de ser feliz. No hace falta «seguir la corriente» para poder «llevarse bien». Presta atención a la energía, capta las vibraciones, y si está en resonancia con Quien Eres y con Quien Eliges Ser, fusiónate con ella y cocrea con ella. Pero si la energía y las vibraciones no están sincronizadas con Quien Eres y con Quien Eliges Ser, apártate de ellas. No de manera brusca, ni grosera, ni con juicios de valor, sino con suavidad, con dulzura, con delicadeza, con amabilidad... y con decisión. No cambies de opinión diciéndote: «Bueno, esto lo puedo aguantar...». Cambia tu vivencia.<br /><br />Prestar atención a las energías y a las vibraciones de la vida te puede hacer cambiar tu alimentación, tus hábitos de lectura, lo que ves en televisión y en el cine, tu manera de vestir, tu manera de hablar... hasta te puede hacer cambiar de compañías.<br /><br />Da la bienvenida a estos cambios. Son los primeros pasos del viaje a la dicha.<br /><br /><b>15. Sonríe</b><br /><br />Esto puede parecer una tontería, pero es uno de los recursos más poderosos que me he encontrado en mi vida. Sonríe cinco veces al día sin ningún motivo especial. Y, desde luego, y claro está, sonríe en seguida, ampliamente, cuando sí tengas algún motivo para sonreír.<br /><br />Hay personas que no sonríen nunca, o muy rara vez. No son capaces de sonreír ni siquiera cuando todos los presentes se están riendo a carcajadas. Estas personas pueden ser simplemente tímidas, o pueden tener un dolor profundo. Pero lo importante es saber que la sonrisa es capaz de curar estas dos dolencias. La sonrisa no tiene por qué ser un mero acto reflejo. La sonrisa puede ser un acto deliberado e intencionado. Cuando lo es, se convierte en un acto de creación y, por tanto, en una herramienta poderosa.<br />Sonríe con facilidad y comparte con facilidad tu sonrisa con los demás.<br /><br />Iluminarás tu corazón, e iluminarás también el lugar donde estés.<br /><br />Hace años encontré un libro estupendo, “Sonríe, aunque no tengas motivo”, de Lee L. Jampolsky. Léelo; lo encontrarás maravilloso.<br /><br />Lo que estoy diciendo aquí es que ¡hay que sonreír más! La sonrisa cambia, verdaderamente, las vibraciones de tu cuerpo. Modifica fisiológicamente la química de tu ser. Libera endorfinas de efecto salutífero. ¿Lo sabías? Lo dice la ciencia médica, y es verdad.<br /><br /><b>16. Canta</b><br /><br />Si lo anterior te pareció ñoño, ¡a ver qué te parece esto! Canta.<br /><br />Quiero que me prometas que vas a cantar una vez al día por lo menos. Prométemelo. Lo cambiará todo. No puedes cantar con mala disposición. Y no puedes mantener una mala disposición mientras cantas.<br /><br />¡Canta todas las mañanas en la ducha!. ¡Canta en el coche!. Canta bajito al oído de tu persona amada. Canta en voz alta en el parque. ¡Mira cómo se ilumina lo que te rodea!. ¡Mira cómo aparecen las sonrisas! ¿Crees que alguien puede resistirse a una persona que está cantando? ¿Crees que puede resistírsele el mundo?<br /><br />Cantar conecta la mente con el corazón y el corazón con la mente. De manera que canta. ¡Te reto a que lo hagas!<br /><br />Lo que estoy diciendo aquí es que las herramientas y los recursos con los que podemos crear la felicidad son muy sencillos, tienen una sencillez elegante. Y los tenemos delante. ¿De qué estamos hablando aquí? De dar. Observar. Escuchar. Sentir. Sonreír. Cantar. ¡Dios mío, son cosas que no nos cuestan nada!<br /><br /><b>17. Sabe lo que debes hacer cuando las cosas están verdaderamente mal</b><br /><br />Está claro que hay ocasiones en que las cosas están verdaderamente mal. Eso no se puede cambiar ni con todo el pensamiento positivo del mundo. Las cosas son lo que son. No puedes taparlas, ni fingir, ni convertir una cosa en lo que no es.<br /><br />Qué hacer, qué hacer...<br /><br />En primer lugar, no te resistas a lo que está pasando. A lo que te resistes, persiste. Te va a parecer raro, pero... bendícelo. Bendice a todas las personas y todos los hechos que te están desilusionando, que te están asediando, que te están asaltando como flechas lanzadas desde lejos.<br /><br />Acepta y recibe la energía, porque sólo así podrás sanarla. Lo que no mantienes, no lo puedes sanar. Recuérdalo siempre. Lo que no mantienes, no lo puedes sanar. Por eso, debes mantener tu experiencia, abrazarla, relacionarte con ella con bondad amorosa, bendecirla... y, después, despedirla para que siga su camino.<br /><br />En segundo lugar, recuerda que las circunstancias exteriores no pueden crear jamás circunstancias interiores. Así pues, por muy mal que se pongan las cosas, lo que es exterior a ti no puede afectar de ningún modo a tu interior (a tu corazón, tu alma y tu mente), salvo en la medida en que tú decidas que lo afectará.<br /><br />Todavía tienes el control de tu propia vivencia.<br /><br />Éste no es ningún ideal soñado, absolutamente inalcanzable; es una cosa que podemos hacer todos los seres humanos, y muchas personas lo han demostrado. La lista de los que han soportado penalidades enormes y grandes dificultades en sus vidas sin dejar de abrazar una actitud pacífica, libre de condenas y de ataques, es legendaria, y es demasiado larga para reproducirla aquí.<br /><br />Son personas normales, gente corriente como tú y como yo. Estas personas mantuvieron su equilibrio soportando el dolor físico, las heridas emocionales, las derrotas personales y profesionales, y más cosas. Ya he hablado en este libro de Nelson Mandela. No es más que un ejemplo de las personas de las que estoy hablando. Otro ejemplo es el de Christopher Reeve, cuya brillante carrera quedó truncada brutalmente cuando el actor sufrió una caída de caballo en una exhibición ecuestre y quedó completamente paralizado hasta el cuello. Han existido otros muchos casos. ¿Cómo lo consiguieron?<br /><br />Buscaron y encontraron dentro de sí, de alguna manera, el valor que les permitió seguir adelante entre los hechos a los que tenían que hacer frente, enmarcarlos en sus mentes de una manera nueva y transformar y moldear así sus vivencias, convirtiéndolas en algo que les podría hacer crecer... y obtener así, incluso, un beneficio.<br /><br />Mi propia experiencia vital (pasé un año de mi vida viviendo sin hogar, a la intemperie, como un «sin techo», cuando el sistema de Seguridad Social no bastó para cubrirme y me vi reducido, literalmente, a mi última moneda de cinco céntimos) me ha enseñado que el universo es un lugar amable, que Dios está siempre de mi parte, y que nunca estoy solo ante las pruebas y el tumulto de mi vida.<br /><br />Me he vuelto muy filosófico acerca de la vida misma. Me digo que todas las cosas suceden para el bien superior, y lo creo así. Repito dos oraciones que me encantan. La primera dice así:<br /><br />Querido Dios, te doy las gracias hoy por lo que hay en mi mundo y en mi vida. Mi corazón reposa en el conocimiento de que veré que el dolor se vuelve gozo; la tristeza, alegría, y hasta la muerte, vida eterna.<br /><br />La segunda: Querido Dios, te doy las gracias por haberme ayudado a entender que este problema ya ha sido resuelto para mí.<br /><br />Con esto puedo dar la impresión de ser una persona que mantiene siempre la tranquilidad; pero te aseguro que no soy así. Lo que sí sé es que estoy aquí haciendo un viaje; un viaje que, a la larga, no tiene nada que ver con mi cuerpo y lo tiene todo que ver con mi alma. Y así sigo mi camino hacia mi Casa, entendiendo que cada paso en el camino me acerca un poco más a mi reunión futura, última y maravillosa con Dios, donde reside la paz, el gozo y el amor sin fin.<br /><br />Lo que estoy diciendo aquí es que Dios está contigo, hasta el final de los tiempos. Y cuando conozcas el amor omnipresente de Dios, en ti y como tú mismo, serás más feliz de lo que has sido nunca.</span></div>
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</script>Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-80028032651886142492010-11-03T13:19:00.002+01:002014-05-05T01:13:28.944+02:00"CUANDO EL CALZADO ES CÓMODO, TE OLVIDAS DEL PIE" (Osho)<div align="justify">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1GoS8TXmeQuz015XxrVTiZzHTaACpPL3N-egsOzAb8HJSa6e-X-Q-lY4tl4wpT_eaeIhHwuUqHDzll4XoUpNTFSNgvyr94FlGmB7sQJF5WU1hOTnX6Qo3YmfOm1HuWFRiMB1j9BEyWG4/s1600/cuando-el-calzado-es-comodo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1GoS8TXmeQuz015XxrVTiZzHTaACpPL3N-egsOzAb8HJSa6e-X-Q-lY4tl4wpT_eaeIhHwuUqHDzll4XoUpNTFSNgvyr94FlGmB7sQJF5WU1hOTnX6Qo3YmfOm1HuWFRiMB1j9BEyWG4/s1600/cuando-el-calzado-es-comodo.jpg" height="434" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;"><b>CAPÍTULO 4 - GALLO DE PELEA</b><br /><br />Chi Hsing Tzu criaba gallos de pelea para el emperador Hsuan.<br /><br />Estaba entrenando un ave muy buena. El emperador no dejaba de preguntarle si el gallo estaba listo para pelear.<br />-Todavía no –contestó el criador-. Está que arde. Está dispuesto a iniciar una pelea con cualquier otro gallo que vea. Se muestra engreído y demasiado seguro de sí mismo.<br /><br />Al cabo de diez días volvió a contestar:<br />-Todavía no. Se enciende en cuanto oye cacarear a otro gallo. Y diez días más tarde:<br />-Todavía no. Sigue teniendo esa mirada fiera y encrespa las plumas.<br /><br />Después de otros diez días, el criador dijo:<br />-Ahora está casi listo. Cuando oye cacarear a otro gallo ni siquiera pestañea. Se queda inmóvil como un pedazo de madera.<br />Es un luchador maduro. Los otros gallos le pondrán la vista encima y saldrán corriendo.<br /><br />LA MENTE HUMANA siempre acaba en el ego: ese es su crecimiento final. Así que primero hay que comprender cómo la mente humana se convierte en el ego.<br /><br />El ego es la barrera: cuanto más se es, menos divino se puede ser; cuanto menos se es, más disponible se está para el divino. Si permanecéis totalmente vacíos, el divino se convierte en el huésped; y se convierte en el huésped sólo cuando estáis totalmente vacíos, cuando ni siquiera resta un fragmento de vosotros. Entonces vosotros os convertís en los anfitriones, y él en vuestro huésped. Cuando no sois, vosotros mismos sois los anfitriones; cuando sois, todas las oraciones son en vano, todas las invitaciones falsas. Cuando sois, es que todavía no le habéis llamado porque la llamada sólo puede ser auténtica cuando no se es. Es la sed silenciosa de un ser vacío, una plegaria en silencio sin ninguna palabra de una mente que ya no es, de un ego que se ha disuelto.<br /><br />En una ocasión, el mulá Nasrudín vino a verme, muy preocupado, triste y perplejo, y me dijo:<br />-Estoy muy preocupado. Ha surgido un problema, y no soy un creyente ciego, soy un hombre racional.</span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQpAM1rJcEnSC3tXeUreUM2CWG4y2kypV5NWMowLQkc9ZlCSzytnigH8uSJ30g24WfqErYF2oslqB3gpV8PVmrJNNvYnB-F8zhSy25FwcWyHjs3j3K37sfoDeW7b8a0o28cGzBm7fJm8Y/s1600/cuando-el-calzado-es-comodo-te-olvidas-del-pie-osho.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQpAM1rJcEnSC3tXeUreUM2CWG4y2kypV5NWMowLQkc9ZlCSzytnigH8uSJ30g24WfqErYF2oslqB3gpV8PVmrJNNvYnB-F8zhSy25FwcWyHjs3j3K37sfoDeW7b8a0o28cGzBm7fJm8Y/s1600/cuando-el-calzado-es-comodo-te-olvidas-del-pie-osho.jpg" height="320" width="228" /></a><span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;"></span></span></div>
<span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;">Así que le pregunté:<br />-¿Cuál es el problema?<br />-Esta mañana vi un ratón sentado sobre el Corán, ¡sobre el sagrado Corán! Así que me inquieté: si el Corán no puede protegerse a sí mismo contra un ratón normal y corriente,<br />¿Cómo podrá protegerme a mí? Toda mi fe saltó hecha pedazos, y mi ser quedó sin sosiego. Ahora ya no puedo creer en el Corán. ¿Qué puedo hacer? –me dijo.<br />Así que yo le respondí:<br />-Bueno, lo más lógico sería empezar a creer en el ratón, porque ha visto con sus propios ojos que es más fuerte que el sagrado Corán.<br />Y claro está, la fuerza es el único criterio para la mente, el poder es lo que busca la mente. Nietzsche tiene razón.<br />-El hombre no es sino una voluntad de poder. Y ahora usted ha visto con sus propios ojos que un ratón es más poderoso que el sagrado Corán –le dije a Nasrudín-<br />Se quedó convencido. Claro está, no había manera de escapar de la lógica, así que empezó a venerar al ratón. Pero al cabo de poco volvía a tener problemas porque un día al ratón le saltó encima un gato. Pero en esta ocasión no vino a preguntarme nada; ahora tenía la respuesta en su mano: empezó a venerar al gato. Pero volvió a tener problemas, porque un perro se encargó del gato, y este empezó a temblar, así que Nasrudín empezó a venerar al perro. Pero las cosas volvieron a torcerse.<br /><br />Un día su esposa dio tal paliza al perro que lo mató. Entonces volvió a verme.<br />-Ah, todo esto ya es demasiado. Puedo venerar a un ratón, a un gato, hasta a un perro, pero no a mi propia esposa.<br />-Nasrudín, usted es un hombre racional, y esa es la dirección en la que va la lógica. No puede echarse atrás, tiene que aceptarlo –le dije.<br />-Ya sé lo que haré. Tomaré una fotografía de ella sin que nadie lo sepa y me meteré en mi habitación, cerraré la puerta desde dentro y la veneraré. Pero, por favor, no se lo diga a ella.<br />Así que empezó a venerarla en secreto, en privado. Las cosas iban bien. Pero un día la esposa del mulá Nasrudín vino corriendo a verme y me dijo:<br />-Hay algo que no marcha bien desde hace bastantes días. Creemos que se ha vuelto un poco loco porque primero ha venerado a un ratón, luego a un gato, después a un perro, y desde los últimos días hace algo en secreto en su habitación. Se encierra y no deja entrar a nadie. Pero hoy, por curiosidad, miré por el ojo de la cerradura y lo que vi es más de lo que puedo soportar.<br />- ¿Qué estaba haciendo? –pregunté.<br />-Venga y véalo usted mismo –me respondió.<br />¡Así que tuve que mirar por el ojo de la cerradura! Nasrudín estaba de pie, desnudo, frente a un espejo, ¡venerándose a sí mismo! Llamé a la puerta y él salió y dijo:<br />-Ésta es la conclusión lógica. Esta mañana me enfadé y sacudí a mi esposa, así que pensé: “Soy más fuerte que ella”. Y por eso ahora me venero a mí mismo.<br /><br />Así es cómo la mente se mueve hacia el ego: el destino final es “Yo”. Y si escucháis a la mente, tarde o temprano acabaréis llegando a ese objetivo: tendréis que veneraos a vosotros mismos. Y no estoy bromeando. Eso es lo que está haciendo toda la humanidad. Han sido apartados todos los dioses, los templos no tienen utilidad alguna y el hombre se venera a sí mismo. ¿Cómo ha sucedido?<br /><br />Si escucháis a la mente, acabará convenciéndoos, mediante argumentos sutiles y a cada uno de vosotros, de que sois el centro del mundo, de que sois el ser más importante del mundo, el más superior; de que sois Dios. Esta actitud egoísta llegará; es el paso lógico y final. Y aunque la mente dude de todo nunca dudará del propio ego.<br /><br />Siempre que la mente siente que tiene que rendirse, alberga dudas. Dice: “¿Pero qué estás haciendo? ¿Rindiéndote a un maestro? ¿Rindiéndote a un dios? ¿En un templo, o en una iglesia? ¿Rindiéndote a la oración y el amor? ¿Al sexo? ¿Pero qué estás haciendo? Te has vuelto loco. Permanece atento y contrólate o te perderás”.<br /><br />Siempre que hay algo que puede abandonarse la mente se resiste. Por eso la mente está contra el amor, porque el amor es rendición. El ego no puede existir en el amor. Por eso la mente está contra un maestro, contra un gurú, porque el ego tiene que rendirse; de otra manera, el maestro no funciona. Por eso la mente está contra Dios, porque si hay un dios entonces nunca podréis ser el más superior; entonces el ego será inferior, y nunca podréis ser entronizados en el pedestal más alto de todos, así que no podéis permitir la existencia de Dios.<br /><br />Nietzsche dice: Para mí es imposible permitir que haya un dios, ¿Por qué, entonces, qué sería de mí?; así que me elijo a mí mismo, no a Dios. Por eso dijo: Dios está muerto y el hombre es ahora libre, absolutamente libre. Nietzsche marcó la pauta para todo el siglo; fue el profeta del siglo. Está en la base de todos nosotros, tanto si le conocéis como si no; está en lo más profundo de todos los que habéis nacido en este siglo. En vuestro interior Dios está muerto, solo el ego está vivo. Y recordad: ambos no pueden existir a la vez.<br /><br />En el Antiguo Testamento hay una frase muy bella: “No se puede ver a Dios vivo”. El significado es el mismo: cuando ves a Dios tienes que morir, no puedes ver a Dios y seguir viviendo. Sólo puede verse a Dios cuando se muere, porque uno mismo es la barrera, el muro. Ego o Dios, así es como son las cosas; no se puede tener a ambos. Y si se intenta tener a ambos, uno acaba con el ego y matando a Dios, en el interior. En la existencia, Dios no puede morir; pero en vuestro interior, Dios estará muerto. No puede estar ahí. Le habéis echado porque estáis demasiado llenos de vosotros mismos. Sois demasiado. Y el ego no es poroso; no dispone de espacio para nadie más. Es muy celoso, absolutamente celoso. No permitirá que nadie más entre en el santuario más profundo de vuestro ser. Siempre quiere ser el único soberano.<br /><br />La mente siempre está en contra de rendirse. Por eso, al ir tomando cada vez mayor importancia, la mente ha hecho desaparecer todas las dimensiones de la rendición. Este siglo sufre porque no puede rendirse. Ese es el problema. Ese es el punto crucial de la mente moderna; y no hacéis más que preguntar: ¿Cómo puedo amar? La mente no puede amar. La mente puede ir a la guerra, eso es fácil, pero no puede ir hacia el amor -eso es imposible-, porque en la guerra la mente puede existir, pero en el amor debe rendirse.<br /><br />Amar significa dar poder al otro sobre uno mismo. Y tenéis miedo de hacerlo: significa que el otro cobra tanta importancia, mucha más que vosotros mismos, que en caso de crisis deberéis sacrificaros por vuestro amante. El amante es entronizado: vosotros os convertís únicamente en un sirviente, pasáis a ser sólo una sombra. A la mente le resulta muy difícil. Por eso el amor no es posible e incluso el sexo se convierte en imposible. Porque incluso en el sexo llega un momento en que tenéis que dejaros ir, sólo entonces puede tener lugar el orgasmo, sólo entonces el cuerpo puede llenarse de una nueva energía, nuevas vibraciones, de bioelectricidad. Puede pasar a ser un flujo vibrante y radiante -perdiéndoos a vosotros mismos-. Pero ni siquiera eso es posible.<br /><br />La eyaculación no es el orgasmo, es sólo el componente físico. El orgasmo es psíquico, espiritual. La eyaculación es fútil; puede aliviar el cuerpo, eso es todo. Funciona como una válvula de seguridad: cuando hay demasiada energía, la liberáis eyaculando, pero no es lo auténtico. Lo auténtico es cuando se llega al punto culminante de energía, al punto culminante del éxtasis, y desde ese punto culminante se deja todo, y todo vuestro cuerpo se relaja. Primero, todo el ser vibra con una nueva música: está en sintonía con el cosmos, el ego no está, se es sólo energía; no hay nadie dentro, sólo energía que se mueve como un río que todo lo anega. Y entonces la inundación desaparece, el río se relaja y os encontráis en sintonía con todo el universo; eso es orgasmo. El orgasmo es un fenómeno interno.<br /><br />Pero el orgasmo se ha convertido en algo imposible, y a causa de esa falta de orgasmo, el noventa por ciento de las personas son neuróticas de una manera sutil. Y sucede así porque habéis perdido el acceso más fácil al divino. Habéis perdido la posibilidad natural de ser uno, aunque sólo fuese por un momento, con el todo. Y el todo rejuvenece, el todo os da vida y energía, el todo os refresca. Y lo viejo es destruido por el orgasmo: toda la energía se renueva, se torna fresca y rejuvenece. Si no, cada día que pasa estáis más apagados y muertos. Pero eso se ha convertido en algo imposible por causa del ego. El problema es el mismo, tanto en la dimensión del sexo, como del amor, la oración o la meditación: el problema es el mismo. Tenéis que rendiros y el ego no puede rendirse, sólo puede luchar.<br /><br />¿Por qué el ego está siempre dispuesto a luchar? En todo momento estáis dispuestos a saltar sobre alguien, a encontrar una excusa para luchar, discutir y encolerizaros. ¿Por qué el ego siempre busca la lucha? Por que luchar es combustible: al luchar se siente poderoso; a través de la lucha existe. El ego es la violencia más profunda, y si queréis reforzar vuestro ego, lo único que hay que hacer es pelearse continuamente. Durante las veinticuatro horas del día debéis luchar contra una cosa u otra. Pero para que pueda existir un desafío, un conflicto, y poder mantener el ego, debe existir un enemigo.<br /><br />El ego necesita una guerra continua. ¿Por qué? En primer lugar, porque en la guerra acumula energía. Y en segundo lugar, porque el ego siempre está asustado, por eso está siempre listo para luchar, porque tiene miedo. El ego nunca puede ser valiente, nunca. ¿Por qué? Porque es algo falso, no es natural, no forma parte del Tao. Se trata de un dispositivo humano falso; hay que hacerle caso y mantenerlo continuamente. Si no le haces caso desaparece, y ese es el miedo. Así hay que estar atento.<br /><br />Si pudierais vivir una existencia sin ego aunque sólo fuese durante veinticuatro horas, os sorprendería, estarías asombrados, desconcertados. ¿Qué le habría pasado a ese ego con el que habéis cargado durante tantas vidas? Desaparecería porque necesita repostar continuamente, una y otra vez… No es un fenómeno natural; no cuenta con energía ilimitada en sí mismo.<br /><br />La existencia prosigue continua y eternamente; tiene algo de eterno, de inagotable.<br /><br />Ese árbol puede morir, pero otro árbol surgirá para sustituirlo; la energía se traslada a otro árbol. Vuestro cuerpo puede acabar desapareciendo, pero la energía irá a parar a otro cuerpo. En lo más profundo de vosotros, al igual que todo lo que existe, hay una energía eterna que puede extinguirse. Necesitáis combustible para el cuerpo. Si no coméis o bebéis, acabáis muriendo. Si no coméis, moriréis en tres meses; si no bebéis, moriréis en tres semanas; si no respiráis, moriréis en tres minutos. El cuerpo necesita combustible constantemente porque no es un fenómeno eterno.<br /><br />Pero la conciencia no necesita combustible. Cuando este cuerpo muera, vuestra conciencia se trasladará a otro útero. La conciencia es movimiento perpetuo. Es energía inagotable, sin principio ni fin. Nunca empezó y nunca acabará. Por eso no hay miedo cuando sois uno con la conciencia. El miedo sólo desaparece cuando se alcanza la fuente eterna, inmortal, lo que no puede morir, lo imperecedero.<br /><br />Y el ego es muy frágil; está a punto de perecer a cada instante. Y todo el mundo puede matarlo, puede acabarse con él sólo con un gesto, con una mirada. Si alguien os mira, entonces el ego se siente turbado. Ese hombre parece ser un enemigo. Un gesto de animosidad y os echáis a temblar porque el ego es frágil. Es algo falso y artificioso, hay que cuidarlo. Por eso hay tanto miedo, y en medio de este miedo, de este temor oceánico, os las arregláis para crear unas pocas islas de valentía. Si no, sería demasiado difícil.<br /><br />Os creéis valientes –incluso un cobarde, el cobarde más cobarde entre los hombres, se cree valiente- porque ese también es un problema muy complejo. El ego tiene miedo, está asustado porque la muerte puede llegar en cualquier momento. La muerte puede suceder en el amor; la muerte puede sobrevenirle al ego en la oración; el ego deberá morir en cualquier relación profunda. El ego deberá morir incluso al mirar una rosa sin pensar. Incluso una rosa puede matarlo: es tan frágil… tan débil, es como un sueño, carece de toda sustancia. Así pues, incluso asustados y pensando continuamente en la muerte en vuestro interior, no por ello dejáis de creeros valientes. Así es como esa valentía, esa intrepidez, ese “no soy un cobarde”, ayuda a vuestro ego. Si realmente os dierais cuenta de que el ego es un cobarde, que “yo soy un cobarde” –si os dierais cuenta de que ese ego es sólo miedo-, entonces no os ocuparíais de él. Lo abandonaríais. ¿Para qué cargar con una enfermedad? Pero la enfermedad está oculta y pensáis que no lo es; más bien os imagináis que es la única salud.<br /><br />Resulta que el mulá Nasrudín se casó. Se fue a las montañas a pasar la luna de miel. La primera noche, a medianoche, alguien llamó a la puerta. Nasrudín se levantó y abrió la puerta. Apareció un hombre con una pistola en la mano, un ladrón. Entró. Pero se olvidó del robo en cuanto vio a la esposa del mulá Nasrudín, que era una bella joven. Se olvidó de todo deseo de robar. Y le dijo al mulá Nasrudín:<br />-Quédate en ese rincón.<br />Entonces trazó un círculo a su alrededor y le dijo:<br />No des un paso fuera del círculo, si das un paso, estás acabado. Luego besó a la esposa de Nasrudín y le hizo el amor.<br />Cuando se hubo marchado, la esposa dijo:<br />- ¿Pero qué clase de hombre eres? ¡Ahí de pie observando a otro hombre hacerle el amor a tu esposa!<br />- ¡No soy ningún cobarde! –Dijo Nasrudín, y continuó triunfante-: ¡Siempre que me daba la espalda salía del círculo, y no sólo en una ocasión, sino tres veces!<br /><br />Así es como el ego se las apaña para cuidar de sí mismo, saliendo del círculo. Cuando os dan la espalda, cuando la muerte no os mira, entonces dais un paso. Y no sólo una vez, sino ¡tres! Y entonces os sentís bien. Y os digo que todos estáis en un rincón metidos en un círculo. Estáis ahí metidos y de vez en cuando salís sólo para sentir que no sois cobardes. Pero el ego es un cobarde, no puede ser otra cosa. No se puede ser valiente con ego; es algo imposible, no es natural.<br /><br />¿Por qué es imposible? ¿Cómo puede el ego carecer de miedo? No puede ser eterno, no puede ser inmortal, la muerte es algo que le sucederá. El ego es un fenómeno creado, por vosotros mismos, pero acabará desaparecido. ¿Cómo se puede ser valiente frente a la muerte, que es una certeza? A veces podéis salir del círculo, eso es todo. Pero mientras haya ego no puede haber carencia de miedo. Así que recordad tres palabras: una es “cobarde”, otra es “valiente”, y la tercera es “sin miedo”. La cobardía forma parte del ego, la parte más profunda, su centro; y la valentía es saltar tres veces fuera del círculo. También forma parte de la cobardía, pero está oculta, decorada. Es una herida con flores encima, una herida oculta mediante flores. La valentía no es más que cobardía decorada y refinada; dentro de todo hombre valiente hallaréis un cobarde. Incluso vuestros Napoleones, Hitleres y Alejandros no son más que cobardes. Su valentía no es más que saltar fuera del círculo tres veces, pero en su interior no hallaréis más que el mismo cobarde temblón. A fin de ocultar ese cobarde, proyectáis valentía; la valentía no es sino un truco. Y ahora eso es algo que también saben los psicólogos.<br /><br />La religión siempre ha sido consciente de que para ocultar algo se proyecta lo contrario. Si estás loco, tratarás de proyectar a tu alrededor algo de sabiduría a fin de ocultar ese hecho. Si eres feo, te embellecerás el cuerpo, el rostro, el cabello, para tratar de ocultar el hecho de que eres feo. Intentarás hacerlo mediante ropa y adornos. Si te sientes inferior interiormente, proyectarás superioridad, justo para decirles a los demás: “No soy inferior”. Si te sientes una nulidad –y eso es algo que todo el mundo siente, porque con ego todo el mundo es un don nadie-, entonces tratarás de proyectar, reforzar y subrayar que eres alguien.<br /><br />La cobardía y la valentía son dos caras de la misma moneda: el miedo está presente en ambas porque son los dos rostros del miedo. Uno es simple y directo, mientras que el otro es astuto y oculto, un hombre valiente es un cobarde astuto.<br /><br />He escuchado:<br /><br />En una ocasión un soldado que luchaba en el frente se asustó tanto que empezó a correr hacia la retaguardia. Lo detuvo un oficial, que le preguntó:<br />-¿Qué estás haciendo? ¿Adónde te diriges? ¡La lucha está ahí delante! ¿Es que eres un cobarde?<br />Pero el hombre estaba tan asustado que no se molestó en contestar y continuó corriendo. El oficial lo siguió, consiguió atraparlo y dijo:<br />-¿Adónde vas corriendo? ¿Por qué no respondes? ¿Es que no sabes quién soy? ¡Soy tu general!<br />-Dios mío, ¿ya he retrocedido tanto? –dijo el soldado.<br /><br />Vuestros generales, vuestros líderes, siempre están en la retaguardia. Nunca los matan, nunca tienen problemas, son unos perfectos cobardes presumiendo de ser los más valientes. Hay otros que mueren por ellos mientras están en la retaguardia. Vuestros Napoleones, Hitleres y Alejandros no son más que cobardes proyectando, creando un fenómeno que es justo el contrario del que sienten interiormente. Es algo que hay que recordar; sólo entonces podéis recordar una tercera posibilidad: la carencia de miedo. Un hombre sin miedo no es ni cobarde ni valiente. No puede serlo, porque no tiene miedo. Un Mahavira, un Buda, un Chuang Tzu, un Jesús, no son hombres valientes, de ninguna manera, porque no son cobardes. ¡Sólo puedes ser valiente cuando se es cobarde! Sólo podéis salir del círculo tres veces si estáis dentro del círculo; si no, ¿cómo podrías salir de él? Si no estuvieseis de acuerdo para permanecer de pie en el círculo, ¿cómo podrías salir de él para demostrar vuestro valor?<br /><br />Un hombre sin miedo es alguien que conoce lo imperecedero de su interior, que ha llegado a comprender lo inmortal, la eternidad más íntima. Entonces deja de haber miedo, y también deja de haber valentía, porque la valentía no es sino una tapadera. Un hombre así no es ni un loco ni un sabio, porque la sabiduría no es más que otra tapadera. Y este hombre no está dividido en opuestos: un hombre así es una unidad, es uno, es un fenómeno único; y esa es la razón por la que no se le puede definir. Es imposible definir a un buda. ¿Cómo se le podría definir? ¿Lo llamarías cobarde? ¡No podéis! ¿Lo llamaríais valiente? ¡No podéis! ¿Lo llamarías loco? ¡No podéis! ¿Lo llamaríais sabio? ¡No! Porque la sabiduría es lo contrario de la necedad y la valentía lo contrario de la cobardía.<br /><br />¿Cómo llamarías a un buda? Lo llaméis como lo llaméis, estaréis equivocados. Delante de un buda sólo se puede estar en silencio. ¿Dirías que es un pecador o un santo? No, no es ninguna de ambas cosas. ¿Cómo se puede ser un santo sin concebir el pecado? La santidad no es sino un decorado, una tapadera. Ese es el problema. Siempre que aparece un buda surge el mismo problema: no podemos definirlo, no podemos colocarlo en ninguna categoría. No podéis etiquetarlo, no hay forma de situarlo. O pertenece a todas partes o a ninguna. Trasciende todas las categorías. No se le puede encasillar. Todo el lenguaje se viene abajo frente a un buda, la mente se aquieta. No podéis decir nada relevante. No tiene miedo, carece de mente; no podéis decir que es un loco o un sabio porque para ambas cosas se necesita una mente…</span></span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM5JmoC1Ny3jXhurFskijlViuchrNY-CnmIRxzBF8lnfqxwoxJwlXE2fmnAcl4iZo6vaWwbPWuHY40rb4PqpvsFxupWmlkFHf3iSj_0bGIrautqglltLBOzAGoPtnPs8G7FLE6F1ta2EY/s1600/regalos-de-dios.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM5JmoC1Ny3jXhurFskijlViuchrNY-CnmIRxzBF8lnfqxwoxJwlXE2fmnAcl4iZo6vaWwbPWuHY40rb4PqpvsFxupWmlkFHf3iSj_0bGIrautqglltLBOzAGoPtnPs8G7FLE6F1ta2EY/s1600/regalos-de-dios.jpg" height="384" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms;"><b>Poema página 45, “<i>La segunda oportunidad</i>”, original en inglés. Traducción al castellano extraída del libro de Kenneth Wapnick “<i>Ausencia de felicidad</i>”.</b> </span><br />
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<span style="font-family: trebuchet ms;">En muchas formas a mi Dios he traicionado,<br />de mis amargas noches y secretos días a lo largo.<br />A lo profundo de mi mente llegó mi odio,<br />y destrozó el poquito de amor que ahí guardaba yo.<br />Más sin remordimiento yo lo miré partir,<br />cuánto perdía con ello no podía percibir.<br />Con el odio como amigo, yo no temía perderlo<br />por un dios al que entonces quería.<br />Cuán segura me sentía, por el odio apoyada,<br />sentía que del Amor estaba al fin salvada.<br /><br />Fijos me contemplaron los ojos de Cristo<br />cuál si mi odio secreto jamás hubiesen visto.<br />Al que yo con fuerza asía y ocultaba en mi corazón<br />y al que todavía de Su Amor apartaba con tesón.<br />Más un día se miraron mis ojos en los Suyos,<br />y al instante abriéronse mis manos y mi corazón.<br />Y radiante al apartar mis ojos<br />una estrella había en mi mano; y otra en mi corazón.<br />Y oír pude muy claro Su voz que en silencio me decía,<br />“Ahora vete y no odies más”, y yo le respondí, “Así sea”.<br /><br /><b>Poema página 73, “<i>Despierta en calma</i>”.</b><br /><br />Que la paz te cobije, dentro y fuera por igual,<br />que en radiante silencio y en tan profunda paz<br />a tu mente serena no se acerque jamás<br />un sueño de pecado o de mal. Despierta en calma,<br />Primero hay silencio; después el despertar.<br />Ahora es el momento asignado al fin de tu sueño.</span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9ST3zBHED1y6LKkAb_xzixn0Y5PmUg6Up_C76n2MgDCngLMO9th7oNoTCN28T0usJxl70QJS1lbw26aXQsJI5kjcDApJqXzOzR1iLZXl-ElOx1Z8bzs2HHeKxqA8ZMtTbF5DnSvit90U/s1600/LOS+REGALOS+DE+DIOS.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9ST3zBHED1y6LKkAb_xzixn0Y5PmUg6Up_C76n2MgDCngLMO9th7oNoTCN28T0usJxl70QJS1lbw26aXQsJI5kjcDApJqXzOzR1iLZXl-ElOx1Z8bzs2HHeKxqA8ZMtTbF5DnSvit90U/s1600/LOS+REGALOS+DE+DIOS.jpg" height="200" width="128" /></a><span style="font-family: trebuchet ms;"></span></div>
<span style="font-family: trebuchet ms;">Cuna es de sosiego donde a renacer llegas.<br />El Cristo ya se aviva en el hogar<br />que ha elegido para que sea Su hogar.<br />Sobre tus ojos Su visión descansa ya,<br />y pronto contemplarás Su faz,<br />y olvidarás todas las fantasías que reales parecían<br />antes de la calma llegar.<br />El Hijo de Dios a unirse a ti ha llegado.<br />Su mano radiante en tu hombro se ha posado.<br />La Voz queda de Dios del Cielo habla sin cesar.<br />Y podrás escuchar Su único mensaje<br />llamarte hacia Sí Mismo,<br />de Su morada eterna, a despertar en Dios.</span><br />
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</script>Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-33197806639072321822010-08-11T13:48:00.003+02:002014-05-04T15:10:44.431+02:00“LA VOZ DEL CONOCIMIENTO” (Dr. Miguel Ruiz)<div align="justify">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxaNSlClFwz6GKIwkAwpRSjgCVPlhPPQmgJjmxLPZWL3goXwv1_PMdkvyWaURQJ4J7e0vUwxM3wT6rbgxZWHbmn7KZ569A-M7M_26dW4M01zJvNrVkX1SjLrVu1ecX9LEUcgceHfwq3ds/s1600/la-voz-del-conocimiento.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxaNSlClFwz6GKIwkAwpRSjgCVPlhPPQmgJjmxLPZWL3goXwv1_PMdkvyWaURQJ4J7e0vUwxM3wT6rbgxZWHbmn7KZ569A-M7M_26dW4M01zJvNrVkX1SjLrVu1ecX9LEUcgceHfwq3ds/s1600/la-voz-del-conocimiento.jpg" height="480" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;"><b>Capítulo 1<br />ADÁN Y EVA<br />La historia desde un punto de vista diferente</b><br /><br />Una preciosa y antigua leyenda, que casi todo el mundo ha escuchado, es la historia de Adán y Eva. Es una de mis historias preferidas, porque explica de un modo simbólico lo que yo intentaré explicar con palabras. La historia de Adán y Eva está basada en la verdad absoluta, aunque nunca la entendí de niño. Es una de las más grandes enseñanzas, pero creo que la mayoría de la gente la comprende mal. Ahora te explicaré esta historia desde un punto de vista diferente, quizá desde el mismo punto de vista de quien la creó.<br /><br />La historia tiene que ver contigo y conmigo. Trata de nosotros. Trata de toda la humanidad porque, como bien sabes, la humanidad no es más que un ser vivo: hombre, mujer. Sólo somos uno. En esta historia nos llamamos Adán y Eva y somos los seres humanos originales.<br /><br />
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La historia empieza cuando éramos inocentes, antes de haber cerrado nuestros ojos espirituales, lo que significa miles de años atrás. Vivíamos en el Paraíso, en el Jardín del Edén, que era el cielo en la tierra. El cielo existe cuando nuestros ojos espirituales están abiertos. Es un lugar lleno de paz y dicha, de libertad y amor eterno.<br /><br />Para nosotros –Adán y Eva- todo estaba relacionado con el amor. Nos amábamos y nos respetábamos mutuamente y vivíamos en perfecta armonía con toda la creación. Nuestra relación con Dios, nuestro Creador, era una comunión perfecta de amor, y esto significa que nos comunicábamos con Dios todo el tiempo y Dios se comunicaba con nosotros. Tenerle miedo a Dios, el mismo que nos creó, era algo inconcebible. Nuestro Creador era un Dios de amor y de justicia, y depositábamos nuestra fe y nuestra confianza en Él. Dios nos brindó una libertad completa, y nosotros utilizábamos nuestro libre albedrío para amar a toda la creación y disfrutar de ella. La vida era bella en el Paraíso. Los seres humanos originales lo veíamos todo a través de los ojos de la verdad, tal y como es, y lo amábamos. Así es como solíamos ser, y no nos costaba el menor esfuerzo.<br /><br />Bien, la leyenda dice que en medio del Paraíso había dos árboles. Uno era el Árbol de la Vida, que daba vida a todo lo que existía, y el otro era el árbol de la muerte, más conocido como <i>el árbol del conocimiento</i>. Éste era un árbol precioso con un fruto muy jugoso. Resultaba muy tentador. Y Dios nos dijo: «No se acerquen al árbol del conocimiento. Si comen su fruto, podrán morir».<br /><br />Ningún problema, por supuesto. Pero, por naturaleza, nos encanta explorar, e indudablemente fuimos a visitar el árbol. Si recuerdas la historia, ya puedes imaginar quién vivía en aquel árbol. El árbol del conocimiento era el hogar de una gran serpiente llena de veneno. La serpiente no es más que otro símbolo de lo que los toltecas denominan «<i>el parásito</i>», y puedes imaginarte por qué.<br /><br />La historia dice que la serpiente que vivía en el árbol del conocimiento era un ángel caído que anteriormente había sido el más bello. Como ya sabes, un ángel es un mensajero que entrega un mensaje de Dios: un mensaje de verdad y de amor. Pero, quién sabe por qué razón, aquel ángel caído ya no entregaba la verdad, lo que significa que transmitía un mensaje falso. En lugar del amor, el mensaje del ángel caído era el miedo: era una mentira en lugar de la verdad. De hecho, la historia describe al ángel caído como «<i>el príncipe de las mentiras</i>», y esto quiere decir que era un mentiroso sempiterno. Todas las palabras que salían de su boca eran mentiras.<br /><br />Según la historia, el príncipe de las mentiras vivía en el árbol del conocimiento, y el fruto de ese árbol, que era el conocimiento, estaba contaminado por las mentiras. Nos acercamos a aquel árbol y mantuvimos la conversación más increíble con el príncipe de las mentiras. Éramos inocentes. No lo sabíamos. Confiábamos en todos los seres. Y allí estaba el príncipe de las mentiras, el primer cuentista, un tipo muy inteligente. Ahora la historia cobra un poco más de interés porque aquella serpiente tenía una historia propia completa.</span></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;"><br />
</span></span>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH2Y_HquWi1oT06zNp1xjF9-yn9-O9rLRYx0Ssy2eN3LPWSpM6NHBFefPFAHQBM-4vkAmxjy_AD9khy_RMTKINIcGxTau5EUevjNwOUoKpkonB5dC85TXiot3yTKOC-BNndQgA0c0tDgo/s1600/LA+VOZ+DEL+CONOCIMIENTO+(Miguel+Ruiz).jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH2Y_HquWi1oT06zNp1xjF9-yn9-O9rLRYx0Ssy2eN3LPWSpM6NHBFefPFAHQBM-4vkAmxjy_AD9khy_RMTKINIcGxTau5EUevjNwOUoKpkonB5dC85TXiot3yTKOC-BNndQgA0c0tDgo/s1600/LA+VOZ+DEL+CONOCIMIENTO+(Miguel+Ruiz).jpg" height="320" width="224" /></a><span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;"></span></span></div>
<span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;">Aquel ángel caído hablaba y hablaba y hablaba, y nosotros escuchábamos y escuchábamos y escuchábamos. Como bien sabes, cuando somos niños y nuestros abuelos nos cuentan cuentos, estamos ansiosos por escuchar todo lo que nos explican. Aprendemos, y resulta muy interesante; queremos saber más. Pero en este caso quien hablaba era el príncipe de las mentiras. Sin ningún lugar a dudas estaba mintiendo, y nosotros nos dejamos seducir por las mentiras. Creímos la historia del ángel caído, y ese fue nuestro error más grande. Eso es lo que significa <i>comer el fruto del árbol del conocimiento</i>. Estuvimos de acuerdo y tomamos su palabra como la verdad. Creímos en las mentiras; depositamos nuestra fe en ellas.<br /><br />Cuando mordimos la manzana, comimos las mentiras que venían con el conocimiento. ¿Qué ocurre cuando nos comemos una mentira? Nos la comemos y ¡boom! Ahora la mentira vive en nosotros. Esto es fácil de comprender. La mente es un campo muy fértil para los conceptos, las ideas y las opiniones. Si alguien nos dice una mentira y nos la creemos, esa mentira echa raíces en nuestra mente. Ahí puede crecer hasta que se hace grande y fuerte, como un árbol. Una pequeña mentira puede ser muy contagiosa, desparramando sus semillas de una persona a otra cuando la compartimos con ellas. Bien, las mentiras entraron en nuestra mente y reprodujeron un árbol del conocimiento entero en nuestra mente, que es todo lo que conocemos. Pero, ¿qué es lo que conocemos? Mayormente mentiras.<br /><br />
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El árbol del conocimiento es un símbolo poderoso. La leyenda dice que quienquiera que coma el fruto del árbol del conocimiento sabrá distinguir entre el bien y el mal; sabrá la diferencia entre lo que es correcto y lo que no lo es, lo que es bello y lo que es feo. Reunirá todo ese conocimiento y empezará a juzgar. Bueno, eso es lo que ocurrió en nuestra cabeza. El simbolismo de la manzana es que cada concepto, cada mentira, es igual que un fruto con una semilla. Cuando ponemos una semilla en una tierra fértil, la semilla del fruto crea otro árbol. Ese árbol reproduce más frutos, y por el fruto conocemos el árbol.<br /><br />Ahora, cada uno de nosotros tiene su propio árbol del conocimiento, que es nuestro sistema personal de creencias. El árbol del conocimiento es la estructura de todo lo que creemos. Cada concepto, cada opinión, forma una pequeña rama de ese árbol, hasta que acabamos con un árbol del conocimiento entero. Tan pronto como ese árbol toma vida en nuestra mente, oímos al ángel caído hablar muy alto. El mismo ángel caído, el príncipe de las mentiras, vive en nuestra mente. Desde el punto de vista tolteca, un <i>parásito</i> vivía en ese fruto; nos lo comimos y el parásito entró en nosotros. Ahora el parásito está viviendo nuestra vida. El cuentista, el parásito, nace en nuestra cabeza y sobrevive dentro de ella porque lo alimentamos con nuestra fe.<br /><br />La historia de Adán y Eva explica cómo la humanidad cayó del sueño del cielo al sueño del infierno; nos explica de qué modo nos convertimos en lo que somos ahora. La historia normalmente dice que sólo dimos un mordisco a la manzana, pero esto no es verdad. Creo que nos comimos todo el fruto de aquel árbol, y nos pusimos enfermos al hartarnos de mentiras y veneno emocional. Los seres humanos se comieron todos los conceptos, todas las opiniones y todos los cuentos que nos explicó el mentiroso, aún cuando no era la verdad.<br /><br />En aquel momento, nuestros ojos espirituales se cerraron, y ya no pudimos ver el mundo con los ojos de la verdad. Empezamos a percibir el mundo de una manera completamente diferente, y todo cambió para nosotros. Con el árbol del conocimiento en la cabeza, sólo podíamos percibir el conocimiento, sólo podíamos percibir las mentiras. Ya no vivíamos más en el cielo. Así es como los seres humanos perdimos el Paraíso. Soñamos mentiras. Creamos el sueño entero de la humanidad, individual y colectivamente, basándonos en mentiras.<br /><br />Antes de que los seres humanos nos comiéramos el fruto del árbol del conocimiento, vivíamos en la verdad. Sólo decíamos la verdad. Vivíamos con amor y sin miedos. Tras comernos el fruto, nos sentimos culpables y avergonzados. Nos juzgamos a nosotros mismos diciéndonos que ya no éramos lo bastante buenos, y por supuesto, juzgamos a los demás del mismo modo. Con el juicio vino la tendencia a tener opiniones opuestas, la separación, y la necesidad de castigar y ser castigados. Por vez primera dejamos de tratarnos con amabilidad, dejamos de respetar y amar todo lo que Dios había creado. Empezamos a sufrir y a culparnos a nosotros mismos, a los demás e incluso a Dios. Dejamos de creer que Dios era todo amor y justicia; creímos que Dios nos castigaría y nos haría sufrir. Era una mentira, pero la creímos, y nos separamos de Dios.<br /><br />Desde este punto, resulta más fácil entender cuál es el significado del pecado original. El pecado original no es el sexo. No, eso es otra mentira. El pecado original es creer en las mentiras provenientes de la serpiente del árbol, del ángel caído. El significado de la palabra <i>pecado</i> es «obrar en contra». Todo lo que decimos, todo lo que hacemos en contra de nosotros, es un pecado. Pecar no tiene nada que ver con la culpa o la condena moral. Pecar es creer en mentiras y utilizar esas mentiras en contra de nosotros. Desde ese primer pecado, desde esa mentira original, nace el resto de nuestros pecados.<br /><br />¿Cuántas mentiras oyes en tu cabeza? ¿Quién está juzgando, quién está hablando, quién tiene todas esas opiniones? Si no amas es porque esa voz no te deja amar. Si no disfrutas de tu vida es porque esa voz no te permite disfrutar de ella.<br /><br />Y no sólo eso: el mentiroso que está en nuestra cabeza siente la necesidad de expresar todas esas mentiras, de explicar su historia. Compartimos el fruto de nuestro árbol con los demás, y dado que ellos tienen el mismo tipo de mentiroso, nuestras mentiras se unen y se vuelven más poderosas. Ahora odiamos más. Ahora hacemos más daño. Ahora defendemos nuestras mentiras y nos convertimos en seguidores fanáticos de nuestras mentiras. Los seres humanos incluso nos destruimos los unos a los otros en nombre de esas mentiras. ¿Quién está viviendo nuestra vida? ¿Quién está tomando nuestras decisiones? Creo que la respuesta es obvia.<br /><br />Ahora sabemos qué está sucediendo en nuestra mente. El cuentista está ahí; es la voz en nuestra cabeza. Esa voz habla y habla y no deja de hablar, y nosotros escuchamos y escuchamos y nos creemos cada palabra. Esa voz juzga sin cesar. Juzga cualquier cosa que hagamos, cualquier cosa que no hagamos, cualquier cosa que sintamos, cualquier cosa que no sintamos, cualquier cosa que alguien haga. Está chismorreando continuamente en nuestra cabeza y ¿qué es lo que surge de esa voz? Mentiras, principalmente mentiras.<br /><br />Esas mentiras captan nuestra atención, y lo único que somos capaces de ver son mentiras. Ésa es la razón por la cual no vemos la realidad del cielo que existe en este mismo lugar, en este mismo momento. El cielo nos pertenece porque somos los hijos del cielo. La voz en nuestra cabeza no nos pertenece…<br /><br />Como ves, en el momento en que nos separamos de Dios, empezamos a buscarlo. Por primera vez empezamos a buscar el amor que creímos que no teníamos. Empezamos a buscar la justicia, la belleza, la verdad. La búsqueda empezó hace miles de años, y los seres humanos todavía seguimos buscando el paraíso que perdimos. Buscamos ser lo que éramos antes de creer en las mentiras: auténticos, verdaderos, amorosos, dichosos. La verdad es que estamos buscando nuestro Yo.<br /><br />Sabes, lo que Dios nos dijo era verdad: si comemos el fruto del árbol del conocimiento, podemos morir. Nos lo comimos y estamos muertos. Estamos muertos porque nuestro yo auténtico ya no está ahí. El que está viviendo nuestra vida es el gran mentiroso, el príncipe de las mentiras, esa voz en nuestra cabeza. Lo denominas <i>pensar</i>. Yo lo denomino <i>la voz del conocimiento</i>.<br /><br />PUNTOS PARA REFLEXIONAR<br /><br />1. la mente es un campo fértil para los conceptos, las ideas y las opiniones. Si alguien nos dice una mentira y nos la creemos, esa mentira echa raíces en nuestra mente y crece hasta hacerse grande y fuerte, como un árbol. Una pequeña mentira puede ser muy contagiosa, desparramando sus semillas de una persona a otra cuando la compartimos con ellas.<br /><br />2. El conocimiento entra en nuestra mente y reproduce una estructura dentro de nuestra cabeza, que es todo lo que conocemos. Con todo ese conocimiento en nuestra mente, sólo percibimos lo que creemos, sólo percibimos nuestro propio conocimiento. Y ¿qué es lo que conocemos? Principalmente mentiras.<br /><br />3. una vez que el árbol del conocimiento está vivo en nuestra mente, oímos al ángel caído hablar muy alto. Esa voz no cesa de juzgar. Nos dice lo que está bien y lo que está mal, lo que es bello y lo que es feo. El cuentista nace en nuestra mente, y sobrevive en ella porque lo alimentamos con nuestra fe.<br /><br />4. El cielo existe cuando nuestros ojos espirituales están abiertos, cuando percibimos el mundo a través de los ojos de la verdad. Una vez que las mentiras captan nuestra atención, nuestros ojos espirituales están cerrados. Caemos del sueño del cielo al sueño del infierno.<br /><br />5. El cielo nos pertenece porque somos los hijos del cielo. La voz de nuestra cabeza no nos pertenece.<br /><br />6. Antes de comer las mentiras que llegan con el conocimiento, vivimos en la verdad. Sólo decimos la verdad. Vivimos en el amor y no tenemos miedo. Una vez que tenemos el conocimiento, nos juzgamos a nosotros mismos y ya no nos sentimos lo bastante buenos; sentimos culpa, vergüenza y la necesidad de ser castigados. Empezamos a soñar mentiras y nos separamos de Dios.<br /><br />7. En el momento en que nos separamos de Dios, empezamos a buscarlo, empezamos a buscar el amor que creemos que no tenemos. Los seres humanos buscamos continuamente la justicia, la belleza, la verdad: lo que éramos antes de creer en las mentiras. Buscamos nuestro Yo auténtico. </span></span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisGAYCh5pllhOHmnSb1XDte2j5lZQyeyAPYVPXV_jlNIcpgmVXW-f58xb-YYCkLCW4Sw3g0ZPoNPGLBymNf_AA3Pjz1wwSJrJRzInx9JCBGEABdu_k57_h-MwFhyphenhyphenDqkYvDnHHagouLMl4/s1600/EL+PERDON+Y+JESUS+(Kenneth+Wapnick).jpeg"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisGAYCh5pllhOHmnSb1XDte2j5lZQyeyAPYVPXV_jlNIcpgmVXW-f58xb-YYCkLCW4Sw3g0ZPoNPGLBymNf_AA3Pjz1wwSJrJRzInx9JCBGEABdu_k57_h-MwFhyphenhyphenDqkYvDnHHagouLMl4/s320/EL+PERDON+Y+JESUS+(Kenneth+Wapnick).jpeg" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5499313786929702002" style="cursor: hand; float: left; height: 246px; margin: 0px 10px 10px 0px; width: 163px;" /></a><span style="font-family: trebuchet ms;"><b>Capítulo 11<br />El poder de la decisión</b><br />En la Parte 1 se recalcó que el perdón es una decisión que hemos de tomar. Allí donde habíamos elegido proyectar nuestra culpa sobre los demás, necesitamos ahora hacer otra elección para corregir la que hicimos equivocadamente. Como dice <i>Un Curso de Milagros</i>: “la única libertad que aún nos queda en este mundo es la libertad de elegir, y la elección es siempre entre dos alternativas o dos voces” (C-1.7:1). Un tema recurrente en el evangelio de Jesús es este poder de nuestra decisión. Jesús pone ante nosotros dos alternativas –seguirlo a él al Reino de los Cielos, o escuchar la invitación del ego al reino de este mundo. Jesús nos ayuda a elegir, pero la selección de la alternativa la tenemos que hacer nosotros. Es la misma decisión que él tomó, la cual está encapsulada en las tentaciones en el desierto. Esta escena es la introducción de este capítulo.<br /><br /><b>La decisión de Jesús</b><br /><br />Los tres evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) coinciden en ubicar la tentación del diablo a Jesús después del bautismo de éste por Juan el Bautista, inmediatamente previo al comienzo de su ministerio público. El bautismo señala la disposición interna de Jesús para iniciar la obra de su Padre después de los “años ocultos” de preparación, mientras que las tentaciones reflejan su decisión de elegir únicamente la Voluntad de su Padre.<br /><br />En la tres tentaciones de Satanás (MT 4:1-11), vemos claramente la alternativa que está frente a Jesús; la alternativa que en el Capítulo 5 calificamos como la de elegir entre la magia y el milagro. A él se le tienta a que haga mal uso del poder de Dios en su mente: a que cambie las piedras en pan; a que se lance desde un lugar alto para demostrar que Dios lo protege; y a que se gane todo el poder sobre el reino del mundo a cambio de que adore al diablo. El diablo es el símbolo del ego, el poder que creemos tener para oponernos a Dios –la separación- y que se proyecta fuera de nosotros. <span style="color: #9999ff;">(10)</span><br /><br />El mismo Jesús se enfrentó a la alternativa que se nos presenta a nosotros: elegir entre Dios y Mamón, el poder del Cielo y el poder mundano. Como dice Jesús en el Curso: “Yo no podría entender lo importantes que son [el cuerpo y el ego] para ti si yo mismo no hubiese estado tentado a creer en ellos” (T-4.I.13:5). Es significativo que los evangelistas ubicaran este encuentro con el “diablo” antes del comienzo del ministerio público de Jesús, para destacar el papel que juega nuestra decisión en la vida espiritual. Antes de que podamos realizar la obra que el Espíritu Santo nos encomienda, tenemos que decidir primero quién es nuestro amo. Sin esa decisión continuamente distorsionaremos el poder de Dios, y lo utilizaremos mágicamente en beneficio del ego. Este “momento de decisión” ocurre en el periodo entre las fases de nuestra vida que discutimos en el Capítulo 4, la “crisis de la mediana edad” a la cual todos tenemos que enfrentarnos. Elegir ignorarla conduce a un entumecimiento que jamás se reconoce por lo que verdaderamente es.<br /><br />La cuarta bienaventuranza dice: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (MT 5:6). Una vez que emulamos a Jesús y decidimos buscar la justicia de Dios, tenemos Su promesa de que en nuestra búsqueda seremos encontrados. San Agustín escribió que buscar a Dios es haberlo hallado ya; pues sólo si tuvimos alguna experiencia de Dios querríamos buscarlo. Así pues, deseamos al Dios que hemos conocido pero que hemos olvidado, y a Quien elegimos conocer nuevamente. Como escribió San Pablo tan perceptivamente sobre sí mismo y sobre todos nosotros:<br /></span><br />
<blockquote>
<div align="justify">
<span style="font-family: trebuchet ms;">Realmente, mi proceder no lo comprendo; pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco…. puesto que no hago el bien que quiero, sino que obro el mal que no quiero (RM 7:15,19). </span></div>
</blockquote>
<span style="font-family: trebuchet ms;"><br />El entender la dinámica del ego nos ayuda a dar razón de este fenómeno de otro modo paradójico de alejarnos de lo que verdaderamente queremos.<br /><br />Esta recurrente no-aceptación de Dios y Su paz necesita la constante decisión que tenemos que tomar a lo largo de nuestro recorrido hacia el Hogar. La decisión ocurre en diferentes niveles. Se toma una vez, y esto pone en marcha un proceso a través del cual reforzamos la decisión, eligiendo una y otra vez en el diario vivir de nuestros días: “Cada día, cada hora y cada minuto, e incluso cada segundo, estás decidiendo entre la crucifixión y la resurrección; entre el ego y el Espíritu Santo” (T-14.III.4:1). Cada subsiguiente decisión por Dios reafirma ese primer instante cuando dijimos: “Ayúdame, Padre. Tiene que haber otra manera de vivir”. Esta decisión constante sirve para llevarnos más lejos en el viaje, que a los ojos de Jesús, ya ha concluido: “Es un viaje sin distancia hacia una meta que nunca ha cambiado” (T-8.VI.9:7). Su fe en nosotros se extiende desde la fe del Padre en él: el conocimiento de que permanecemos unidos en Su Amor, a pesar de nuestra peregrinación por países distantes. “Dios ha decretado que yo no pueda llamaros en vano, y en Su certeza, yo descanso en paz. Pues vosotros me <i>oiréis</i> y <i>elegiréis</i> de nuevo. Y con esa elección todo el mundo quedará liberado” (T-31.VIII.9:5-7). El Curso reinterpreta la aseveración de Mateo, “Muchos son llamados, más pocos escogidos” (Mt 22:14) para que lea: “Todos son llamados, pero son pocos los que eligen escuchar”. Por lo tanto, no eligen correctamente. Los “escogidos” son sencillamente los que eligen correctamente más pronto” (T-3.IV.7:12-14). Este capítulo considerará la exhortación de los evangelios a que aceptemos el llamamiento de Jesús, y el poder de nuestras mentes para tomar una decisión como esa.<br /><br /><b>La urgencia de decidir</b><br /><br />Una vez se le dice que “sí” a Dios, se desencadena toda una serie de acontecimientos que nos preparan para la obra que hemos de realizar en el Nombre de Dios, por nosotros mismos y por los demás. Estos acontecimientos constituyen las “oportunidades de perdonar” que hemos discutido en la Parte I. Cada paso que nos lleva más cerca de Jesús se expresa en una decisión de seguir ya sea su pauta o la del ego. Como nos enseñó en el <i>Sermón de la montaña</i>: “Nadie puede servir a dos señores…. No podéis servir a Dios y al Dinero” (Mt 6:24). La Escritura a veces formula esta elección como un conflicto entre la obscuridad y la luz, o entre la carne y el espíritu. En el curso se dice: “O bien ves la carne o bien reconoces el espíritu. En esto no hay términos medios” (T-31.VI.1:1-2). Encontramos que este contraste se recalca particularmente en los escritos Juaninos y Paulinos. En su visita nocturna a Jesús, por ejemplo, a Nicodemo se le enseña la diferencia entre estos dos mundos: “El que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu” (Jn 3:5-6). Este tema se reitera cuando Jesús les dice a sus seguidores: “El espíritu es el que da vida; la carne no sirve para nada” (Jn 6:63). Más adelante en el evangelio, Jesús nos dice: “Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida” (Jn 8:12).<br /><br />San Pablo se hace eco de estos pensamientos en este pasaje: “La noche está avanzada. El día se avecina. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz” (Rm 13:12). A los efesios, les escribe:<br /><br /><blockquote>
<div align="justify">
A despojaros, en cuanto a vuestra vida anterior, del hombre viejo que se corrompe siguiendo la seducción de las concupiscencias, a renovar el espíritu de vuestra mente, y a revestiros del Hombre Nuevo, creado según Dios, en la justicia y santidad de la verdad (Ef 4:22-24). </div>
</blockquote>
<br />Desde el inicio de su ministerio, Jesús resalta este tema: “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva” (Mc 1:15). El convertirse (arrepentirse) en este contexto se puede entender como el cambio de pensamiento que el evangelio griego llama metanoia, como hemos visto, el cambio que corrige nuestra decisión previa de identificarnos con el ego, al aceptar en su lugar el clemente Amor de Dios del cual Jesús sirve como mediador. Este tema se presenta a través de todos los evangelios, y la urgencia de este mensaje para la iglesia temprana radica en la creencia de que la “parafusía” o regreso de Jesús era inminente. Si la humanidad no elegía ahora, todo estaba perdido. En un nivel más profundo, sin embargo, podemos observar la misma urgencia en elegir identificarnos con el reino de perdón y amor de Jesús, o de lo contrario permanecer atados en el infierno de nuestra culpa y nuestro miedo. Para nosotros, la parusía no significa un <i>deus ex machina</i> que desciende mágicamente para sanar el mundo, sino nuestra aceptación interna del perdón que anunciará el “regreso” de Jesús a nuestras mentes sanadas.<br /><br />En ningún otro aspecto de los evangelios se presenta este tema de la decisión con tan persistente claridad como en las parábolas. Hay una serie de cinco parábolas en el evangelio de Mateo, la cual, entre muchas otras en los sinópticos, contiene este tema de la necesidad de elegir. Estas parábolas, en esencia, expresan la preocupación de que la gente no esté preparada para el regreso de Jesús.<br /><br />En la parábola de <i>El ladrón</i> (Mt 24:42-44), se nos exhorta: “Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor” (v-42). Si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría listo para recibirlo. Como no sabemos cuándo Jesús, simbolizado aquí por el ladrón, aparecerá, debemos “estar en vela”. De igual manera, en la parábola de <i>El mayordomo prudente</i> (Mt 24:45-51), el siervo siempre debe estar atento a las órdenes de su señor, no sea que éste regrese inesperadamente y lo halle desprevenido. Hemos de permanecer fieles a lo que Dios nos ha encomendado y estar libres de la tentación de escuchar la voz del ego.<br /><br />En la famosa parábola de <i>Las diez vírgenes</i> (Mt 25:1-13), Jesús nos exhorta a ser prudentes y a estar preparados, a mantener nuestras lámparas llenas de aceite en caso de que el novio regrese cuando no lo esperamos. Nuestras decisiones deben reafirmarse continuamente; una decisión que se ha tomado una vez pero que se ha abandonado no cuenta para nada. La luz del mundo, la cual brilla dentro de nosotros, debe mantenerse encendida si es que vamos a unirnos con la gran luz que es el reino.<br /><br />La parábola de <i>Los talentos</i> (Mt 25:14-30), recalca la importancia de mantenernos fieles a lo que Dios nos ha encomendado, la función que nos ha encargado a favor del Reino. Cada uno de nosotros tiene ciertos dones –los cinco, dos y un talentos respectivamente. Jesús nos exhorta a que seamos como los dos primeros siervos quienes, al regreso del amo habían doblado su dinero. Sin embargo, ay siervo temeroso e inseguro quien, al carecer de fe, entierra su solo talento en la tierra, e impide que éste aumente. “Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aún lo que tiene se le quitará (v. 29). Esto no significa una amenaza, sino una advertencia: el amor que recibimos de Dios tenemos que compartirlo con los demás, y de ese modo aumentar su presencia en el mundo. Si bloqueamos la extensión del regalo de Dios, lo que tenemos se perderá para nosotros. El amor aumenta cuando se reparte; si no lo compartimos debido al miedo, este miedo siempre impedirá nuestra aceptación del Amor de Dios.<br /><br />La última parábola en la serie es <i>El juicio final</i> (Mt 25:31-46), cuyo tema de la ayuda al necesitado se deriva de Isaías 58:6-7 y de Ezequiel 18:5-9. Aquí, como en las otras parábolas, encontramos la nota de urgencia a decidir, y Jesús nos dice que seremos salvados por nuestras buenas obras. Como les dijo a sus discípulos en La última cena: “En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros” (Jn 13:35). Este amor nos impulsa a cuidar de los necesitados –los hambrientos, los sedientos, solitarios, desnudos, enfermos y prisioneros. Sin embargo, hemos visto que nuestra definición de los necesitados y pobres tiene que ampliarse para incluir a toda la humanidad. La pobreza es del ego, que es el empobrecido estado mental que cree que nos hemos separado de la abundancia de Dios.<br /><br />No son nuestros pecados por comisión los que constituyen el problema aquí, sino aquellos pecados por omisión: la falta de acudir a aquéllos en necesidad o aflicción. Acudimos a estos hermanos y hermanas, no sólo para satisfacer sus necesidades de perdón sino para satisfacer las nuestras por igual. Al darles a otros el Amor de Dios nos lo damos a nosotros mismos, y nos damos cuenta de que no estamos separados de ellos. Esta unión deshace la creencia del ego en la separación, la fuente de toda culpa y todo miedo. Para apremiar la llegada del Reino tenemos que unirnos con nuestros hermanos y nuestras hermanas. Debido a que “las ideas no abandonan su fuente”, lo que les hacemos a Jesús y a los demás nos lo hacemos a nosotros mismos. Como escribe Jesús basado en Mateo 25:40 y lo cual refleja nuestra unidad en Cristo: “Si lo que le haces a mi hermano me lo haces a mí, y si todo lo que haces te lo haces a ti mismo porque todos somos parte de ti, todo lo que nosotros hacemos es para ti también” (T-9.VI.3:8).<br /><br />Otra parábola que ilustra la importancia que Jesús le daba a la elección es <i>El rico malo y Lázaro el pobre</i> (Lc 16:19-31). En el relato, un rico y un pobre mueren; el rico va al infierno mientras que el otro, Lázaro, está en el Cielo con Abraham. El hombre rico sufrido le pide al patriarca que permita que Lázaro lo consuele, pero se le dice que el abismo entre el Cielo y el infierno es demasiado grande para permitir cualquier contacto entre ellos. Entonces el rico le pide a Abraham que envíe a Lázaro de regreso a la tierra para que advierta a sus cinco hermanos de modo que éstos no terminen donde él está. Sin embargo, Abraham le responde que ni siquiera una señal así los ayudaría: “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite” (V. 31).<br /><br />El significado de la parábola radica en la última oración, y va dirigida como un aviso a aquéllos que, como los cinco hermanos restantes, viven una existencia egoísta y materialista, y creen que la muerte es el fin de la vida, una vida que encarna los valores hedonistas del verso de Isaías (22:13): “¡Comamos y bebamos, que mañana moriremos!” Para aquellos que son como los cinco hermanos, la petición de Dios no puede oírse. Ni siquiera la mayor señal –una resurrección- los afectaría. Por lo tanto, primero tienen que decidirse a aceptar la palabra de Dios. El exigir una señal externa como una prueba de Dios es en realidad creer en la magia, puesto que en lugar de ésta tenemos que elegir el milagro que refleja nuestro cambio interno. El Curso nos instruye: “Cuando se obran milagros con vistas a hacer de ellos un espectáculo para atraer creyentes, es que no se ha comprendido su propósito” (T-1.I.10). De ese modo, Jesús enseñó por doquier: “¿Porqué esta generación pide una señal? Yo os aseguro: no se dará a esta generación ninguna señal” (Mc 8:12). No se dará ninguna señal porque no sería hacer cosa útil o amorosa de clase alguna, el reforzar, como quien dice, la creencia en la magia que a fin de cuentas refuerza la creencia en la separación.<br /><br />De igual manera, no puede concedérsele la petición al hombre rico, no porque Dios no lo quiera, sino porque el miedo de los hermanos impediría que éstos aceptasen la verdad de Dios, aun cuando ésta fuese tan clara como el resucitar de entre los muertos. Lázaro, por el contrario, recibió su recompensa debido a su indefensa humildad al elegir la ayuda de Dios. Su nombre mismo refleja este deseo: “Lázaro” significa “Ayuda de Dios” en arameo. La parábola, pues, nos exhorta a arrepentirnos y a volver nuestras mentes hacia Dios, pues sólo entonces podrá ayudarnos.<br /><br /><b>El honrar el poder de nuestra mente</b><br /><br />Al mismo tiempo que el evangelio recalca la importancia de nuestra decisión, recalca también el poder de nuestra mente. El “poder de Cielo y tierra” que le pertenece a Jesús él nos lo ofrece, una vez elegimos compartir nuestra vida y nuestra mente con él. Como nos dice él en el Curso:<br /><br /><blockquote>
<div align="justify">
Fue sólo la decisión que tomé lo que me dio plena potestad tanto en el cielo como en la tierra. El único regalo que te puedo hacer es ayudarte a tomar la misma decisión…. Yo soy tu modelo a la hora de tomar decisiones. Al decidirme por Dios te mostré que es posible tomar esta decisión y que tú la puedes tomar…. El Espíritu Santo te enseña cómo tenerme a mí de modelo para tu pensamiento… (T-5.II.9:2-3;6-7; 12:3). </div>
</blockquote>
<br />Ésta es la oración de San Pablo también: “Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo” (Flp 2:5). Debido a que podemos elegir estar “con él” o “en contra de él”, nuestra mente se convierte en el instrumento más poderoso en este mundo. Tiene el poder de aliarse con Dios –el único poder verdadero- o de alejarse de Él, con lo cual este poder se mantiene en suspenso.<br /><br />Cuando nos identificamos con el poder del Cielo que Jesús nos ofrece, no hay nada que no podamos vencer. Nuestra fe en este poder puede hasta mover montañas. Como dijo Jesús: “Creed en la luz, para que seáis hijos de la luz” (Jn 12:36). Nuestras mentes son el instrumento más poderoso de este mundo –literalmente construyen nuestro mundo- y, así pues, el creer en algo lo hará real para nosotros. Cuando elegimos negar ese poder de la luz al ver nuestras mentes separadas de Dios, afirmamos la realidad de la separación y al mismo tiempo nos negamos la paz, la dicha y el bienestar que constituyen nuestra herencia de abundancia como criaturas de Dios. El dolor y el sufrimiento son el resultado inevitable de tal decisión, y a través de la proyección vemos ese sufrimiento como si viniera de fuera de nosotros, más bien que de nuestra propia decisión.<br /><br />Nuestro problema básico es nuestra decisión de vernos separados de Dios y de ese modo nos vemos desdeñados por Él, que no lo que el mundo identifica habitualmente como problemas. Es esta la decisión que tiene que cambiarse. La corrección de este error tiene que ocurrir en el lugar donde se ha hecho: en nuestras mentes, no en el mundo. “[Tienen] que cambiar de mentalidad, no de comportamiento”, nos exhorta <i>Un Curso de Milagros</i>, como afirmamos antes, pues “la corrección debe llevarse a cabo únicamente en el nivel en que es posible el cambio” (T-2.VI.3:4,6). El sanador Espíritu de Dios no opera en un vacío, sino únicamente a través de nosotros mismos.<br /><br />Al discutir el miedo, como ya hemos citado en parte, Jesús afirma en el Curso:<br /><br /><blockquote>
<div align="justify">
Yo no puedo controlar el miedo, pero éste puede ser auto-controlado…. Deshacer el miedo es tu responsabilidad. Cuando pides que se te libere del miedo, estás implicando que no lo es. En lugar de ello, deberías pedir ayuda para cambiar las condiciones que lo suscitaron. Estas condiciones siempre entrañan el estar dispuesto a permanecer separado…. Si me interpusiese entre tus pensamientos y sus resultados [miedo], estaría interfiriendo en la ley básica de causa y efecto: la ley más fundamental que existe. De nada te serviría el que yo menospreciase el poder de tu pensamiento (T-2.VI.1:4; 4:1-4; T-2VII.1:4-5). </div>
</blockquote>
<br />Uno no puede deshacer el miedo reduciendo o subestimando el poder de la mente. Si el poder de nuestra mente la cual eligió equivocadamente no se honra y se respeta, entonces estamos negándole a esa misma mente el poder de corregirse por medio del Espíritu Santo. Estaríamos negando exitosamente al único medio para nuestra salvación –nuestro poder de decisión- su eficacia para salvarnos.<br /><br />En el libro del Apocalipsis, Jesús dice que él está en la puerta y llama esperando que le abramos si decidimos hacerlo (Ap 3:20). Él no derriba la puerta e impone su voluntad por encima de la nuestra, sino que espera pacientemente, y nos recuerda lo que verdaderamente queremos. Jesús no puede elegir ni elige por nosotros.<br /><br />Un ejemplo concreto de este principio se presenta en el ejemplo del encuentro de Jesús con el joven rico (Mc 10:17-22). El hombre se acercó a Jesús, y le preguntó cómo podía alcanzar la vida eterna. Jesús le dice primero que tiene que obedecer los mandamientos, lo cual el hombre asegura que hace. Jesús reconoce su deseo y “fijando en él su mirada, le amó” (v. 21). El relato que hace Marcos de este episodio es notable puesto que es el único lugar en los tres evangelios sinópticos donde se asevera que Jesús amó a alguien. Esto es interesante por demás a la luz de lo que sigue: Jesús le responde con una condición adicional: “Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y… ven y sígueme” (v. 21). Más el hombre no puede hacerlo. Su apego a las posesiones mundanas era demasiado grande: “Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido” (V. 22).<br /><br />Nuestro énfasis aquí está en la reacción de Jesús. Con seguridad él podía retener al joven con él. Jesús sabía que el joven estaba tomando la decisión “equivocada”, i.e., no podía hallar la paz de la vida eterna hasta que no hiciese lo que se le pedía. Más Jesús conocía también el miedo en el corazón del hombre; un miedo que se habría incrementado enormemente si él hubiese dispuesto de su riqueza cuando aún necesitaba de la seguridad de ésta. Tal parece, además, que Jesús reconocía su miedo desde un principio; puesto que primero le dio la respuesta “más fácil”. Fue el deseo del hombre de tener más lo que llevó a Jesús a responderle con la condición que él no pudo cumplir. Si hubiese ejercido su autoridad, e inevitablemente hubiese puesto el miedo a Dios sobre él, el temor del hombre sólo habría aumentado. El reforzar la culpa del joven no le habría servido de nada a Jesús excepto el oculto resentimiento del hombre. El amor es siempre dulce y bondadoso, y jamás procura imponer su voluntad sobre nadie. Como dice el Curso acerca del Espíritu Santo:<br /><br /><blockquote>
<div align="justify">
La Voz del Espíritu Santo no da órdenes porque es incapaz de ser arrogante. No exige nada porque su deseo no es controlar. No vence porque no ataca. Su Voz es simplemente un recordatorio… La Voz…es siempre serena porque habla de paz (T-5.II.7:1-4,7). </div>
</blockquote>
<br />Si el joven rico no podía elegir el seguir a Jesús libremente, no podía verdaderamente seguirle en absoluto. El amor de Jesús era tan grande que él respetaba plenamente la libertad del hombre. De modo que, pudo permitirle que se alejara mientras lo contemplaba con amor, esperando pacientemente, podemos suponer, el día en que pudiese aceptar el amor que Jesús le ofrecía y abandonar esta relación especial con sus posesiones, el sustituto del ego para el Amor de Dios…<br /><br /><span style="font-size: 85%;"><span style="color: #9999ff;">(10)</span>. El mundo pre-Freudiano de los tiempos bíblicos no pudo haber entendido esta dinámica de la proyección. Así pues, jamás pudo haber visto que algo que parecía estar afuera –una “fuerza maléfica”- no era nada excepto pensamientos de culpa y de miedo. Nosotros, los que pertenecemos a una era psicológica más sofisticada, podemos aceptar esta dinámica más fácilmente. Además, reconocemos que postular un poder en oposición a Dios es limitarlo a Él. Esto refleja la idea errónea del “pecado original” de que puede haber un poder en el mundo distinto al de Dios. Este fue el error que Jesús vino a corregir.</span></span></div><br>
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Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-28693200977638554542010-06-29T12:34:00.002+02:002014-05-05T01:28:19.973+02:00“AMAR LO QUE ES” (Byron Katie)<div align="justify">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp_afr-qFKcsJ0wURfW0awW6EfZQqttjtjFPV1Bcie5NKM1P7F78mzz5ZrQgprtt4nSt_xXY26k-B01L0I7ugEfu3OHy_FFpxe0ZPxQvQ1eAuu4MMIxlKjZIDon0xSqTtpWaG8lDQZZj4/s1600/amar-lo-que-es.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp_afr-qFKcsJ0wURfW0awW6EfZQqttjtjFPV1Bcie5NKM1P7F78mzz5ZrQgprtt4nSt_xXY26k-B01L0I7ugEfu3OHy_FFpxe0ZPxQvQ1eAuu4MMIxlKjZIDon0xSqTtpWaG8lDQZZj4/s1600/amar-lo-que-es.jpg" height="320" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><b>Introducción</b><br /><br /><i>El Trabajo</i> de Byron Katie es una forma de identificar y cuestionar los pensamientos que causan todo el sufrimiento en el mundo. Es un camino para encontrar la paz dentro de ti y en el mundo. Los ancianos, los jóvenes, los enfermos, los sanos, las personas con estudios y las que carecen de estudios—cualquier persona con una mente abierta puede hacer este Trabajo.<br /><br />Byron Kathleen Reid sufrió una severa depresión tras cumplir los treinta años. Durante diez años, su depresión se agravó y Katie (como es llamada) pasó cerca de dos años casi incapaz de levantarse de su cama y obsesionada con el suicidio. De repente una mañana, estando en lo más profundo de la desesperación, tuvo una revelación que transformó su vida.<br /><br />Katie comprendió que cuando creía que algo debería ser diferente de como era («Mi marido debería quererme más», «Mis hijos deberían apreciarme») ella sufría, y que cuando no creía estos pensamientos, sentía paz. Se dio cuenta de que la causa de su depresión no era el mundo alrededor suyo, sino lo que ella creía sobre ese mundo. En un repentino despertar interior, Katie entendió que nuestro intento por encontrar la felicidad está enrevesado: en lugar de intentar, inútilmente, cambiar el mundo para ajustarlo a nuestros pensamientos de como «debería» ser, podemos cuestionar estos pensamientos y, mediante el encuentro con la realidad como es, experimentar una libertad y un gozo inimaginables. Katie desarrolló un método de indagación sencillo y sin embargo poderoso, denominado <i>El Trabajo</i>, que hace posible esta transformación. El resultado fue que una mujer deprimida y con tendencias suicidas, se llenó de Amor por todo lo que la vida trae.<br /><br /><b>Lo que es, es</b><br /><br />Únicamente sufrimos cuando creemos un pensamiento que no está de acuerdo con lo que es. Cuando la mente está perfectamente clara, lo que es, es lo que queremos. Querer que la realidad sea diferente de lo que es, es igual que intentar enseñar a ladrar a un gato. Puedes intentarlo una y otra vez y al final, el gato te mirará y volverá a decir: «Miau». Desear que la realidad sea diferente de lo que es, es desesperante.<br /></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh99YKaj_KfXp3Cyi9Sse2ymennrMdDSp2IQKxJN2i-oEFPCI8n6VyLBwb35ZprsYeZwsAosY7IAZJx4kFhYg1Cw6iwp8Y4T6u8VMvfS-b7GhqjvdzuOLF1-hYKKucll4DJJJle-tDQOEc/s1600/AMAR+LO+QUE+ES+(BYRON+KATIE).jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh99YKaj_KfXp3Cyi9Sse2ymennrMdDSp2IQKxJN2i-oEFPCI8n6VyLBwb35ZprsYeZwsAosY7IAZJx4kFhYg1Cw6iwp8Y4T6u8VMvfS-b7GhqjvdzuOLF1-hYKKucll4DJJJle-tDQOEc/s1600/AMAR+LO+QUE+ES+(BYRON+KATIE).jpg" height="320" width="201" /></a><span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"></span></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">Y aun así, si prestas atención, advertirás que tienes pensamientos de este tipo docenas de veces al día: «La gente debería ser más amable», «Los niños deberían portarse bien», «Mi mujer (o mi marido) debería estar de acuerdo conmigo», «Yo debería estar más delgada (o ser más guapa o tener más éxito)». Estos pensamientos son formas de querer que la realidad sea diferente de lo que es. Si te parece que esto suena deprimente, estás en lo cierto. Todo el estrés que sentimos se origina en nuestras discusiones con lo que es.<br /><br />Las personas aún no familiarizadas con <i>El Trabajo</i> me dicen a menudo: «Pero si renunciase a mi discusión con la realidad, perdería parte de mi poder. Si sencillamente acepto la realidad, seré pasiva. Quizás incluso pierda el deseo de actuar». Yo les contesto con una pregunta: « ¿Puedes saber que eso es verdad con absoluta certeza?» ¿Qué es más poderoso?: «Ojalá no hubiese perdido mi trabajo» o «Perdí mi trabajo; ¿qué puedo hacer ahora?»<br /><br /><i>El Trabajo</i> revela que lo que piensas que no debería haber sucedido, sí debería haber sucedido. Debería haber sucedido porque así fue y ningún pensamiento en el mundo puede cambiarlo. Eso no quiere decir que lo justifiques ni que lo apruebes. Sólo significa que eres capaz de ver las cosas sin resistencia y sin la confusión de tu lucha interior. Nadie quiere que sus hijos enfermen, nadie quiere ser víctima de un accidente de coche; pero cuando estas cosas ocurren, ¿de qué forma podría ayudar discutir mentalmente con ellas? Sabemos que no tiene sentido, y sin embargo, lo hacemos porque no sabemos cómo dejar de hacerlo.<br /><br />Soy una amante de lo que es, no porque sea una persona espiritual, sino porque me duele cuando discuto con la realidad. Podemos saber que la realidad está bien tal como es porque cuando discutimos con ella sentimos tensión y frustración. No nos sentimos naturales ni equilibrados. Cuando dejamos de oponernos a la realidad, la acción se convierte en algo sencillo, fluido, amable y seguro.<br /><br /><b>Ocúpate de tus propios asuntos</b><br /><br />Sólo puedo encontrar tres tipos de asuntos en el universo: los míos, los tuyos y los de Dios. (Para mí, la palabra Dios significa «realidad». La realidad es Dios porque rige. Todo lo que escapa a mi control, al tuyo y al de cualquier otra persona es lo que yo denomino «los asuntos de Dios».)<br /><br />Buena parte de nuestro estrés proviene de vivir mentalmente fuera de nuestros propios asuntos. Cuando pienso: «Necesitas encontrar un trabajo, quiero que seas feliz, deberías ser puntual, necesitas cuidar mejor de ti mismo», me estoy inmiscuyendo en tus asuntos. Cuando me preocupo por los terremotos, las inundaciones, la guerra o la fecha de mi muerte, estoy en los asuntos de Dios. Si mentalmente estoy metida en tus asuntos o en los de Dios, el efecto es la separación. Fui consciente de esto al principio, en 1986. Cuando, por ejemplo, me inmiscuía mentalmente en los asuntos de mi madre con pensamientos del tipo: «Mi madre debería comprenderme», experimentaba de inmediato un sentimiento de soledad. Y comprendí que siempre que me había sentido herida o sola, había estado inmiscuida en los asuntos de otra persona.<br /><br />Si tú estás viviendo tu vida y yo estoy viviendo mentalmente tu vida, ¿quién está aquí viviendo la mía? Los dos estamos allá. Ocuparme mentalmente de tus asuntos me impide estar presente en los míos. Me separo de mí misma y me pregunto por qué razón mi vida no funciona.<br /><br />Pensar que yo sé lo que es mejor para los demás es estar fuera de mis asuntos. Incluso en nombre del amor, es pura arrogancia y el resultado es la tensión, la ansiedad y el miedo. ¿Sé lo que es adecuado para mí? Ese es mi único asunto. Permíteme trabajar en eso antes de tratar de resolver tus problemas por ti.<br /><br />Si comprendes los tres tipos de asuntos lo suficiente para ocuparte de los tuyos propios, esto puede liberar tu vida de una manera que ni siquiera eres capaz de imaginar. La próxima vez que sientas tensión o incomodidad, pregúntate de quién son los asuntos de los que te ocupas mentalmente, ¡y quizás estalles en carcajadas! Esa pregunta puede llevarte de vuelta a ti mismo. Tal vez llegues a descubrir que, en realidad, nunca has estado presente y que te has pasado toda la vida viviendo mentalmente en los asuntos de otras personas. Simplemente darte cuenta de que estás en los asuntos de otro te puede devolver a tu maravilloso ser.<br /><br />Y si practicas durante un tiempo, quizá descubras que en realidad tú no tienes ningún asunto y que tu vida funciona perfectamente por sí misma.<br /><br /><b>Encuéntrate con tus pensamientos con comprensión</b><br /><br />Un pensamiento es inofensivo a menos que lo creamos. No son nuestros pensamientos, sino nuestro apego a ellos, lo que origina nuestro sufrimiento. Apegarse a un pensamiento significa creer que es verdad sin indagar en él. Una creencia es un pensamiento al que hemos estado apegados a menudo durante años.<br /><br />La mayoría de la gente cree que es lo que sus pensamientos dicen que es. Un día advertí que no estaba respirando: estaba siendo respirada. Entonces también me di cuenta, con gran sorpresa, de que no estaba pensando: que, en realidad, estaba siendo pensada y que el pensar no es personal. ¿Te despiertas por la mañana y te dices: «Creo que hoy no voy a pensar»? Es demasiado tarde: ¡ya estás pensando!<br /><br />Los pensamientos sencillamente aparecen. Provienen de la nada y vuelven a la nada, como nubes que se mueven a través del cielo limpio. Están de paso, no han venido para quedarse. No son perjudiciales hasta que nos apegamos a ellos como si fueran verdad.<br /><br />Nadie ha sido capaz, jamás, de controlar su pensamiento, aunque la gente quizá cuente la historia de cómo lo ha conseguido. Yo no dejo ir mis pensamientos: los recibo con comprensión. Luego ellos me dejan ir a mí.<br /><br />Los pensamientos son como la brisa o las hojas de los árboles o las gotas de lluvia que caen. Aparecen así, y mediante la indagación, podemos entablar amistad con ellos. ¿Discutirías con una gota de lluvia? Las gotas de lluvia no son personales, como tampoco lo son los pensamientos. Una vez que has recibido un concepto doloroso con comprensión, la próxima vez que aparezca quizá te resulte interesante. Lo que solía ser una pesadilla ahora es sólo algo interesante. La siguiente vez que aparezca, tal vez te cause risa. Y la siguiente vez, quizá ni siquiera lo adviertas. Este es el poder de amar lo que es.<br /><br /><b>Poner la mente en papel</b><br /><br />El primer paso de <i>El Trabajo</i> consiste en escribir tus juicios sobre cualquier situación estresante en tu vida pasada, presente o futura: una persona que te desagrada, una situación con alguien que te entristece, te enoja o te asusta.<br /><br />Durante miles de años nos han enseñado a no juzgar; pero, seamos sinceros, de todos modos lo hacemos todo el tiempo. La verdad es que todos tenemos juicios ocupando nuestras cabezas. Mediante <i>El Trabajo</i>, por fin tenemos permiso para expresar esos juicios y hasta «gritarlos» en el papel. Tal vez descubramos que es posible encontrarse incluso con los pensamientos más desagradables con un amor incondicional.</span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">Te animo a que escribas sobre alguien a quien no hayas perdonado totalmente. Este es el lugar más eficaz por dónde empezar. Aun cuando hayas perdonado a esa persona en un 99 por ciento, no serás libre hasta que tu perdón sea completo. Ese 1 por ciento que no has perdonado es precisamente el lugar en el que te has atascado con el resto de tus relaciones (incluida la relación contigo mismo).<br /><br />Si empiezas por dirigir el dedo acusador hacia fuera, entonces el centro de atención no recaerá sobre ti. Sencillamente te podrás expresar sin censurarte. Con frecuencia estamos bastante seguros sobre lo que otras personas necesitan hacer, cómo deberían vivir y con quién deberían estar. Tenemos una visión 20/20 sobre los demás pero no sobre nosotros mismos.<br /><br />Cuando haces <i>El Trabajo</i>, comprendes quién eres a través de ver quién crees que son los demás. Con el tiempo, llegas a ver que todo lo que está fuera de ti es un reflejo de tu propio pensamiento. Eres el narrador de la historia, el proyector de todas las historias y el mundo es la imagen proyectada de tus pensamientos.<br /><br />Desde el principio de los tiempos, la gente ha intentado cambiar el mundo a fin de ser feliz. Esto nunca ha funcionado porque aborda el problema al revés. <i>El Trabajo</i> nos brinda una manera de cambiar el proyector —la mente— en lugar de lo proyectado. Es como cuando hay una mota de polvo en la lente de un proyector. Creemos que hay una imperfección en la pantalla e intentamos cambiar la imagen de esta persona, o la otra persona, o quienquiera que sea sobre quien recaiga la imperfección. Pero intentar cambiar las imágenes proyectadas constituye un esfuerzo inútil. Una vez que comprendemos donde está la mota de polvo, podemos limpiar la lente. Esto es el fin del sufrimiento y el principio de un poco de dicha en el paraíso.<br /><br /><b>«Katie-ismos»</b><br /><br />Cuando discutes con la realidad pierdes, pero sólo el 100% de las veces.<br /><br />Las personalidades no aman, quieren algo.<br /><br />Si yo tuviera una oración ésta sería: «Dios, libérame del deseo de amor, aprobación o aprecio. Amén.»<br /><br />No pretendas estar más allá de tu propia evolución.<br /><br />Una mente sin cuestionar es el único sufrimiento.<br /><br />O crees lo que piensas o lo cuestionas. No hay otra opción.<br /><br />Nadie puede lastimarme; ese es mi trabajo.<br /><br />Lo peor que ha sucedido jamás es un pensamiento no cuestionado. La mente sana no sufre, nunca.<br /><br />Si yo pienso que tú eres mi problema, yo estoy loca.<br /><br />Yo no dejo ir mis conceptos, los cuestiono y luego ellos me dejan ir a mí.<br /><br />Te alejas totalmente de la realidad cuando crees que existe una razón legítima por la cual sufrir.<br /><br />La realidad es siempre más amable que la historia que contamos sobre ella.<br /><br />Tengo muy claro que todo el mundo me ama. Simplemente no espero que ellos se den cuenta aún.<br /><br />No existen problemas físicos, sólo mentales. La realidad es Dios porque rige.<br /><br />Cuando mi mente está perfectamente clara, lo que es, es lo que quiero.<br /><br />Discutir con la realidad es como intentar enseñar a un gato a ladrar: imposible.<br /><br />¿Cómo sé que no necesito lo que quiero? No lo tengo.<br /><br />El perdón es darte cuenta de que lo que creías que había sucedido, no sucedió.<br /><br />Todo sucede para mí, no a mí.<br /><br />La gratitud es lo que somos cuando ya no tenemos ninguna historia.</span></div>
<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGJ25mr87nuYmtYgnzKCzqa4TMwP8GnzFsvoPVw1Bh41cFg5VKqitayE9fEAnsShYMG_qnHxSgv4wDmy676DB12PPunlm0tsnB9VUhZLEwdPNsdodAsCE6BxX4lujylsQKZvBCvxeQH5U/s1600/Happiness-Quotes.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGJ25mr87nuYmtYgnzKCzqa4TMwP8GnzFsvoPVw1Bh41cFg5VKqitayE9fEAnsShYMG_qnHxSgv4wDmy676DB12PPunlm0tsnB9VUhZLEwdPNsdodAsCE6BxX4lujylsQKZvBCvxeQH5U/s1600/Happiness-Quotes.png" height="400" width="400" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><b>Capítulo 17 – La realidad de Jesús<br />El canto de oración: el folleto</b><br /> </span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">En las primeras páginas de <i>El canto de oración</i> encontramos las siguientes aseveraciones las cuales se refieren al mismo tema del orar pidiendo cosas específicas:<br /><br />«<i>La oración es el mayor regalo con el cual Dios bendijo a Su Hijo al crearlo. Era ésta entonces lo que ha de llegar a ser: la única voz que el Creador y la creación comparten; el canto que el Hijo entona al Padre, Quién devuelve a Su Hijo las gracias que el canto Le ofrece</i> (O-1.in. 1:1-2)».<br /><br />Así que la oración se usa como sinónimo del estado de perfecta unidad entre Dios y Cristo, creador y creación. Es a la memoria de esa unidad en nuestras mentes divididas a lo que el Curso se refiere como el Espíritu Santo, y el cual se manifiesta como Jesús para nosotros en el sueño de este mundo. Y, sin embargo, repito, puesto que no estamos listos para hacer a un lado nuestro miedo a aceptar el amor de quién somos, necesitamos aceptar este amor en las formas en que podamos aceptarlo:<br /><br />«<i>Para ti que te encuentras brevemente en el tiempo, la oración toma la forma que mejor se ajusta a tu necesidad. Sólo tienes una… [La oración] no es sólo una pregunta o una súplica. No puede tener éxito hasta que no te des cuenta de que no pide nada… La verdadera oración debe evitar la trampa de la súplica. Pide, en su lugar, recibir lo que ya se ha dado; aceptar lo que ya está ahí</i> (O.in.2:1-2; O-1.1.1:2-3, 6-7)».<br /><br />Sin embargo, no debemos olvidar que tal petición es ilusoria, y, por lo tanto, puede tentarnos a olvidar que la verdad ya está presente en nuestro interior, y sólo necesita que se la acepte. El folleto continúa:<br /><br />«<i>Se te ha dicho que le pidas al Espíritu Santo la respuesta a cualquier problema específico, y que recibirás una respuesta específica si esa es tu necesidad. También se te ha dicho que hay un solo problema y una sola respuesta. En la oración, esto no es contradictorio… no es la forma de la pregunta lo que importa, ni tampoco la manera como se formula. La forma de la respuesta, si es dada por Dios, se ajustará a tu necesidad tal como tú la ves. Esto es simplemente un eco de la respuesta de Su Voz. El verdadero sonido es siempre un canto de acción de gracias y de amor</i> (O-1.1.2:1-3, 6-9)».<br /></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJsZ1dW1Yy1gfFu0TaYYyDwT4FZ9Fk976Iqb9yMtV_150JTpSmp2VAH6RYGqq4SsPBbYqnwmhoi28-eeUO3K_nTml5bRELMU_klEFTtLAVoMmdOyXBdhXhBZy3vQbP1aiFDHlSQgLiEvY/s1600/AUSENCIA+DE+FELICIDAD+(Kenneth+Wapnick).jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJsZ1dW1Yy1gfFu0TaYYyDwT4FZ9Fk976Iqb9yMtV_150JTpSmp2VAH6RYGqq4SsPBbYqnwmhoi28-eeUO3K_nTml5bRELMU_klEFTtLAVoMmdOyXBdhXhBZy3vQbP1aiFDHlSQgLiEvY/s1600/AUSENCIA+DE+FELICIDAD+(Kenneth+Wapnick).jpg" height="320" width="214" /></a><span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"></span></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">Aquí encontramos la misma enseñanza que aparece en el mensaje especial, pero se presenta ahora de manera más generalizada. También encontramos aquí el principio que explicaría la forma en la cual <i>Un curso de milagros</i> llega; a saber, que la forma de la enseñanza se adapta, tal como Jesús lo ha estado explicando arriba, a la necesidad de enseñanza específica de la sección en cuestión. En el contexto de la oración como un proceso, lo que Jesús dice refleja el final del proceso donde entendemos que sólo hay un problema –la separación- y una solución –el que se acepte la Expiación-; en otras ocasiones él está reflejando las etapas iniciales del proceso, donde experimentamos que el Espíritu Santo resuelve nuestros problemas. La verdadera solución a nuestros problemas, sin embargo, siempre descansa en la única Respuesta, que es el Amor de Dios, el cual es el «verdadero sonido» del canto de oración. Como Jesús nos explicará ahora, es la experiencia de la canción lo que en verdad queremos –su amor- no las formas ilusorias en las cuales podamos experimentar el reflejo:<br /><br />«<i>No puedes, por lo tanto, pedir el eco. Es la canción lo que constituye el regalo. Con ella vienen los sobreagudos, las armonías, los ecos, pero estos son secundarios. En la verdadera oración sólo escuchas el canto. Todo lo demás es simplemente agregado. Has buscado primero el Reino de los Cielos, y ciertamente, todo lo demás se te ha dado por añadidura</i> (O-1.1.3)».<br /><br />En otras palabras, al continuar el tema de su mensaje especial a Helen, aquí Jesús les está advirtiendo a todos los estudiantes de su Curso que lo que en verdad ellos quieren es la paz de Dios, no sus reflejos específicos. La realidad del amor es el deseo de nuestro corazón, no las manifestaciones ilusorias; es el maravilloso canto del Amor de Dios lo que anhelamos recordar, no los varios ecos que se desvían a través de nuestras mentes temerosas. El propósito de Jesús en nuestras vidas no es concedernos nuestras peticiones específicas ni contestar preguntas específicas, sino más bien recordarnos la única Respuesta a todas estas preocupaciones, que descansa tranquilamente dentro de nuestras mentes, esperando con paciencia que le demos nuestra bienvenida. Como afirma el Curso:<br /><br />«<i>El amor espera la bienvenida… y el mundo real no es sino tu bienvenida a lo que siempre fue</i> (T-13.VII.9:7)».<br /><br />Por lo tanto, una vez que nos volvemos a unir con este amor, que hemos tomado la mano de Jesús, la cual nos recuerda Quién somos verdaderamente, todas nuestras preocupaciones desaparecen inevitablemente. Puesto que el contenido de nuestros problemas era la separación del amor, el deshacerlos simplemente radica en que nos unamos con él nuevamente. Ese es el significado de la alusión a la aseveración bíblica de que cuando hayamos buscado el amor del Reino de los Cielos, todo lo demás «se nos ha dado»: hemos recordado la paz y el amor que es nuestra única Respuesta.<br /><br />El canto de oración continúa, y Jesús se torna incluso más específico:<br /><br />«<i>El secreto de la verdadera oración es olvidar las cosas que crees necesitar. Pedir lo específico, es muy similar a reconocer el pecado y luego perdonarlo</i> (O-1.1.4:1-2)».<br /><br />«Verdadera oración» es el término que Jesús utiliza para referirse a los tramos superiores de la oración, el verdadero significado de unirse con el Amor de Dios. Un poco más adelante en el folleto, él compara el proceso de la oración con una escalera. El orar por cosas específicas, o el buscar guía para respuestas específicas, refleja los escalones inferiores de la escalera. A esto se le denomina «pedir-desde-la-necesidad», y siempre implica «<i>sentimientos de ser débil e inadecuado, y jamás podrían ser realizadas por un Hijo de Dios que sepa Quién es</i> (O-1.II.2:1)». Por lo tanto, cualquiera que se sienta inseguro de su Identidad no puede evitar el orar en estas formas.<br /><br />Claramente el propósito de Jesús aquí no es hacer que las personas se sientan culpables al incurrir en estas formas mágicas de la oración, sino simplemente recordarles lo que en verdad quieren. Siempre se debe empezar por el principio, y <i>Un curso de milagros</i> jamás sugeriría que sus estudiantes deben saltar los pasos necesarios para alcanzar su meta de verdadera paz. Son estos pasos los que permiten que Dios dé Su «paso final» de elevar a Sus hijos nuevamente hasta el Cielo:<br /><br />«<i>Dios Mismo dará este paso final. No te niegues a dar los pequeños pasos que se te pide para que puedas llegar hasta Él</i> (L-pl.193.13:6-7)».<br /><br />Sin embargo, aquí en las páginas iniciales del folleto, Jesús está intentando corregir los errores que sus estudiantes, así como Helen, estaban cometiendo en los comienzos de la vida pública del Curso. Él les está recordando a las personas que ellas son tentadas a conformarse con las pequeñas migajas que el ego les ofrece, cuando en su lugar pueden tener el hermoso canto de su Identidad como Cristo:<br /><br />«<i>El Hijo de Dios no pide mucho, sino demasiado poco</i> (T-26.VII.11:7)».<br /><br />Este punto se hace más claro en el próximo pasaje:<br /><br />«<i>De la misma manera, también en la oración pasas por encima de tus necesidades específicas tal como tú las ves, y las abandonas en Manos de Dios. Allí se convierten en tus regalos para Él, pues Le dicen que no antepondrás otros dioses a Él; ningún Amor que no sea el Suyo. ¿Cuál otra podría ser Su Respuesta sino tu recuerdo de Él? ¿Puede esto cambiarse por un trivial consejo acerca de un problema de un instante de duración? Dios responde únicamente por la eternidad. Pero aún así, todas las pequeñas respuestas están contenidas en ésta… No hay nada que pedir porque no queda nada que desear</i> (O-1.1.4:3-8;5:6)».<br /><br />Así que cuando nos sentimos indecisos o inseguros de una situación, y desconocemos qué debemos hacer, se nos pide que alcemos la atención de nuestras mentes por encima del campo de batalla en el cual creemos existir, y donde continuamente buscamos «un trivial consejo sobre algún problema de un instante de duración». Al abandonar el campo de batalla, nos reunimos con la presencia amorosa de Jesús o del Espíritu Santo, y de ese modo se nos recuerda que todo lo que queremos es la paz de Dios. Desde ese lugar de paz y de amor dentro de nuestras mentes, volvemos nuestra atención hacia la situación que estamos confrontando. De nuevo en el campo de batalla, pero portando la memoria de nuestra verdadera meta, inevitablemente reconoceremos lo que debemos hacer. Hemos hecho nuestra parte al eliminar nuestro miedo a la unión –la interferencia a nuestra conciencia de la presencia del amor- y la Respuesta fluirá entonces a través de nuestras mentes en la forma que necesitemos oír: «<i>No hay nada que pedir porque ya no hay nada más que desear</i>». Así que Jesús le ha planteado la pregunta a todos sus estudiantes: ¿Es la pequeña respuesta que recibes a una pregunta específica lo que realmente quieres, cuando en su lugar puedes tener la paz de Dios, y la certeza de tus próximos pasos en este mundo ilusorio? Las pequeñas respuestas están contenidas en la única Respuesta, pero no viceversa; traemos las ilusiones a la verdad, no la verdad a las ilusiones.<br /><br />Esta enseñanza, por consiguiente, consta de una «serie de lecciones» que Jesús le mencionó a Helen en su mensaje preliminar para ella. Él le estaba recordando, nuevamente en este período final de su vida, que recordara quién era ella, y que ya no era necesario fingir que ella era alguien que no era. Su vida como Helen podía expresar entonces su realidad como amor. Como ya hemos visto, sin embargo, estas lecciones no tuvieron un efecto observable. De hecho, Helen habría de elegir dilatar este paso hasta el momento de su muerte.<br /><br />Regresamos al folleto, donde Jesús retorna a las experiencias de las personas en los peldaños inferiores de la escalera, y a la necesidad de ayuda:<br /><br />«<i>Este no es un nivel de oración que todo el mundo puede alcanzar por ahora. Aquellos que no lo han alcanzado aún necesitan tu ayuda en la oración, porque su pedir no se basa todavía en la aceptación. La ayuda en la oración no significa que otro media entre Dios y tú. Pero sí significa que otro está a tu lado y te ayuda a elevarte hacia Él</i> (O-1.1.6:1-4)».<br /><br />El lector puede recordar aquí las palabras de Jesús para Helen antes de que comenzara <i>El canto de oración</i> (vea anteriormente, pág. 490), las cuales refuerzan la unión de ella con otros al fortalecerles su habilidad para «oír» por sí mismos. Cito nuevamente el recordatorio que Jesús nos hace en el texto: «<i>Todos mis hermanos son especiales</i> (T-1.V.3:6)».<br /><br />Comentando una vez más sobre los diferentes niveles de la oración, podemos extrapolar los diferentes niveles en que se puede entender a Jesús, e incluir qué significa el relacionarse con él. En <i>Un curso de milagros</i>, Jesús explica que <i>no podemos ni siquiera pensar en Dios sin un cuerpo, o en alguna forma que creamos reconocer</i> (T-18.VIII.1:7). Por lo tanto, como lo explica más adelante un importante pasaje del texto:<br /><br />«<i>Puesto que crees estar separado, el Cielo se presenta ante ti como algo separado también. No es que lo esté realmente, sino que se presenta así a fin de que el vínculo que se te ha dado para que te unas a la verdad pueda llegar a través de lo que entiendes. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son Uno, de la misma manera en que todos tus hermanos están unidos en la verdad cual uno… La función del Espíritu Santo es enseñarte cómo experimentar esta Unidad, qué tienes que hacer para experimentarla, y adónde debes dirigirte para lograrla.<br />De acuerdo con esto, se considera al tiempo y al espacio como si fueran distintos, pues mientras pienses que una parte de ti está separada, el concepto de unidad unida cual una sola no tendrá sentido… [por consiguiente esta Unidad tiene que] utilizar el idioma que dicha mente entiende, debido a la condición en que esta mente cree encontrarse</i> (T-25.1.5:1-3;6:4; 7:1,4)».<br /><br />Así pues, tenemos que hablar de Jesús en dos niveles: el primero es el metafísico, en el cual su amor y su presencia es abstracta y no-específica, como es conocido por la sacerdotisa, y el cual puede ser simbolizado por el agua en nuestro ejemplo del vaso; el segundo refleja nuestra experiencia dentro del sueño, donde lo conocemos como un cuerpo con una personalidad, puesto que creemos que nuestra identidad está arraigada en el ámbito corpóreo. El amor y la presencia de Jesús, por lo tanto, son transmitidos a través de nuestras mentes separadas las cuales creen que estamos en cuerpos, y por consiguiente nuestra experiencia de él como persona es determinada por la forma particular del vaso que está constituido por nuestras propias necesidades de aprendizaje.<br /><br />Correspondientemente, el peldaño más bajo de la escalera descrita en <i>El canto de oración</i> consiste en pedir cosas, porque creemos que nuestra realidad está aquí en el mundo:<br /><br />«<i>En estos niveles la oración es un simple desear, el cual surge de una sensación de escasez y carencia</i> (O-I.II.I:5)».</span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">A medida que crecemos en el perdón y ascendemos la escalera de la oración, sin embargo, progresivamente nos hacemos conscientes de la naturaleza informe de la presencia del amor,<br /><br />«<i>hasta que [la oración] alcanza su estado informe, y se fusiona en total comunicación con Dios</i> (O-I.II.I:3) ».<br /><br />Esto concluye nuestra discusión de <i>El canto de oración</i>, y nuestra breve digresión para considerar la naturaleza de la oración y de Jesús, y para contrastar la ilusión y la realidad. </span></div>
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</script>Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-77036961082941742692010-05-30T13:10:00.004+02:002014-05-04T14:56:37.697+02:00"AMOR SIN CONDICIONES" (Paul Ferrini)<div align="justify">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6_HfLgZJNXLb15PjZIhjPYgKT_IemO8jBelC7n2saqPnbN8lM3lB2lCzWD8sr2k2h8LbDIl1eXoD1dKTXOlXUQ3ZTTyUvtEeyV1gxFrv6w7See79nelqHbLVZnLghuyw5k78Ha3r3uVc/s1600/amor-sin-condiciones.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6_HfLgZJNXLb15PjZIhjPYgKT_IemO8jBelC7n2saqPnbN8lM3lB2lCzWD8sr2k2h8LbDIl1eXoD1dKTXOlXUQ3ZTTyUvtEeyV1gxFrv6w7See79nelqHbLVZnLghuyw5k78Ha3r3uVc/s1600/amor-sin-condiciones.jpg" height="384" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><b>AMOR SIN CONDICIONES</b><br /><br />Has aprendido el amor condicionado de personas cuyo amor por ti ya estaba condicionado por su propia culpa y temor. Estos han sido tus modelos. No tienes por qué estar avergonzado de eso. Basta con que lo tengas en cuenta, con que lo admitas como un hecho.<br /><br />Desde que eras un bebé fuiste condicionado a valorarte a ti mismo únicamente cuando la gente respondía positivamente a ti. Aprendiste a establecer tu autoestima externamente. Ese error fundamental se ha ido perpetuando a lo largo de tu vida.<br /><br />
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La experiencia de tus padres no fue diferente de la tuya. Todos vosotros necesitáis sanar las mismas heridas. Todas las transgresiones/violaciones tienen que ser traídas a la conciencia para poder liberar las emociones vinculadas con ellas. Así es como todos los seres heridos pasan del amor condicional a la experiencia del amor sin condiciones.<br /><br />En el proceso de curación aprendes a darte a ti mismo el amor incondicional que jamás recibiste de tus padres biológicos. Y en ese proceso «renaces», y vuelves a tener como padres no a otras figuras de autoridad, sino a la Fuente del Amor dentro de ti mismo.<br /><br />Cuando aprendes a dar amor a la persona herida que tienes dentro, comienzas a invertir la creencia de que la autoestima tiene que estar basada en la respuesta de los demás hacia ti. Lentamente re-aprendes a valorarte tal como eres, aquí y ahora, sin condiciones. Nadie más puede hacerlo por ti. Los demás pueden ayudarte y animarte, pero nadie puede enseñarte a amarte a ti mismo. Ésta es una función de cada alma individual.<br /><br />Cada alma viene a la experiencia física con la intención de abordar estos temas de la autoestima. Sin embargo, desde un periodo muy temprano de su estancia aquí, su capacidad natural para amar e incluir a otros en su experiencia queda condicionada.<br /><br />Es esencial invertir estos condicionamientos. Si el alma deja el mundo físico creyendo que es víctima de su experiencia aquí, será atraído de nuevo a este lugar para des-aprender esa creencia. Sin embargo, si el alma despierta a la verdad de que su valía no depende de nada ni de nadie externo a su mente o experiencia, se establecerá en la Fuente del Amor y despertará del sueño de abuso.<br /><br />Despertar del abuso significa rechazar la ilusión de que no eres digno de ser amado tal como eres. Demuestras amor dándotelo a ti mismo incondicionalmente. Y al hacerlo, atraes a tu vida a otros que son capaces de amarte sin condiciones.<br /><br />El intento de encontrar amor fuera de ti mismo siempre fracasa, porque no puedes recibir de otro algo que no te has dado a ti mismo. Cuando te niegas a dar amor, atraes a tu vida a otros que están haciendo lo mismo. La experiencia de amor incondicional empieza en tu corazón, n en el de otra persona. No condiciones tu capacidad de amarte a ti mismo a la capacidad de amarte que tengan otros. No pongas tu fe en los condicionamientos que rodean al amor o en la forma en que se presenta. Pues los condicionamientos no son permanentes y están sujetos a las vicisitudes de la vida cotidiana.<br /><br />
</span>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghk9Wopdz4Q4mCwL77wB7AiWcLwkmfaQrXMBPqaUY5azUgNOTFTUseiR4T4LMOtG-sCiggw5a2DaTA3DkSJ2NQB5wBt9RjtsDTSVYNRCjdHcLV5JJT-UKWHNJ_2Y-1nNhGTZoXhcy3qnw/s1600/AMOR+SIN+CONDICIONES+%2528Paul+Ferrini%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghk9Wopdz4Q4mCwL77wB7AiWcLwkmfaQrXMBPqaUY5azUgNOTFTUseiR4T4LMOtG-sCiggw5a2DaTA3DkSJ2NQB5wBt9RjtsDTSVYNRCjdHcLV5JJT-UKWHNJ_2Y-1nNhGTZoXhcy3qnw/s1600/AMOR+SIN+CONDICIONES+%2528Paul+Ferrini%2529.jpg" height="320" width="213" /></a><span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"></span></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">
El verdadero amor no cambia. Existe independientemente de la forma en la que se exprese. La Fuente de este Amor eterno, omnipresente e informe, está dentro de ti. Es allí donde debes poner tu fe, pues este amor es lo más seguro que llegarás a conocer. Y una vez que esté firmemente establecido en tu corazón, no tendrás que buscar la felicidad fuera de ti mismo.<br /><br />La gente vendrá y se irá de tu vida. Algunos te tratarán bien. Otros no te tratarán nada amablemente. Aceptarás el amor que hay allí y verás la carencia de amor tal como es: un grito de alguien que está padeciendo y pide ayuda. Alentarás a otros a encontrar la Fuente del Amor dentro de ellos, tal como tú lo hiciste, sabiendo a ciencia cierta que tú no puedes arreglar sus pequeños problemas. La tragedia de sus vidas sólo puede ser abordada por su voluntad de mirar dentro de sus propios corazones y de sus propias mentes.<br /><br />
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Quien ama sin condiciones no pone límites a su libertad o a la libertad de otro. No intenta retener el amor, ya que intentar retenerlo es perderlo. El amor es un don que tiene que ser dado constantemente, tal como demande cada situación. Y el dador siempre sabe cuándo y a quién debe ser dado este regalo.<br /><br />No hay nada complicado en el acto amoroso. Sólo se torna complicado cuando se empieza a retener el amor, y, entonces, lo que se ofrece deja de ser amor.<br /><br />El que se ama a sí mismo no tiene miedo de estar solo, porque estar solo es una oportunidad para amarse y aceptarse a sí mismo aún más profundamente. Si su amante le rechaza, ¿se siente indigno? ¿Siente lástima de sí mismo y se retira del mundo, o se enfrasca ciegamente en la búsqueda de un sustituto? No. Simplemente continúa respirando y extendiendo su amor con cada paso que da.<br /><br />Quien se ama incondicionalmente no ama gradualmente ni imponiendo obligaciones. No busca alguien especial a quien amar. Ama a todo aquel que está ante él. Ninguna persona es más digna o indigna de su amor que otra. Éste es el tipo de amor que está naciendo ahora en ti, hermano y hermana míos. Éste es el tipo de amor que te ofrezco y que te pido que extiendas a otros.<br /><br />Es muy claro. No puedes malinterpretar lo que te estoy diciendo. El amor sólo puede existir entre iguales. El amor sólo puede existir entre seres que han aprendido a amarse y a valorarse internamente.<br /><br />El amor no toma rehenes. No regatea. No cede ante el miedo. De hecho, donde el amor está presente no pueden existir el temor ni su miríada de condicionamientos.<br /><br />Amigo mío, te exhorto a que seas honesto. Lo que conoces del amor no es el tipo de amor que te estoy describiendo. ¡El amor que estoy describiendo es absolutamente terrorífico para ti!<br /><br />¿Por qué es así? Porque la experiencia del amor Real acaba con tu experiencia del mundo condicionado. Cuando lo experimentas, ya no te sientes separado de los demás. Pierdes todos los aspectos de tu identidad que alejan a los demás de ti. Te abres a una realidad más amplia que creas con los demás por medio de la confianza mutua. El juicio desaparece y rige la aceptación.<br /><br />«No tengo miedo de eso», dices tú. Pero, por favor, considéralo. Sé honesto contigo mismo. TIENES miedo a eso porque pone fin a este sueño, y la única manera que el ego conoce de terminar con el sueño es morir. Así que, por favor, reconoce tu miedo al amor, tu miedo a la muerte, tu miedo a la aniquilación.<br /><br />Yo dije: «A menos que mueras y vuelvas a nacer, no entrarás en el reino de los cielos». Cuando dije eso no estaba hablando de la reencarnación. Estaba hablando de la muerte del ego, la muerte de todas las creencias que te separan de los demás. Estaba hablando del final de los juicios.<br /><br />Lo que muere no eres tú. Lo que muere es todo aquello que tú creías que eras, todo juicio que alguna vez emitiste con respecto a ti mismo o cualquier otra persona. Eso es lo que muere. Y lo que vuelve a nacer está lleno de luz y de claridad. Es el Cristo lo que tiene vida eterna, en ti y en mí.<br /><br />Hermano, hermana, os digo que vuestra resurrección está cerca, ¡y vosotros la teméis! No podéis engañarme. Os veo temblando, de rodillas, levantando la mirada hacia la cruz a la que pronto seréis llevados por vuestros pensamientos y actos pecaminosos. No neguéis vuestro temor o no podré ayudaros.<br /><br />Lo que muere en la cruz no eres tú. Tú no eres el cuerpo. Tú no eres los pensamientos temerosos. Todo esto puede morir y morirá. Si no ahora, ocurrirá después. No puedes evitar la muerte del ego. No puedes evitar la muerte del cuerpo. Pero éstas no son necesariamente lo mismo. No cometas el error de creer que tu ego muere al morir tu cuerpo, o que tu cuerpo muere al morir el ego.<br /><br />Tu ego muere cuando ya no le das ningún uso. Hasta entonces, no te será retirado. Puedes aferrarte a tu ego casi para siempre, mas no lo harás, pues eso es el infierno, y no querrás vivir en el infierno para siempre. Llegará un momento en que el dolor será insoportable. Llegará un momento en el que me llamarás: «Jesús, por favor ayúdame. Estoy listo para soltar». Te aseguro que ese momento llega para todos los seres.<br /><br />Hasta entonces, todo lo que puedes hacer es atravesar tus miedos. Reconoce cada temor que tengas y entrégamelo. «Jesús, tengo miedo de morir… Jesús, tengo miedo de tu amor… Jesús, tengo miedo de que Dios me abandone». Deja que emerjan tus temores y luego entrégalos. Eso acelerará tu despertar. Esto te llevará directamente a tus problemas centrales, al temor que está más allá de todos tus temores. Puedes estar seguro de que cuando llegues a ese punto, yo estaré a tu lado.<br /><br />Dulce hermano y hermana, sólo pido vuestra confianza. Dádmela y juntos saldremos de este lugar de sombras. No puedo protegeros de afrontar vuestros temores, pero sí puedo tomaros de la mano cuando lo hacéis. Estad tranquilos. El resultado de vuestro peregrinar está garantizado. Donde yo estoy ahora, vosotros también estaréis. Y entonces sabréis con absoluta certeza que Amor es lo que sois. El amor no ha nacido ni ha muerto en vosotros. Es inseparable de vosotros. Es vuestra única Identidad.<br /><br /><b>MEDITACIÓN PARA SENTIRSE AMADO</b><br />Cuando tu hermano te ataca, date cuenta de que no se está sintiendo amado. Si sintiera amor, no te atacaría. No reacciones a su ataque. Encuentra una manera de recordarle que es amado.<br /><br />Haz esto una y otra vez.<br /><br />He aquí una sencilla meditación que puedes hacer mientras vas caminando.<br /><br />Algún día, cuando te sientas alegre, sal a dar una vuelta por tu vecindario, y cuando veas a alguien triste o enojado, encuentra una manera sencilla de decirle que es amado. Ofrécele una sonrisa, una flor, un globo, un sándwich o una taza de café. Cántale una canción o recítale un poema. Dile: «Esto es tan sólo para ti. Que tengas un bonito día».<br /><br />En otra ocasión, cuando te sientas deprimido, haz lo mismo. Hazlo una y otra vez. Te asombrarán los resultados. No hay nada más extático que recordarles a los demás y a ti mismo que sois amados.<br /><br />Recuerda, nadie puede dar amor si no se siente amado. Por lo tanto, tienes una sola responsabilidad: siente el amor que está ahí, en tu corazón. Y ayuda a otros a sentirlo.<br /><br />¿Puedes imaginar un mundo en el que cada persona entendiera que su única responsabilidad es dar y recibir amor? Ese mundo, amigo mío, está al alcance de tu mano.<br /><br />Donde quiera que haya una carencia en tu vida, hay una necesidad de llevar amor. Cuando quiera que pienses que no estás recibiendo lo suficiente, hay algún aspecto del amor y del apoyo que estás negando a otro.<br /><br />No niegues tu amor y tu apoyo. Dalo libremente para poder recibir la abundancia de amor que es tu derecho de nacimiento.<br /><br />Practica esta meditación cuando te estés sintiendo amado y observa lo que sucede. Practícala cuando te estés sintiendo atacado y experimenta los resultados.<br /><br />Experimenta. Juega con esto. No te preocupes por la forma que esta meditación pueda tomar. Simplemente estate dispuesto a practicar y la forma se resolverá por sí misma.</span></div>
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</script>Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-36474022242258516162010-05-22T19:49:00.002+02:002014-05-05T01:48:54.099+02:00"MÁS ALLÁ DEL DESPERTAR" (Jeff Foster)<div align="justify">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidyXnNyBTE49K6sV7zkcshduizsAyOlOeUPA_sFw8OIyixNwDCIuuehJ-pOL2PywYuGbaFOMGt_FCifmmihhqSFcQ2RIg-aiuyabKTZbTj2S-bLypkmkDY_yZ_zFqDIqMuZIBHpGvwbMY/s1600/despertar.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidyXnNyBTE49K6sV7zkcshduizsAyOlOeUPA_sFw8OIyixNwDCIuuehJ-pOL2PywYuGbaFOMGt_FCifmmihhqSFcQ2RIg-aiuyabKTZbTj2S-bLypkmkDY_yZ_zFqDIqMuZIBHpGvwbMY/s1600/despertar.jpg" height="385" width="400" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><b>UN MENSAJE LETAL</b><br /><br />¿Quién puede entender este mensaje? Éste es un mensaje que apunta a la destrucción del buscador, a la aniquilación del que quiere respuestas.<br /><br />Este mensaje es la muerte. ¿Y quién quiere realmente morir?<br /><br />Precisamente por ello, este mensaje se rechaza con tanta frecuencia. Nadie quiere escuchar que todo lo que cree ser, todas sus esperanzas, sus sueños, sus ambiciones y sus logros; todas sus llamadas experiencias pasadas y todo lo que considera parte de su “vida” no es más que una ilusión, un relato, un sueño, un juego, una danza de la conciencia que se despliega ahora. Todo eso no es más que pensamiento. Y quizá ni eso siquiera.<br /><br />¿Quién quiere escuchar ese mensaje?<br /><br />Tú no puedes escuchar ese mensaje, porque tú no puedes entenderlo ni “alcanzarlo”.<br /><br />La mente no puede aniquilarse a sí misma. La mente no puede ver más allá de sí misma. Todo intento de “entender” mentalmente este mensaje es sólo un intento de la mente de “acabar” consigo misma.<br /><br />Pero, ¿realmente quieres morir? Por supuesto que no. Lo que crees ser, es una lucha contra la muerte y contra la impermanencia, la búsqueda de algo que es obvio, sencillo y presente. Lo que “tú” crees ser, te proporciona cierta noción de permanencia, te hace sentir que la historia de tu vida se extiende desde el pasado hasta el futuro y proporciona consuelo ante un mundo aparentemente terrible.<br /><br />Pero, ¿qué realidad tiene todo eso? La “historia de mi vida” es una historia que se despliega ahora. “Mi pasado y mi futuro” son pensamientos que emergen ahora. Esa es toda la realidad que posee lo que crees ser. Por ello se dice que esta vida es un mero juego de apariencias.<br /><br />Parece que existe un individuo, pero cuando lo consideramos con más detenimiento, aquí no hay absolutamente nadie.<br /><br />Pero tampoco vamos a negar las apariencias, porque sólo una apariencia negaría las apariencias…<br /><br />Sí, este mensaje es la muerte, pero en esa muerte también hay vida, porque la vida jamás está separada de la muerte.<br /><br />Todo esto puede sonar muy fuerte y muy conceptual. Pero lo que estas simples palabras tratan de hacer (sin conseguirlo jamás) es señalar lo absolutamente evidente: sólo existe esto. Eso es, realmente, lo que quiero decir: sólo existe esto.<br /><br />Ahora mismo, todo lo que crees ser se ha desvanecido ya en la memoria y, en cierto sentido, ya estás muerto. Pero también hay una vida aparente. Vida y muerte. Realmente ninguna diferencia.<br /><br /><b>EL FINAL DE SUFRIMIENTO</b><br /><br />Este es el final del sufrimiento, porque es el final del “yo” que sufre.<br /></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz_1nF7F8l-uDVqniZfNFGjRbmrMcHW_eMmo-iM5XOhBfSL6gPvRaCXLKUygxzfgi4IYmUwGl5xfqmczN0wLkn1HHkdIJiU7gPMzmGnASnVU9O0idhjv25fiZGys3oplDe9z0W1Z73Mh0/s1600/MAS+ALLA+DEL+DESPERTAR+%2528Jeff+Foster%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhz_1nF7F8l-uDVqniZfNFGjRbmrMcHW_eMmo-iM5XOhBfSL6gPvRaCXLKUygxzfgi4IYmUwGl5xfqmczN0wLkn1HHkdIJiU7gPMzmGnASnVU9O0idhjv25fiZGys3oplDe9z0W1Z73Mh0/s1600/MAS+ALLA+DEL+DESPERTAR+%2528Jeff+Foster%2529.jpg" height="320" width="206" /></a><span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"></span></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">Pero ello no significa que el sufrimiento no pueda todavía presentarse, sino tan sólo que, en el caso de que se presente, no se presentará ante alguien y, por tanto, no podrá realmente ser llamado “sufrimiento”, porque sólo alguien podría dar un nombre al sufrimiento y, en esa nominación, crearlo.<br /><br />Nosotros somos los que creamos el mismo sufrimiento del que tanto nos esforzamos en desembarazarnos. Pero éste no es un nuevo mensaje porque, hace ya miles de años, el Buda se refirió claramente a él.<br /><br />Decir que hemos creado nuestro propio sufrimiento implica que después de haberlo “comprendido” podemos, si nos esforzamos, acabar con él. Pero tal cosa es imposible, porque esa misma idea es la responsable del sufrimiento.<br /><br />¿Existiría acaso el sufrimiento si no hubiera alguien que lo conociera como tal? ¿Habría sufrimiento si no hubiera nadie que quisiera desembarazarse de él?<br /><br />¿Existe acaso el sufrimiento separado del deseo de liberarse del sufrimiento?<br /><br />Todo lo que hay es esto, es decir, esta apariencia presente.<br /><br />Y en esta apariencia presente también puede haber dolor físico.<br /><br />Pero el dolor físico sencillamente no es un problema. No lo es, al menos hasta que el “yo” entra en escena y le llama “dolor”. Y con esa etiqueta llega también la implicación de que la experiencia presente es desagradable y la necesidad de desembarazarnos de ella.<br /><br />Y eso, precisamente, es el sufrimiento. Resistencia es sufrimiento. De modo que resistirnos a la resistencia (el objetivo de la mayoría de las llamadas prácticas espirituales) no hace más que alentar e intensificar el problema.<br /><br />No, el camino para salir del sufrimiento no pasa por la resistencia, ni tampoco por la aceptación.<br /><br />La resistencia y la aceptación requieren de una persona separada de su sufrimiento, y lo cierto es que, en este mismo instante, la persona separada del sufrimiento no es más que un relato.<br /><br />No, la forma de salir del sufrimiento no pasa por ningún movimiento con respeto al sufrimiento. Cualquier movimiento con respecto al sufrimiento no hace más que consolidarlo, cualquier movimiento con respecto al sufrimiento no hace más que perpetuar la misma enfermedad que pretende curar.<br /><br />El único camino para salir del sufrimiento pasa por la muerte del que sufre.<br /><br />Pero no estoy hablando de la muerte física, porque eso sería demasiado sencillo.<br /><br />El verdadero camino para salir del sufrimiento pasa por una muerte más radical que la muerte física. La muerte física ocurre en el tiempo, pero el camino para salir del sufrimiento está fuera del tiempo, porque el tiempo es el que, para empezar, ha creado el sufrimiento (<pronto>).<br /><br />El camino para salir del sufrimiento pasa por el mismo sufrimiento.<br /><br />Recordemos a Jesús en la cruz.<br /><br />¿Quién está, ahora mismo, sufriendo?<br />¿Quién es el que está molesto con la situación presente?<br />¿Quién quiere ahora liberarse de sus problemas presentes?<br /><br />Cuando, en esos días, trataba de encontrar respuesta a todas estas cuestiones, cuando trataba de ver si existe alguien que sufre, es decir, alguien que pudiera liberarse de su sufrimiento, no encontré nada más que la búsqueda; es decir, no “encontré” absolutamente nada.<br /><br />La vida que estoy tratando de entender es el yo que se empeña en comprenderla.<br /><br />Sí. Y el sufrimiento del que trato de escapar es el mismo yo que está intentando huir.<br /><br /><b>LA MUERTE</b><br /><br />Lo único que se pierde en el momento de la muerte es la historia del “yo”. Lo único que muere es la historia del individuo, y lo que perdura es lo que jamás nació.<br /><br />Sólo la historia del “yo” ha entrado en la corriente del tiempo. Esa narración es, de hecho, la que crea el tiempo tal y como lo conocemos. Por ello, en el momento de la muerte, lo que se desvanece es el tiempo. Y eso significa que, en el momento de la muerte, todo lo que es falso se disuelve en la nada que engloba toda verdad y toda falsedad, en la nada que no está separada de todo lo que emerge.<br /><br />Es innegable que la persona muere, pero eso de lo que emerge es indestructible, porque es ajeno al mundo aparente del tiempo y del espacio.<br /><br />La muerte ya está aquí, para todos nosotros, porque no está separada de lo que somos. En la medida en que existe la creencia de que la muerte es algo que “me” sucederá en el futuro, la muerte es precisamente eso, algo que “me” sucederá en el futuro. El pensamiento crea el mundo.<br /><br />Celebremos, pues, la muerte, porque no es el enemigo. Llega (aparentemente) al individuo en el momento en que llega y, desde cierto punto de vista, es la única certeza de la vida.<br /><br />Pero, desde otra perspectiva, la muerte no existe. Y desde otra perspectiva, la muerte es esto. Pero, en realidad, no existe ninguna perspectiva.<br /><br />Todo emerge y se disuelve simplemente en este espacio abierto, en esta inmensidad que sostiene toda manifestación. “Yo” emerjo en esta inmensidad y también emerge en ella la historia de que “soy un individuo separado” y la de que “un día moriré”. Independientemente, sin embargo, de que emerja y de que se disuelva, la inmensidad permanece inmaculada. La inmensidad lo admite incondicionalmente todo, incluida la emergencia y disolución del individuo, es decir, incluida mi vida aparente y mi aparente muerte.<br /><br />“Tú” en realidad nunca morirás, porque jamás has nacido. Lo único que existe es este inmenso espacio abierto en el que emergen y se disuelven todas las ideas sobre nacimiento, vida y muerte. Todo está bien, porque todos nuestros problemas y, de hecho, todos los problemas del mundo, son meras historias que emergen en esta inmensidad, una inmensidad que permite que todo sea exactamente tal cual es.<br /><br />Sí, todo está bien. En el dolor, en la tristeza, en la alegría y en la locura, todo está bien. La muerte siempre ha sido una historia contada para asustarnos.<br /><br /><b>QUIZÁ ESTO SEA EL AMOR</b><br /><br />¿Por qué pretendemos estar separados de los demás?<br /><br />El fundamento de todas las cosas es el amor. Pero nosotros erigimos divisiones y fronteras que luego afirmamos que forman parte del orden natural de las cosas, negando nuestra participación en la creación de la ilusión de un mundo objetivo “fuera de aquí”, cuando hasta los niños saben que el mundo siempre ha estado “aquí”.<br /><br />Y, con esta separación ilusoria, llega la ansiedad, la soledad y el aburrimiento. Pero tal vez esa sea una bendición, porque quizá, en medio de la frustración y de la desesperación emerjan nuevas posibilidades.<br /><br />O quizá no.<br /><br />En cualquier caso, sólo hay que mirar al mundo que hemos creado para darse cuenta de que hay algo equivocado. La mayoría de las personas están asustadas, cerradas y atrapadas en sus caminos. Se consideran meros peones del destino en un universo determinista, y así es como pasan la mayor parte de su vida, como si el mundo “fuera de aquí” (signifique eso lo que signifique) les hubiera conducido hasta lo que ahora son.<br /><br />Pero esa no es más que una hermosa ilusión.<br /><br />¿Quién eres ahora?<br />¿Quién o qué está percibiendo ahora estas palabras?<br />¿Quién es, en este momento, consciente de las imágenes y de los sonidos de esta habitación?<br />¿Tú? ¿Y quién eres “tú”? ¿Eres acaso el mismo “tú” que hace cinco años, el mismo que cuando eras niño? ¿Ha cambiado ese “tú” con el paso del tiempo?<br />¿Y quién es consciente de ese cambio?<br /><br />Ya ves, ahora mismo hay imágenes, sonidos y olores y, junto a ellas, también hay una idea de ti como individuo, como persona, como entidad de algún tipo que tiene un pasado y un futuro.<br /><br />Pero ¿en qué y en quién emerge ahora todo eso? Si eres sincero, tendrás que admitir que aquí no hay nadie. Lo único que hay son imágenes, sonidos y olores (pero no palabras ni conceptos, sino la realidad a la que apuntan esas palabras, es decir, imágenes, sonidos y olores presentes), sin nadie que las esté viendo, escuchando y oliendo. Sólo sensación pura, eso es todo. Y entonces podría aparecer la idea de que <yo>o <yo>, con lo cual nos veríamos obligados a responder a la auténtica cuestión: ¿quién está en el centro de todo esto?<br /><br />¿Y qué podemos decir de otros yoes aparentes? Cuando aparece alguien en escena, emerge el pensamiento de que <aqu>.<br />Y con ello, también emerge la violencia.<br /><br />En realidad, cuando aparece “otro”, yo no tengo idea de lo que está frente a mí, si esa persona habla, parecemos mantener lo que se conoce como una “conversación”. Pero ¿existe realmente alguna separación entre nosotros? ¿No es acaso esa separación una construcción del pensamiento? ¿Y no somos, tú y yo, lo mismo?<br /><br />Pero el mundo sigue su curso y, con él, la ilusión de separación. Vivimos como si estuviésemos separados y, con ello, llega el aislamiento, la soledad, la ansiedad, el deseo de ser famoso y la desesperación por ser superiores a los demás. Separación es violencia, y violencia es separación. ¿Hubiese sido el Holocausto posible si los nazis no hubieran alentado la idea de que los judíos eran muy diferentes a los arios? ¿No está, en la raíz de todo esto, la noción de separación entre “nosotros” y “ellos”? ¿Y no podríamos decir exactamente lo mismo de cualquier guerra y de cualquier genocidio?<br /><br />Ahora mismo, no hay “yo” y, en consecuencia, tampoco hay “tú”. Es cierto que estas ideas pueden presentarse, pero aparecen ahora y emergen para nadie. Flotan en la conciencia junto a las imágenes, los sonidos de la habitación y hasta la imagen de tu cuerpo aparente. “Tú” no eres para mí más que una idea (aunque esto no significa negar el cuerpo, los sonidos que aparentemente emites, etcétera).<br /><br />Quizá esta división jamás desaparezca, no lo sé. Pero el mundo sigue su curso y, con él, la locura de la violencia. La violencia forma parte del mismo entramado de lo que creemos ser y no puede eliminarse practicando lo que llamamos “amor”. Nuestra única oportunidad aparece cuando la violencia se disuelve, es decir, sólo cuando vemos a través de ella.<br /><br />El amor no es algo que hagamos, sino algo que somos, pero esto se ve oscurecido por la ilusión de separación, aunque, en realidad, jamás se oscureció, porque siempre está aquí y nunca hemos dejado de serlo. Quizá nuestro empeño en “ser alguien” en este mundo nos lleva a olvidarlo. Quizá, cuando niños, conocíamos la verdad de que este momento es lo único que tenemos. En este momento –y sólo en él– somos uno. La separación no es más que la ilusión del pasado y del futuro.<br /><br />Quizá esto sea el amor, este momento y todo lo que emerge de él. Quizá.</aqu></yo></yo></pronto></span></div>
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</script>Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-29352720307224435072010-05-16T16:34:00.003+02:002014-05-05T02:01:20.758+02:00"CUENTOS PARA PENSAR" (Jorge Bucay)<div align="justify">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvlP0-9J8ztvHt0UAIyJCeQmgRSToyzIbb5rHtqe2j5XJh8gwgNQQMOUKV4otwZClJBpbbjBqk8Ct6qw-OdRTYsx3tf9ccF4vWJqXNh8_zWHayNztXELAwewafQvcxXLA9jGbVW7XNL1E/s1600/para-reflexionar.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvlP0-9J8ztvHt0UAIyJCeQmgRSToyzIbb5rHtqe2j5XJh8gwgNQQMOUKV4otwZClJBpbbjBqk8Ct6qw-OdRTYsx3tf9ccF4vWJqXNh8_zWHayNztXELAwewafQvcxXLA9jGbVW7XNL1E/s1600/para-reflexionar.jpg" height="384" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;"><b>EL BUSCADOR</b><br /><br />Ésta es la historia de un hombre al que yo definiría como un buscador…<br /><br />Un buscador es alguien que busca; no necesariamente alguien que encuentra.<br /><br />Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe qué es lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.<br /><br />Un día, el buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Había aprendido a hacer caso riguroso de esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo. Así que lo dejó todo y partió.<br /><br />Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos, divisó, a lo lejos, Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo, le llamó mucho la atención una colina a la derecha del sendero. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores. La rodeaba por completo una especie de pequeña valla de madera lustrada.<br /><br />Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.<br /><br />De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en aquel lugar.<br /><br />El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuídas como al azar entre los árboles.<br /><br />Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de aquel paraíso multicolor.<br /><br />Sus ojos eran los de un buscador, y quizá por eso descubrió aquella inscripción sobre una de las piedras:<br /><br />Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días.<br /><br />Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que aquella piedra no era simplemente una piedra: era una lápida.<br /><br />Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en aquel lugar.<br /><br />Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla. Decía:<br /><br />Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas.<br /><br />El buscador se sintió terriblemente conmocionado.<br /><br />Aquel hermoso lugar era un cementerio, y cada piedra era una tumba.<br /><br />Una por una, empezó a leer las lápidas.<br /><br />Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.<br /></span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIOO-JUiYsFma9eagqhTyCOpgWozM1QXuNklxUK8zxaBSWofWDFGSY8L_Wy0eDdPStayEy0YCtVWQEil4G2hJF9VpS_IE8tnK6Yt3yrin9yuUiFujuUGE2mqQD40vhCz1gBexJYW6unzA/s1600/CUENTOS+PARA+PENSAR+%2528Jorge+Bucay%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIOO-JUiYsFma9eagqhTyCOpgWozM1QXuNklxUK8zxaBSWofWDFGSY8L_Wy0eDdPStayEy0YCtVWQEil4G2hJF9VpS_IE8tnK6Yt3yrin9yuUiFujuUGE2mqQD40vhCz1gBexJYW6unzA/s1600/CUENTOS+PARA+PENSAR+%2528Jorge+Bucay%2529.jpg" height="320" width="217" /></a><span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;"></span></span></div>
<span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;">Pero lo que le conectó con el espanto fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los once años…<br /><br />Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar.<br /><br />El cuidador del cementerio pasaba por allí y se acercó. Lo miró llorar durante un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.<br /><br />-No, por ningún familiar –dijo el buscador-. ¿Qué pasa en este pueblo? ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué hay tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que les ha obligado a construir un cementerio de niños?<br /><br />El anciano sonrió y le dijo:<br /><br />-Puede usted serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré…:<br /><br />“Cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una libreta como esta que tengo aquí, para que se la cuelgue al cuello. Es tradición entre nosotros que, a partir de ese momento, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella:<br /><br />A la izquierda, qué fue lo disfrutado.<br />A la derecha, cuánto tiempo duró el gozo.<br /><br />Conoció a su novia y se enamoró de ella. ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla? ¿Una semana? ¿Dos? ¿Tres semanas y media…?<br /><br />Y después, la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso… ¿Cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso? ¿Dos días? ¿Una semana?<br /><br />¿Y el embarazo y el nacimiento del primer hijo…?<br />¿Y la boda de los amigos?<br />¿Y el viaje más deseado?<br />¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano?<br />¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones? ¿Horas? ¿Días?<br /><br />Así, vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos… Cada momento.<br /><br />Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es para nosotros el único y verdadero TIEMPO VIVIDO”.<br /><br /><b>LOS NIÑOS ESTABAN SOLOS</b><br /><br />Su madre se había marchado por la mañana temprano y los había dejado al cuidado de Marina, una joven de dieciocho años a la que a veces contrataba por unas horas para hacerse cargo de ellos a cambio de unos pocos pesos.<br /><br />Desde que el padre había muerto, los tiempos eran demasiado duros como para arriesgar el trabajo faltando cada vez que la abuela se enfermaba o se ausentaba de la ciudad.<br /><br />Cuando el novio de la jovencita llamó para invitarla a un paseo en su coche nuevo, Marina no dudó demasiado. Después de todo, los niños estaban durmiendo como cada tarde, y no se despertarían hasta las cinco.<br /><br />Apenas escuchó la bocina cogió su bolso y descolgó el teléfono. Tomó la precaución de cerrar la puerta del cuarto y se guardó la llave en el bolsillo. Ella no quería arriesgarse a que Pancho se despertara y bajara las escaleras para buscarla, porque después de todo tenía sólo seis años y en descuido podía tropezar y lastismarse. Además, pensó, si eso sucediera, ¿cómo le explicaría a su madre que el niño no la había encontrado?<br /><br />Quizás fue un cortocircuito en el televisor encendido o en alguna de las luces de la sala, o tal vez una chispa del hogar de leña; el caso es que cuando las cortinas empezaron a arder, el fuego rápidamente alcanzó la escalera de madera que conducía a los dormitorios.<br /><br />La tos del bebé debido al humo que se filtraba por debajo de la puerta lo despertó. Sin pensar, Pancho saltó de la cama y forcejeó con el picaporte para abrir la puerta, pero no pudo.<br /><br />De todos modos, si lo hubiera conseguido, él y su hermanito de meses hubieran sido devorados por las llamas en pocos minutos.<br /><br />Pancho gritó llamando a Marina, pero nadie contestó su llamada de auxilio. Así que corrió al teléfono que había en el cuerto (él sabía cómo marcar el número de su mamá) pero no había línea.<br /><br />Pancho se dio cuenta que debía sacar a su hermanito de allí. Intentó abrir la ventana que daba a la cornisa, pero era imposible para sus pequeñas manos destrabar el seguro, y aunque lo hubiera conseguido, aún debía soltar la malla de alambre que sus padres habían instalado como protección.<br /><br />Cuando los bomberos terminaron de apagar el incendio, el tema de conversación de todos era el mismo: “¿Cómo pudo ese niño tan pequeño romper el vidrio y luego el enrejado con el perchero? ¿Cómo pudo cargar al bebé en la mochila? ¿Cómo pudo caminar por la cornisa con semejante peso y bajar por el árbol? ¿Cómo pudo salvar su vida y la de su hermano?”.<br /><br />El viejo jefe de bomberos, hombre sabio y respetado, les dio la respuesta:<br /><br />-Panchito estaba solo… No tenía a nadie que le dijera que no iba a poder.</span></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;"><br /></span><span style="font-size: 100%;"><b>LA CIUDAD DE LOS POZOS</b></span></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;"><b> </b><br />Aquella ciudad no estaba habitada por personas, como todas las demás ciudades del planeta.<br /><br />Aquella ciudad estaba habitada por pozos. Pozos vivientes… pero pozos al fin.<br /><br />Los pozos se diferenciaban entre sí, no sólo por el lugar en el que estaban excavados, sino también por el brocal (la abertura que los conectaba con el exterior).<br /><br />Había pozos pudientes y ostentosos con brocales de mármol y de metales preciosos; pozo humildes de ladrillo y madera y otros más pobres, con simples agujeros pelados que se abrían en la tierra.<br /><br />La comunicación entre los habitantes de la ciudad era de brocal a brocal, y las noticias corrían rápidamente de punta a punta del poblado.<br /><br />Un día, llegó a la ciudad una “moda” que seguramente había nacido en algún pueblecito humano.<br /><br />La nueva idea señalaba que todo ser viviente que se preciara, debería cuidar mucho más lo interior que lo exterior. Lo importante no era lo superficial, sino el contenido.<br /><br />Así fue cómo los pozos empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de joyas, monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se llenaron de electrodomésticos y aparatos mecánicos. Algunos más optaron por el arte, y fueron llenándose de pinturas, pianos de cola y sofisticadas esculturas posmodernas. Finalmente, los intelectuales se llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y de revistas especializadas.<br /><br />Pasó el tiempo.<br /><br />La mayoría de los pozos se llenaron hasta tal punto que ya no podían incorporar nada más.<br /><br />Los pozos no eran todos iguales, así que, si bien algunos se conformaron, otros pensaron que debían hacer algo para seguir metiendo cosas en su interior…<br /><br />Uno de ellos fue el primero. En lugar de apretar el contenido, se le ocurrió aumentar su capacidad ensanchándose.<br /><br />No pasó mucho tiempo hasta que la idea comenzó a ser imitada. Todos los pozos utilizaban gran parte de sus energías en ensancharse para poder hacer más espacio en su interior. Un pozo, pequeño y alejado del centro de la ciudad, empezó a ver a sus camaradas que se ensanchaban desmedidamente. Él pensó que si seguían ensanchándose de aquella manera, pronto se confundirían los bordes de los dintintos pozos y cada uno perdería su identidad…<br /><br />Quizá a partir de esa idea se le ocurrió que otra manera de aumentar su capacidad era crecer, pero no a lo ancho, sino hacia lo más profundo. Hacerse mas hondo en lugar de mas ancho. Pronto se dio cuenta de que todo lo que tenía dentro de él le imposibilitaba la tarea de profundizar. Si quería ser mas profundo, tenía que vaciarse de todo contenido…<br /><br />Al principio tuvo miedo al vacío. Pero luego, cuando vio que no había otra posibilidad, lo hizo.<br /><br />Vacío de posesiones, el pezo empezó a volverse profundo, mientras los demás se apoderaban de las cosas de las que él se había desecho…<br /><br />Un día, algo sorpendió al pozo que crecía hacia dentro. Dentro, muy adentro y muy en el fondo… ¡encontró agua! Nunca antes otro pozo había encontrado agua.<br /><br />El pozo superó su sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo sus paredes, salpicando sus bordes y, por último, sacando el agua hacia fuera.<br /><br />La ciudad nunca había sido regada más que por la lluvia, que de hecho era bastante escasa. Así que la tierra que rodeaba al pozo, revitalizada por el agua, empezó a despertar.<br /><br />Las semillas de sus entrañas brotaron en forma de hierba, de tréboles, de flores y de tronquitos endebles que se convirtieron en árboles después…<br /><br />La vida explotó en colores alrededor del alejado pozo, al que empezaron a llamar “el Vergel”.<br /><br />Todos le preguntaban cómo había conseguido aquel milagro.<br /><br />-No es ningún milagro –contestaba el Vergel-. Hay que buscar en el interior, hacia lo profundo.<br /><br />Muchos quisieron seguir el ejemplo del Vergel, pero desestimaron la idea cuando se dieron cuenta de que para ser mas profundos tenían que vaciarse. Siguieron ensanchándose cada vez más, para llenarse de más y más cosas…<br /><br />En la otra punta de la ciudad, otro pozo decidió correr también el riesgo de vaciarse…<br /><br />Y también empezó a profundizar…<br />Y también llegó al agua…<br />Y también salpicó hacia fuera creando un segundo oasis verde en el pueblo…<br /><br />-¿Qué harás cuando se termine el agua? –le preguntaban.<br />-No sé lo que pasará –contestaba-. Pero, por ahora, cuanta más agua saco, más agua hay.<br /><br />Pasaron unos meses antes del gran descubrimiento.<br /><br />Un día, casi por casualidad, los dos pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado en el fondo de sí mismos era la misma…<br /><br />Que le mismo río subterráneo que pasaba por uno, inundaba la profundidad del otro.<br /><br />Se dieron cuenta de que se abría para ellos una nueva vida.<br /><br />No sólo podían comunicarse, de brocal a brocal, superficialmente, como todos los demás, sino que la búsqueda les había deparado un nuevo y secreto punto de contacto.<br /><br />Habían descubierto la comunicación profunda que sólo consiguen aquéllos que tienen el coraje de vaciarse de contenidos y buscar en lo más profundo de su ser lo que tienen para dar…</span></span></div>
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</script>Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-49274019660461804842010-05-10T13:30:00.003+02:002014-05-05T02:11:56.468+02:00"DESPERTAR" (Julio Andrés Pagano)<div align="justify">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg48mAgatXR79jGSpxDLRaze9Ja9O6RQnIhGC-qG-A0Wc9g-jRTHz-INCgxyFYImrFkr2g5jN3gs29IfVO8yWx-zABJsk2jQDZwyjkpGVHcNJqaD_1veUmQ5IEoatT00rSfI8mrfXpO5S8/s1600/despertar-pagano.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg48mAgatXR79jGSpxDLRaze9Ja9O6RQnIhGC-qG-A0Wc9g-jRTHz-INCgxyFYImrFkr2g5jN3gs29IfVO8yWx-zABJsk2jQDZwyjkpGVHcNJqaD_1veUmQ5IEoatT00rSfI8mrfXpO5S8/s1600/despertar-pagano.jpg" height="384" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"><b>MENSAJES PARA EL ALMA</b><br /><br /><b>Hombre nuevo</b><br /><br />La Tierra sangra. Se agita. Se retuerce de dolor. La oscuridad marcha a paso firme, pisoteando flores, marchitando esperanzas, sembrando temor e incertidumbre. El escenario mundial se muestra como un cuadro sombrío, dominado por la ambición, la inseguridad, el desequilibrio y la incoherencia. Hay olor a derrumbe. Hay olor a muerte. El hombre viejo está sucumbiendo. Lo sabe y se resiste. Su programación mental le impide aceptar que le llegó su hora. Soplan vientos de cambio. Se aviva la llama del espíritu. Un nuevo hombre es llamado al escenario de la vida.<br /><br />Hay que armarse de coraje para leer los diarios y ver los noticieros. La negatividad es el signo que manifiesta cada título: robos, asaltos, crímenes, bombas, guerras, conflictos, peleas, abusos, accidentes… Intoxica el espíritu tanta densidad compactada. La calle confirma las noticias. No hay baldosa que no esté salpicada con manchas de violencia, bronca o descontento. El aire está viciado por vibraciones rastreras.<br /><br />¿Existen alternativas de cambio?<br /><br />Aunque todo pareciera indicar que no, la buena noticia es que detrás de este tétrico escenario se está gestando una nueva función. La obra se llama “Hombre nuevo”. Falta poco, muy poco, para que esta nueva puesta en escena irrumpa. Por medios no tradicionales se va haciendo<br />el anuncio de que se necesitan actores para que la función cobre vida. Escuchar el llamado requiere de un corazón sensible y un espíritu libre de condicionamientos sociales, que no tema al “qué dirán”.<br /><br />A través de los sueños, las intuiciones y las emociones más puras, el anuncio golpea a cada instante las puertas del alma. La mente sube el volumen, potencia la confusión, y con la ayuda del ego y la razón refuerza las paredes de la indiferencia, para que el mensaje no llegue a destino y naufrague en el olvido.<br /><br />Tarde o temprano, el muro caerá y el hombre despertará a una nueva realidad; porque el mensaje lleva la fuerza del agua, que todo lo erosiona.<br /><br />¿Y por qué tanto caos? El caos es lo que da lugar a que la transformación ocurra. Cuanto más caos, señal de una transformación más profunda y visceral. Viejos esquemas se están resquebrajando. Los modelos autoritarios y represivos dan claras evidencias de agotamiento, por carecer de valores humanos. Las bases que cimentaron una economía deshumanizada y despiadada cruje. La vieja mentalidad que alimentó a un multitudinario ejército de corporaciones inescrupulosas está siendo acorralada por los consumidores inteligentes que, con sus decisiones de compra, castigan la irresponsabilidad y se muestran a favor del medio ambiente.<br /></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYsYEjU9WNVJ-dHtqktvFzEY0PTDSlML_dA0vJv8yg_bc4MqC7it02Zujauob0pe2o8Qmsad0tskOHsJQpqulfdMzXicJXsXn0mtAtEmBFeVVtpezYY4P-_Ibdy_IDwI40pzQnyZcoCso/s1600/DESPERTAR+%2528Julio+Andres+Pagano%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYsYEjU9WNVJ-dHtqktvFzEY0PTDSlML_dA0vJv8yg_bc4MqC7it02Zujauob0pe2o8Qmsad0tskOHsJQpqulfdMzXicJXsXn0mtAtEmBFeVVtpezYY4P-_Ibdy_IDwI40pzQnyZcoCso/s1600/DESPERTAR+%2528Julio+Andres+Pagano%2529.jpg" height="320" width="216" /></a><span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;"></span></div>
<span style="font-family: trebuchet ms; font-size: 100%;">Esta vez el cambio no vendrá de afuera, sino de adentro. Desde el mismo centro de su ser. En la medida en que cada uno se transforme, en la medida en que cada uno se adueñe de su destino, de su derecho a “ser humano”, estaremos cada vez más cerca de vivenciar la obra. Esta vez no como simples espectadores, sino como partícipes necesarios, que harán brillar –con maestría– sus dones y talentos al servicio de un mundo sin fronteras, que se unificará bajo la bandera del amor. No se trata de una obra para ver, sino para protagonizar. Una obra para sentir y para vibrar.<br /><br />Co–crear una realidad distinta, más humana y armónica, es tarea de todos. Es algo indelegable y también impostergable. La multitud como tal no existe, sino que se compone de la suma de personas. Por eso quiero recordarle que su transformación vale, y mucho, porque suma. Todo suma. Incluso los pensamientos, porque crean realidades.<br /><br />De nada sirve protestar por el entorno adverso en que estamos sumidos, si no hacemos absolutamente nada para tratar de revertirlo. Con nuestras actitudes pasivas, que se apoyan sobre los bastones de la apatía y la indiferencia, también somos cómplices de estos tiempos violentos que presagian un futuro apocalíptico.<br /><br />Si usted es de los que cree que el llamado no existe, cierre los ojos, relájese, lleve sus manos al centro de su pecho y pregúntele a su alma si tiene algún mensaje para darle. Si pese a todo no escucha nada, no se preocupe. Ella sabe que nunca fue bueno a la hora de escuchar, así que le traerá la respuesta de mil maneras distintas. Apelará a la magia de la sincronicidad y dibujará la respuesta en las letras de las canciones, las palabras de un desconocido o en el canto de los pájaros. Preste atención. Esté atento, el mensaje llegará.<br /><br />Sabía que tal vez usted querría un adelanto sobre el contenido de la obra, por eso le pedí ayuda a mi ángel de la guarda, quien sonriendo me dijo: “La obra mostrará el resurgir del hombre como ser multidimensional, en perfecta sincronía con su cuerpo, mente y espíritu. Conectado con la existencia. Construyendo un nuevo espacio. Dando impulso a una nueva visión que estará gobernada por la alegría y el sentir, por el poder de lo simple. Habrá unidad, respeto y cooperación. La palabra dada recobrará su valor y renacerá la confianza. Las injusticias no tendrán cabida porque el hombre reconocerá que somos parte de una misma energía, por lo tanto será consciente de que lo que le hace a otro se lo está haciendo a sí mismo. Decidles que en el texto de la obra, palabras como fluir, meditar, elevar, disfrutar, empatía, sinergia y contemplar serán una constante. Decidles que los espero, que es hora de reencontrarnos”.<br /><br />Nunca se sabe. Quizá cuando el telón se levante más de uno se sorprenda cuando una voz en off agradezca, entre otros, a los maestros del caos, del desentendimiento, de la indiferencia, de la confusión y del dolor, porque hicieron posible que la alquimia acontezca, al servir de fondo para marcar el contraste necesario que impulsó el cambio.<br /><br />Ahora haga una pausa. Mire su reloj. observe cómo corre el segundero. Sepa que al igual que la palabra pronunciada y la flecha disparada, las oportunidades desperdiciadas no retornan jamás. Se van al mismo sitio en donde se oculta el tiempo perdido.<br /><br />Tíldeme de loco si quiere, no me importa. Sólo soy un simple mensajero. Nuestro contrato álmico decía que en caso de que lo olvidara se lo volviese a recordar: “Su misión de vida es anclar en la dimensión física lo más puro de su ser”. Despierte, hombre nuevo, ya es tiempo de subir al escenario.<br /><br /><b>Celebro tu existencia</b><br /><br />Las puertas de entrada y de salida no descansan. El tráfico es incesante. Intenso. Miles de almas llegan a la Tierra a cada instante para vivir una experiencia física. Otras tantas se van con sus lecciones aprendidas.<br /><br />Todavía no partí, por eso quiero hacer un alto en mi camino y hablarte a ti, inigualable ser, que acabas de llegar con tu inmaculado traje de inocencia a disfrutar del juego de la vida. Sé que me estás escuchando. Agradezco la belleza de tu silencio. No te preocupes por los murmullos de fondo, son los comentarios de los insensibles que descreen que nos estemos comunicando.<br /><br />Antes que nada, quiero darte las gracias por venir. Tu presencia alimenta la esperanza de que el cambio es posible. Siento tu vibración cristalina. Los latidos de tu tierno corazón no mienten, una nueva realidad se está gestando. Ruego porque nuestras sofocantes estructuras sociales no marchiten tus sueños y seamos capaces de ayudarte a volar para que nos transportes hacia una dimensión más pura, en donde la humanidad, toda, celebre y honre la vida.<br /><br />Sé que si te ayudo, contándote parte de la trama del juego de la vida, también me estoy ayudando, porque tú y yo somos uno, aunque el velo de la ilusión intente hacerme creer lo contrario. Antes de seguir hablando, te pido que recuerdes que lo que voy a decirte lleva la carga de mi subjetividad, de mis condicionamientos y limitaciones, por eso quiero que tomes este mensaje como una simple referencia y no como una verdad incuestionable.<br /><br />El juego consiste en recuperar la inocencia y conectar con nuestra esencia interior para seguir evolucionando. Ahora te parece sencillo. Sin embargo, a medida que pasen los días, la sociedad se encargará de adormecerte para que seas funcional a sus intereses y creas que lo real es lo que sucede fuera.<br /><br />No te rías. Lo digo en serio. La gran mayoría cree que únicamente lo exterior importa, y como le temen a la muerte –porque desconocen que es un proceso de cambio– prefieren ignorarla y hacer de cuenta que vivirán para siempre. Te mirarán raro si les preguntas por qué no aprovechan la estadía, siendo el juego tan breve. Vivir 90 años implica jugar sólo 32.850 días. Demasiado poco para desaprovecharlo, ¿no?<br /><br />Quiero pedirte que, pase lo que pase, no traiciones tu misión de vida. Las pruebas están dispuestas para ayudarte a crecer. Dar pasos en el vacío, siguiendo los dictados de tu conciencia, te ayudará a fortalecer la confianza en ti. Siempre que puedas opta por el conocimiento vivencial. El conocimiento intelectual es limitado, sirve como marco de referencia, pero no te transforma. Ábrete a las vivencias, son maestras mutidimensionales que te darán las claves para que recorras tu camino sabiamente.<br /><br />Aunque te cueste, siempre da lo mejor de ti sin esperar recompensas, porque no todos piensan igual. No descuides tus dones. Potencia tus talentos. Tu singularidad le aportará a la vida un caudal de inigualable belleza si pones conciencia en tus actos y eres fiel a tu guía interna. Nunca dudes en hacerle caso a lo que afluya desde tu corazón, sobre todo cuando el caos se adueñe del campo de juego, porque ésa es tu verdadera brújula.<br /><br />Si dejas que los deseos programen tus días, estarás corriendo detrás de ilusiones que sólo conducen al descontento. Aprende a disfrutar cada instante. Conecta con el aquí y ahora. El futuro es una proyección de la mente y el pasado tiene vida sólo si pones tu energía al servicio de los recuerdos. Aprovecha tu tiempo. No olvides que todo pasará. No te aferres a nada. Fluye con la existencia. Sentirás la esencia de la libertad elevándote sobre la mediocridad de quienes viven mecánicamente.<br /><br />Nunca dejes oxidar tu capacidad de sorprenderte. Escucha a todos con atención, pero no colecciones verdades prestadas. Busca siempre tu propia verdad, para que tu mente, cuerpo y espíritu se expresen de manera unificada y no permanezcas dividido. Esa división es la que hará de tu vida un infierno.<br /><br />También ten presente que tus días serán opacos si dejas que la mente sea el amo de tus acciones, porque no serás capaz de sentir.<br /><br />Puede que ahora te cueste entenderlo, pero perderás la inocencia para volver a recuperarla. Aprenderás para luego desaprender. Te llenarás para luego vaciarte. Te caerás, pero sabrás levantarte con las lecciones aprendidas. Muchos caminos aguardan tus huellas. Quiera la vida que los padres que elegiste te sepan guiar, te sepan respetar y te sepan amar por sobre todas las cosas.<br /><br />Este mensaje finaliza. Cada uno seguirá su rumbo. Tal vez nunca volvamos a encontrarnos. No importa. Estoy agradecido de contar con tu presencia. La Tierra acaba de recibir a otro hermoso ser que viene a transformar el juego de la vida. Alzo mi copa, hermano. Celebro tu existencia.<br /><br /><b>Su mundo puede cambiar</b><br /><br />Esté donde esté. Tenga la edad que tenga. Viva como viva. Sepa que puede cambiar su mundo. Puede transformar su realidad. La magia interna existe. Modificar el rumbo sólo requiere de una simple cuestión de actitud que abre las puertas a una nueva percepción sobre la vida. La felicidad y la alegría dicen presente si uno se anima a fluir con la exis- tencia, si uno tiene la osadía de abrir su corazón. Somos responsables de nuestros actos. Ningún mortal puede arrebatarnos el derecho de volar hacia la luz y de co–crear un mundo más humano, sensible y armónico, donde el sentir no sea una utopía y el amor reine para siempre.<br /><br />No sería novedad que algunos de los que lean estas líneas me crean un desquiciado al que sería bueno internar. Así es como piensan los muertos. ¿Qué muertos? Los que tienen sus mentes encofradas en la codicia y no dejan que sus corazones florezcan. Es cierto que usted los ve desenvolverse dentro de la sociedad, ocupando diferentes roles y actividades, pero no se deje engañar… están muertos. Son cuerpos que caminan, respirando inconsciencia, hacia una tumba que les dará la ilusión de que han vivido.<br /><br />Los muertos en vida son fáciles de identificar. Viven aparentando. Aparentan amar, aparentan ser felices, aparentan vivir, aparentan saber, aparentan disfrutar. Sólo aparentan. Palabras como acumular, estatus, poder, dinero y prestigio son una constante en sus bocas rígidas, que ya no recuerdan cómo era sonreír. Ellos son los maestros de la confusión. Son los que nos quieren hacer creer que no es más feliz el que menos necesita, sino el que más tiene. Muertos son también los que abusan del alcohol y de las drogas para sentirse vivos. Los que explotan a los demás para creerse importantes. Los que hacen de su imagen un culto. Los que no se animan a vivir su propia vida. Los que le temen al cambio. Los que no se animan a crecer. Muertos. Están muertos.<br /><br />Morir puede que parezca una cuestión que está relacionada con el tiempo. Sin embargo, es más que nada una actitud hacia la vida. La cla- ve está en poder sentir, pero para eso hay que dar un paso previo: abrir el corazón. Si lo logra, si se permite sentir, su percepción del mundo cambiará. Nacerá de nuevo. La vida estallará en mil colores, aromas y sonidos. Verá la divinidad manifestarse en todos y en todo. Su ser interno danzará dentro de un mar de inexplicables sensaciones nuevas. Conocerá la dicha de estar vivo. La bienaventuranza besará sus labios.<br /><br />Es cierto que desde el punto de vista objetivo, usted seguirá inmerso en la misma realidad. Las paredes de su casa serán las mismas, tendrá los mismos vecinos, continuará conduciendo el mismo auto, etc.; la diferencia estará dentro suyo. Usted ya no será el mismo. Verá con ojos nuevos. Obtendrá profundidad y sensibilidad. Su mundo se vestirá de fiesta. Será una celebración constante, porque aprenderá a reconocer cuáles son las cosas que verdaderamente importan. Se sentirá un privilegiado.<br /><br />Puede que parezca simple, pero sentir no es tan sencillo como parece. La coraza interna que en su momento fue funcional, porque nos ayudó a no sufrir y a soportar los golpes del destino, asfixia cuando uno intenta dar los primeros pasos de apertura. Recién ahí, uno toma verdadera conciencia del grosor de la armadura y reconoce que para sentir hay que tener la valentía de volverse vulnerable.<br /><br />No existen fórmulas matemáticas para el desarme. Sólo puedo sugerirle que apague el ruido de su mente. Escuche. Hay una voz en su interior que le implora que cambie. No tema. Nunca es tarde. Déjese guiar por la intuición. Abandone la vergüenza. Acabe con la monotonía. Trascienda la rutina. Acérquese a un árbol, abrácelo. Huela una flor. Contemple un atardecer. Exprese sus sentimientos. Sea agradecido. Comparta. Disfrute. Libere sus emociones. Cante. Haga ejercicios. Expanda su luz. Deje que su imaginación despegue. Pinte. Haga lo que sienta, sin importar si lo critican. No puede darse el lujo de pasar por esta vida sin sentir.<br /><br />A veces consideramos que el mundo lo hacen los otros, que la realidad es algo que se mira por televisión, porque nuestros trabajos no son significativos y nuestras acciones parecen irrelevantes. Mentiras. Simples creencias. Todos somos los constructores de esta realidad.<br /><br />Gestos, palabras, actos, miradas, hechos, pensamientos… cada paso que damos construye, y muchas veces destruye. Por eso, vuélvase consciente. Despierte. Abra su corazón. Sienta por primera vez. Viva. Su mundo puede cambiar.<br /><br /><b>Sólo importa el mensaje</b><br /><br />Preste atención. Infinitos mensajes llegan a su vida para ayudar a que cambie, pero así como vienen se van. La rutina, la seguridad, la indiferencia y la costumbre los echan a patadas. La mente social alerta sobre el peligro de escuchar a los desconocidos, teme perder el control. Perpetuar una realidad apática y desequilibrada es el propósito de los que pretenden que el hombre permanezca de rodillas y en las sombras. Deje de matar al mensajero. Escuche. La vida quiere verlo disfrutar. Rompa sus cadenas. Vibre.<br /><br />Cristo, Buda, Krishna, Mahavira, Lao Tse, Chuang Tzu, un perro, una abeja, un pájaro, una flor, un vagabundo… Qué importa quién transmite el mensaje. Lo que vale es lo que se nos quiere decir. Sólo cuenta lo que la existencia, a través de sus infinitas formas, nos hace llegar para que evolucionemos. Pero si en este momento su mente está horrorizada preguntándose “¿cómo se le ocurre igualar a Cristo con un perro?”, me temo que usted no está comprendiendo lo que intento decir, y quizás sea de los que piensan que sólo los que van a misa están cercanos a Dios.<br /><br />Las diferencias están en nuestra cabeza. En nuestras particulares formas de percibir y entender el mundo. La existencia no discrimina. Utiliza todo lo que nos rodea para acercarnos aquello que nos quiere decir. Somos nosotros quienes hacemos las distinciones, quien distorsionamos según nuestros miedos, condicionamientos o conveniencias.<br /><br />Las fronteras y las separaciones son inventos del hombre que muy pronto sucumbirán. Esas divisiones son las que conducen a las guerras, al aislamiento y a la destrucción. Son las que nos hacen creer diferentes. Las que impiden que nos reconozcamos como hermanos y que nos sintamos uno con el Todo.<br /><br />La realidad es inmensamente rica. Nuestras miradas mezquinas son las que la muestran descolorida y pobre. El pájaro, con su vuelo, nos en- seña la libertad. La nube, con sus transformaciones, nos enseña a fluir. La flor, expandiendo su aroma, nos enseña a ser generosos. Todo enseña. A su modo, todo comunica. Varía el lenguaje, cambia la forma de expresión que adopta lo que se nos pretende transmitir, eso implica que debemos estar más atentos, más despiertos, cada día más conscientes.<br /><br />Si cambiamos nuestra percepción, si ampliamos la mirada y conectamos con la existencia, por medio del corazón, podemos trascender nuestras limitaciones. Y cuando lo hagamos, no importará quien nos acercó el mensaje, porque habremos comprendido que las categorizaciones corresponden a una función de la mente, y que todo, absolutamente todo, forma parte del Creador.<br /><br />Lo que marca la diferencia no es quién lo dice, sino qué se nos dice. El valor del mensaje está en su poder de transmutación, en su fuerza para impulsar los cambios. Si lo que recibimos nos ayuda a convertirnos en personas más positivas, sensibles y equilibradas, eso es lo que verdaderamente cuenta. El mensajero es como la baranda de una escalera, cumple una función, constituye un medio para ayudar a elevarnos.<br /><br />No se olvide que la mejor manera de que alguien continúe preso es haciéndole creer que está en libertad. Tenemos que abrir los ojos. Pensamos que somos libres, sin embargo estamos cautivos por nuestras estructuras mentales. Permanecemos inmovilizados por las cadenas de las creencias. Así no hay posibilidades de remontar vuelo.<br /><br />Si continuamos con el corazón cerrado, sin darnos el permiso de humanizar nuestros días, el sufrimiento, la violencia y la desesperanza serán el aire que respiremos. Aduéñese de su vida. ¿Por qué restar pudiendo sumar? ¿Por qué elegir quedarnos estancados, rumiando penas, pudiendo ser felices? El exterior sólo nos muestra un reflejo de nuestro interior. Si lo que vemos fuera no nos gusta, cambiemos entonces lo que está dentro y mágicamente nuestra vida será otra. Se volverá luminosa.<br /><br />Aprendamos a conocernos. Descubramos quiénes somos. Recuperemos el vínculo con nuestro niño interior. Sólo cuando demos este primer paso podremos confiar. Recién ahí conectaremos con la esencia de los mensajes. Ese día no importará si fue Cristo, Buda, la naturaleza, una mariposa o una flor quien nos acercó la enseñanza. Habremos comprendido que la existencia, fiel a su naturaleza creativa, se disfraza de millones de maneras para acercarnos aquello que necesitamos saber… Que caigan nuestras barreras. Demos paso al mensajero. Lo que importa es el mensaje. </span></div>
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</script>Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-34566508297470782942010-05-08T18:45:00.003+02:002014-05-05T02:18:17.733+02:00“YO SOY CUANDO COMPRENDO” (Cayetano Arroyo)<div align="justify">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1GMvpAttZ0E6XvWcPbsrrKCrI1UdcpN44FMEXR-Faj_6bZ0Z9SlZ_8x1T9ms9oNM78-_OkAL9KYeiNns_dOHihUEHkTkn45AE1G3L04AFPqK9ByvT8khcb9s1EqFhj0BZ3RbeSDmUvrw/s1600/yo-soy.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1GMvpAttZ0E6XvWcPbsrrKCrI1UdcpN44FMEXR-Faj_6bZ0Z9SlZ_8x1T9ms9oNM78-_OkAL9KYeiNns_dOHihUEHkTkn45AE1G3L04AFPqK9ByvT8khcb9s1EqFhj0BZ3RbeSDmUvrw/s1600/yo-soy.jpg" height="290" width="400" /></a></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;">Esta serie de artículos aquí reunidos, han sido madurados en mi Todo Esencial, y exteriorizados después a través de diversos escritos al fin de mostrar al hombre de esta llamada "civilización occidental", cuyas pautas han sido la conquista y potenciación del mundo de fuera de sí y el adormecimiento y desequilibrio del mundo de dentro de sí, que aún está a tiempo de comprender que, como diría Al-Ahim: "El caracol que se fabrica una casa en el bosque, no se conoce".</span></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;"><br /></span><span style="font-size: 100%;"><b>CONVERSACIONES DE AL-AHIM Y SU BURRO AL-HEM</b></span></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;"><b> </b><br />Un día, de entre los días de aquella primavera, Al-Ahim muy temprano se montó en su burro y lo dejó trotar a la deriva de su conciencia, preguntándose dónde lo llevaría aquel día.<br /><br />Vio con asombro que aquella mañana trotaba con más entusiasmo que nunca y este inusitado cambio le impedía meditar sobre todas las cosas que veía en el camino. No obstante, se contentó diciendo: “El de hoy es un día de repaso rápido al libro de la vida”.<br /><br />A todo esto vio que Al-Hem, que así era el nombre de su burro, rebuznaba de alegría y aceleraba el trote hacia un pequeño manantial de agua. Entonces comprendió la inusitada actitud de su amigo y le dijo: “Hoy, más que por tu conciencia, te has dejado llevar por tu sed”. Y él le contestó: “Cuando una rueda necesita grasa, chilla hasta que se la echan. Pobre de aquel que lo deja para mañana, porque mañana no podrá hacer ni lo de hoy ni lo de mañana”.</span></span></div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;">***<br /><br />En cierta ocasión, iba Al-Ahim andando a lado de su burro Al-Hem y al llegar a una bifurcación del camino, uno tomó por un lado y el otro por el otro. Uno que los observaba le preguntó a Al-Ahim: ¿Cómo dejas que tu burro se separe de ti?”. Y Al-Ahim le contestó: “Las cosas de mi burro son sólo suyas, tan sólo cuando la vida nos junta nos podemos servir mutuamente sin compromisos”. </span></span></div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;">***<br /><br />Un día Al-Ahim se bajó de su burro para oler unas rosas que crecían en las márgenes del camino. Al-Hem trató de hacer lo mismo, pero con tan mala fortuna que se pinchó el hocico. Entonces dijo malhumorado: “Ya me extrañaba a mí que fuese gratis recibir este perfume”.<br /><br />***</span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;">Otro día, iba Al-Ahim conversando con su burro y sin darse cuenta se metieron en un sembrado. Cuando se percataron ya habían hecho grandes destrozos. Al-Ahim al que la conciencia no le dejaba tranquilo, le preguntó a su amigo: “¿Cómo solucionamos estos destrozos para que el dueño de estas tierras no se irrite y piense que ha sembrado en balde?”. Y el burro le contestó: “No he visto ningún cartel que dijera: Prohibido pisar a burros despistados”.<br /><br />***</span></span></div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;"></span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjT9PiL08kFw6LKcB8D9QcMzRYcaOEaD8Aceu-kuVxQeaqS4218HE20vusJcFQOw1D9uRAKkNCFIYcporvGqjlmfU8wg3MaT1Pzm6yhsO8qMp6RsqDGO4Ax833TglnUu5-dcqVLvbAp0QM/s1600/YO+SOY+CUANDO+COMPRENDO+%2528Cayetano+Arroyo%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjT9PiL08kFw6LKcB8D9QcMzRYcaOEaD8Aceu-kuVxQeaqS4218HE20vusJcFQOw1D9uRAKkNCFIYcporvGqjlmfU8wg3MaT1Pzm6yhsO8qMp6RsqDGO4Ax833TglnUu5-dcqVLvbAp0QM/s1600/YO+SOY+CUANDO+COMPRENDO+%2528Cayetano+Arroyo%2529.jpg" height="320" width="205" /></a></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;">Mientras paseaban, dialogaban acaloradamente Al-Ahim y su burro Al-Hem. Al-Ahim decía: “Bien sabemos por los libros sagrados que el hombre es el ser más elevado de la creación sobre este planeta”.<br /><br />Y Al-Hem decía: “Lo que dicen vuestros libros, sólo os interesa a vosotros y además no es una prueba seria para demostrar lo que dices”. Al-Ahim le repuso: “¿Y qué pruebas tienes tú para demostrar lo contrario?”<br /><br />Al-Hem le contestó: “El no tener libros sagrados”. </span></span></div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;">***<br /><br />Al-Hem no gustaba mucho de hablar con sus hermanos los otros burros, y cuando lo hacía era con burros que por su avanzada edad tenían mucha más experiencia.<br /><br />En cierta ocasión le preguntó al burro más anciano de la aldea: “Hermano anciano, me gustaría que me aconsejaras para llevar una vida lo más exenta de problemas posible”.<br /><br />El burro anciano le contestó: “Por la pregunta que me haces, sé que nunca dejarás de tener problemas”.</span></span></div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;">***<br /><br />En cierta ocasión Al-Hem le dijo a Al-Ahim: “Si me llevas un ratito sobre tus hombros, te demostraré una cosa que nunca olvidarás”. Entonces Al-Ahim, que rebosaba de curiosidad, con todas sus fuerzas, que eran pocas, trató de montar a Al-Hem sobre sus hombros y con grandes esfuerzos y sudores logró llevarlo unos pasos sobre sus espaldas.<br /><br />Al-Hem entonces le dijo: “Espero que desde ahora, cuando me montes, lo hagas por menos tiempo”.<br /><br />***</span></span></div>
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<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;">En cierta ocasión una mosca no dejaba tranquilo a Al-Ahim.<br /><br />Una y otra vez se posaba sobre su cara.<br /><br />A base de manotazos logró alejarla y entonces dio un suspiro y dijo: “Por fin se ha ido de mí esa mosca pesada”.<br /><br />Entonces Al-Hem le repuso: “La has alejado de ti para que mi oreja la acoja. Esto es un hecho típicamente humano”.<br /><br />Al-Ahim le dijo: “¿Qué quieres que haga entonces, que la aguante yo?”. Y el burro le respondió: “si está picándote a ti en ese instante, estás seguro que a ningún otro molesta, y ¿no es ya esto una satisfacción?”<br /><br />***</span></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;">Un atardecer, le dijo Al-Ahim a su burro: “Éste no es el camino que tomamos esta mañana al dejar la aldea”.<br /><br />Y Al-Hem le respondió: “Cuando uno está en sí mismo, nunca se pierde”. </span></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;">***<br /><br />Otro día, iba Al-Ahim por el zoco y vio cómo uno le daba grandes azotes a su burro.<br /><br />Rápidamente se acercó y le preguntó: “¿Porqué martirizas así al animal?”<br /><br />Él, cuyo nombre era Harum, le dijo: “Me ha tirado las cuatro cántaras de aceite que llevaba”.<br /><br />Entonces Al-Ahim le respondió: “¿Y cuántas cántaras llevarías tú si no lo tuvieras a él?”.</span></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;">***<br /><br />Un día se empeñó Al-Hem en ir por la cornisa de un tajo. Al-Ahim, que iba encima, estaba inquieto. Pero no se atrevía a exteriorizarle a su amigo el miedo que tenía.<br /><br />Entonces Al-Hem, que estaba sorprendido de la valentía de Al-Ahim, le dijo: “Gracias por confiar en este pobre asno tanto como para saber que estima mucho su vida”.<br /><br />***</span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<br />
<div align="justify">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;">Al-Ahim gusta de tomar el té en casa de un amigo siempre que pasa por allí.<br /><br />El otro día le preguntó el amigo: “¿Qué te hace venir aquí, el té o encontrarte con mi presencia?”<br /><br />Y Al-Ahim le respondió: “El té llama a mi cuerpo planetario, como tú llamas a mi espíritu”. </span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<br />
<div align="justify">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: 100%;">***<br /><br /><b>Alégrate si encuentras en tu camino a alguien que te recuerde que eres un alumno de esta escuela planetaria tierra y que has venido a ella a aprender. Alégrate aún más si te abre el camino del Conocimiento. Pero nunca olvides que eres tú el único que con tus pasos ha de recorrerlo, porque tus pasos y sólo tus pasos son los que te enseñan.</b> (Cayetano Arroyo)</span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
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</script>Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-47720574489806791942010-04-28T20:15:00.009+02:002014-05-04T16:36:04.906+02:00"GLOSARIO-ÍNDICE PARA UCDM" (Kennett Kapnick)<div align="justify">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1pN8mAQ3Ia3eSr5gbbDce_p8RddZkniy3Dce7O4exjmV11ujV0jJfC9sFEuCV0AhEkNFUyOI3nkf-SF9H4JqJSf6t-VIf6YamyLQfpMEFLaXfHpzHMolSNG425crrIB-ODXtiapPpVRY/s1600/GLOSARIO-INDICE+PARA+UCDM+(Kenneth+Wapnick).jpg"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1pN8mAQ3Ia3eSr5gbbDce_p8RddZkniy3Dce7O4exjmV11ujV0jJfC9sFEuCV0AhEkNFUyOI3nkf-SF9H4JqJSf6t-VIf6YamyLQfpMEFLaXfHpzHMolSNG425crrIB-ODXtiapPpVRY/s320/GLOSARIO-INDICE+PARA+UCDM+(Kenneth+Wapnick).jpg" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5465254199820729186" style="cursor: hand; float: left; height: 234px; margin: 0px 10px 10px 0px; width: 146px;" /></a><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Un Curso de Milagros distingue entre dos mundos: Dios y el ego, conocimiento y percepción, verdad e ilusión. Rigurosamente hablando, cada aspecto del mundo perceptual de la post separación refleja al ego. Sin embargo, el Curso subdivide aún más el mundo de la percepción entre mentalidad errada y mentalidad correcta.<br /><br />Dentro de esta estructura el Curso casi siempre utiliza la palabra “ego” para denotar la mentalidad errada, mientras que la mentalidad correcta pertenece al dominio del Espíritu Santo, que enseña el perdón, como la corrección del ego.<br /><br />Así pues, podemos hablar de tres sistemas de pensamiento: Mentalidad Uno, que pertenece al conocimiento y mentalidad errada y mentalidad correcta, las cuales reflejan el mundo de la percepción. Esta exposición teórica seguirá esta visión tripartita de la mente.<br /><br />La gráfica que se incluye resume la descripción que el Curso hace de la mente, debe examinarse conjuntamente con las referencias siguientes del Curso, que tratan sobre la relación del espíritu con mente y espíritu con ego, y los tres niveles de la mente: </span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWlJB6qc8iA-AlRwbxnz0qthRoBUOSSPFsp1nnlzc7e2XPP_aROOXKjoEX9B70_3bbfI-yxd7gv_UFvBF3fnSHhsTadBTBnk4RHnmQeRmZ5t4naJcTVrKG7Kv0mw9eciwsIhj8JBSyp4U/s1600/NIVELES+1+Y+2+DE+GLOSARIO.png"><img alt="" border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWlJB6qc8iA-AlRwbxnz0qthRoBUOSSPFsp1nnlzc7e2XPP_aROOXKjoEX9B70_3bbfI-yxd7gv_UFvBF3fnSHhsTadBTBnk4RHnmQeRmZ5t4naJcTVrKG7Kv0mw9eciwsIhj8JBSyp4U/s320/NIVELES+1+Y+2+DE+GLOSARIO.png" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5465254777872218578" style="cursor: hand; float: left; height: 509px; margin: 0px 10px 10px 0px; width: 348px;" /></a>Un Curso de Milagros, por lo tanto, está escrito en dos niveles, los cuales reflejan dos divisiones básicas.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">El primer nivel presenta la diferencia entre la Mente Uno y la mente separada, mientras que el segundo nivel contrasta la mentalidad errada con la mentalidad correcta, que son parte de la mente separada.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">En este primer nivel, por ejemplo, el mundo y el cuerpo son ilusiones fabricadas por el ego, y por consiguiente, simbolizan la separación. El segundo nivel se refiere a este mundo donde creemos que estamos. Aquí, el mundo y el cuerpo son neutrales y pueden servir a uno de los dos propósitos. Para la mente errada del ego, estos son instrumentos para reforzar la idea de separación, mientras que para la mente correcta del Espíritu Santo, son los mecanismos de enseñanza con los que podemos aprender Sus lecciones de perdón.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">En este nivel las ilusiones se refieren a las falsas percepciones del ego; ejemplo, ver ataque en lugar de una demanda de amor; ver pecado en vez de error.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Así pues el Curso se centra en nuestros pensamientos, no en las manifestaciones externas, las cuales son las proyecciones de dichos pensamientos. Como dice el Curso “Este es un Curso acerca de causas y no de efectos” (T-21. VII. 7:8).(Pag.518). Se nos exhorta a que no tratemos de cambiar el mundo (efecto), sino de cambiar de mentalidad (causa) acerca del mundo. (T-21. Int. 1:7). Pag.399.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Cuando la lección 193 afirma “Perdona y esto desaparecerá, aunque no forzosamente la manifestación física del problema”. Por ejemplo, si la lluvia amenaza los planes que nos hemos propuesto y eso nos entristece y perturba, no debemos rezar para que salga el sol, sino más bien rezaremos para recibir ayuda y poder ver las inclemencias del tiempo como una oportunidad que hemos elegido para aprender una lección de perdón, que el Espíritu Santo puede enseñarnos. Esto no significa negar que el ego puede afectar el mundo físico, sin embargo como ese mundo físico es inherentemente ilusorio y el resultado de nuestros pensamientos, el énfasis del Curso es en la corrección de estos pensamientos equívocos o distorsionados, que son siempre la verdadera fuente de cualquier problema. Esta corrección permite que el Espíritu Santo pueda guiar nuestro comportamiento en el mundo.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><b>Mentalidad -Uno</b></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">La mentalidad Uno de Cristo es el mundo del Cielo, del conocimiento; el mundo anterior a la separación del espíritu, amor, verdad, eternidad, infinitud, y realidad donde la unidad de la creación de Dios, – la suma de todos Sus Pensamientos – permanece intacta.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Es el estado natural de comunicación directa con Dios y Su creación que existía antes de que la mente del Hijo de Dios pensara en la separación. En este estado se mantiene la perfecta unión de la Trinidad.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">La Trinidad consiste en: 1) Dios, el Padre, 2) Su Hijo, Cristo, nuestro verdadero Ser, y 3) el Espíritu Santo, la Voz que habla por Dios. Dentro de la Segunda Persona de la Trinidad se incluyen nuestras creaciones, las extensiones de nuestro Ser o espíritu. La Segunda persona de la Trinidad no se identifica exclusivamente con Jesús, quien es parte de Cristo, igual que todos nosotros.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><b>Mentalidad errada</b></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">El ego consiste en tres conceptos fundamentales:</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">1. Pecado: la creencia de que nos hemos separado de Dios.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">2. Culpa: la experiencia de haber pecado, de haber hecho algo malo, lo cual emana de nuestra creencia de que hemos atacado a Dios y hemos usurpado Su papel como primera Causa, convirtiéndonos en nuestra primera propia causa.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">3. Miedo: la emoción que inevitablemente se deriva de la culpa, y que procede de nuestra creencia en el pecado y se fundamenta en el pensamiento de que merecemos ser castigados por el dios de venganza fabricado por el ego.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Para asegurar su supervivencia, el ego continuamente atrae la culpa hacia sí mismo, puesto que la culpa comprueba la realidad del pecado y fue éste el que dio origen al ego.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Una vez establecida que la culpa es real, el ego nos enseña que no debemos acercarnos a ésta o ni tan siquiera mirarla, porque si lo hacemos, seremos destruidos por un dios airado y vengativo – un dios que el ego fabricó, en efecto, para satisfacer su propósito– dispuesto a castigarnos por haber pecado en contra suya, si no seremos aniquilados en el olvido de nuestra propia nada,</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Este miedo mantiene intactos la culpa y el pecado, pues al no verlos como decisiones de nuestras mentes, jamás podremos cambiar nuestra creencia en ellos.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Abandonados por la ansiedad y el terror causados por el miedo a Dios, nuestro único recurso es acudir al ego en busca de ayuda, puesto que Dios se ha convertido en nuestro enemigo. El plan que utiliza el ego para salvarnos de la culpa tiene dos partes:</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">La primera es la negación, mediante la cual apartamos la culpa de nuestra conciencia, con la esperanza de que al no ver el problema, éste desaparecerá.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">La segunda parte nos exhorta a que después de negar la culpa, la proyectemos sobre otra persona, con la esperanza de que nos liberaremos de ella mágicamente al colocarla fuera de nosotros.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">La proyección tiene dos formas principales: las relaciones de odio especial y las relaciones de amor especial.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">En las relaciones de odio especial el odio a uno mismo o la culpa se transfiere a los demás hacéndoles responsables de la miseria que sentimos. Nuestra ira o ataque procura justificar la proyección, al reforzar la culpa de los demás por nuestros pecados que hemos proyectado sobre ellos.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Las relaciones de amor especial tienen la misma finalidad de proyectar culpa, aunque la forma difiere grandemente. Nuestra culpa nos muestra que estamos vacíos, insatisfechos, incompletos y necesitados, todos ellos aspectos del principio de escasez.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Al creer que esta carencia jamás puede enmendarse, buscamos fuera a las personas que nos puedan completar. El amor especial, pues, asume esta forma, “tengo ciertas necesidades especiales que Dios no puede satisfacer, pero tú, una persona especial, con atributos especiales, las puedes llenar para mí: Cuando lo hagas te amaré. Si no lo haces, mi amor se convertirá en odio”.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">El mundo del ego se divide entre enemigos (odio especial) y salvadores-ídolos (amor especial), y la verdadera identidad de Cristo en los demás se oscurece.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">El juicio basado siempre en el pasado más que en la aceptación del presente, es el principio orientador del ego. Por medio de las relaciones especiales el ego mantiene su existencia al perpetuar la culpa, puesto que al utilizar a otros para que satisfagan nuestras necesidades, constituye un ataque, y el ataque en la forma que sea refuerza la culpa.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Esto pone en marcha el ciclo culpa-ataque, en el que a mayor culpa, mayor la necesidad de proyectarla y de atacar a otros mediante las relaciones, lo que simplemente incrementa la culpa, y aumenta la necesidad de proyectarla.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">La mentalidad errada del ego es un sueño de separación, muy claramente expresado en el mundo físico que se fabricó como “un ataque a Dios” (L-pll.3.2:1). La existencia del cuerpo es una existen- cia de enfermedad, sufrimiento, y muerte, lo cual da testimonio de la aparente realidad del cuerpo en comparación con el espíritu, el cual jamás puede sufrir dolor o morir.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">La crucifixión es el símbolo que utiliza el Curso para referirse al ego y para representar la creencia en el ataque y el sacrificio, donde la ganancia de uno se convierte en la pérdida de otro. Todos los aspectos del mundo separado son ilusiones, puesto que lo que es de Dios nunca puede separarse de Él, y por consiguiente, lo que parece estar separado de Dios, no puede ser real. Esto queda expresado en el principio del curso de que “las ideas no abandonan su fuente”; somos una idea o pensamiento en la Mente de Dios, esta idea jamás abandonó su Fuente.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><b>Mentalidad correcta</b></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">La Respuesta de Dios a la separación es el Espíritu Santo, y Su plan para deshacer el ego se llama Expiación.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Un curso de milagros utiliza muchos términos que reflejan el plan del Espíritu Santo, y cada uno es un sinónimo del otro. Estos son: milagro, perdón salvación, curación, mundo real. Percepción verdadera, visión, rostro o faz de Cristo, razón, justicia, instante santo, relación santa, función, sueño feliz, Segunda Venida (Advenimiento), Palabra de Dios, Juicio Final, resurrección, redención, corrección, despertar, y deshacimiento.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Estos términos, por pertenecer al mundo separado de la percepción, se refieren al proceso (el mila- gro), que corrige nuestras percepciones equivocadas, al dejar de escuchar la voz del pecado, culpa y miedo del ego, para escuchar la Voz del perdón del Espíritu Santo.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Así, las relaciones profanas o especiales, se tornan santas. Sin estás relaciones no habría manera de liberarnos de la culpa que el ego nos ha enseñado a sepultar por medio de la negación, y a retener a través de la proyección.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">El Espíritu Santo le da la vuelta al ego al convertir el propósito de éste en una oportunidad para contemplar en el otro la culpa que hemos negado, y de este modo, el Espíritu Santo nos la devuelve, lo que nos permite por fin cambiar la idea sobre la culpa.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Si bien la práctica del perdón o el deshacimiento de la culpa, se experimenta en general como un asunto largo y complejo, se entiende substancialmente, constituido por un proceso de tres pasos.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">El primer paso, invierte la proyección al percatarnos de que la culpa no está en el otro sino en nosotros mismos.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Segundo, ahora que se ha traído la culpa ante nuestra atención y que reconocemos que su fuente está en nosotros, deshacemos esta decisión eligiendo vernos como los inocentes Hijos de Dios, en lugar de los hijos culpables del ego.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Estos dos pasos son nuestra responsabilidad; el paso final le corresponde al Espíritu Santo, Quién puede liberarnos de la culpa ahora que se la hemos entregado. Al mirarla unidos en Su Amor y por consiguiente, sin juicio ni culpa.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Este mirar sin emitir juicio, con una amorosa sonrisa, es el significado del perdón. Al utilizar el libro de ejercicios como guía, nos entrenamos para poder escuchar la Voz, y aprendemos que todas las cosas son oportunidades para aprender a perdonar.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Sirva como ejemplo ilustrativo de este proceso-aspecto del perdón las referencias que aparecen bajo períodos de inestabilidad y traer la oscuridad (ilusiones) a la luz (de la Verdad) así como la lección 284 del libro de ejercicios (pág. 472). Todas estas reflejan la casi inevitable dificultad que surge cuando uno comienza a tomar seriamente las lecciones del Espíritu Santo y permite que la culpa tan profundamente negada emerja a la consciencia.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Cuando la culpa se deshaga, como consecuencia de que la mentalidad correcta habrá corregido a la errada, el puente que conduce al mundo real se habrá completado. La memoria de Dios alboreará en nuestras mentes, puesto que todas las interferencias se han eliminado y contemplamos la faz de Cristo en todos.</span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Este mundo de ilusión y separación llega a su fin cuando Dios da el paso final, se inclina y nos alza hacia Sí Mismo. Restituidos a la Mentalidad-Uno de Cristo, “estamos en casa”, donde Dios quiere que estemos.</span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><br /></span>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtXgMvom2SMrBOAj2EKWXjyyfxM0g_1Edu7RcSh_ag3xKSL3AKIJHbEoSJItte0Z8nKvid5NB6XV-aXbbspYRd0ogYGlJy2UqG1017vevUUP6GqL6RpRI_bYkJ3k926a9zARxcZKup0Uw/s1600/el-perdon.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtXgMvom2SMrBOAj2EKWXjyyfxM0g_1Edu7RcSh_ag3xKSL3AKIJHbEoSJItte0Z8nKvid5NB6XV-aXbbspYRd0ogYGlJy2UqG1017vevUUP6GqL6RpRI_bYkJ3k926a9zARxcZKup0Uw/s1600/el-perdon.jpg" height="400" width="356" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms;"><b>SEXTO PASO<br /><br />ACÉPTATE COMO ERES Y ACEPTA A LOS DEMÁS COMO SON</b><br />La aceptación es divertida. Por un lado, estamos diciendo: acepta tus errores y aprende de ellos. Por otro lado estamos diciendo: estás bien tal como eres. Estamos diciendo: acepta tu oscuridad y llévala hacia la luz. Cuando la lleves a la luz, la oscuridad desaparecerá. Pero, ¿qué pasa si no desaparece?<br /><br />A veces, cuando trato de llevar la oscuridad a la luz, es la luz la que parece desaparecer, y me quedo en una oscuridad aún mayor. ¿Qué puedo hacer entonces?<br /><br />Entonces tengo ante mí una elección muy simple: puedo castigarme a mí mismo, sentirme un fracasado y condenar a Dios y al mundo, o puedo aceptar donde estoy. “Aquí estoy, en la oscuridad, y no parece haber ninguna luz. Está bien. Simplemente estoy aquí. No hay alabanza. No hay culpabilidad”.<br /><br />Cuando hago esto, me convierto en la luz que estaba buscando. Cada gesto de autoaceptación desvela la luz interna y ayuda a aligerar el camino. Es posible que la ligereza sólo me dure un minuto más, pero está bien. Cuando me acepto, el paso siguiente viene por sí mismo.<br /><br />El amor de Dios, la gracia, la guía, como quiera que lo llames, viene a través del canal de tu amor hacia ti mismo. Cuando te aceptas tal como eres, abres ese canal. Y lo mismo ocurre cuando aceptas a los demás tal como son.<br /><br />El camino de la paz es simple si estás dispuesto a practicarlo:<br /><br />1. Acéptate tal como eres. Estás bien con todos tus problemas, dolores y preocupaciones. No tienes que cambiar nada. No tienes que conseguir nada ni tienes que librarte de nada. Eres perfecto aquí y ahora. Deja que ese conocimiento cale dentro de ti. Conforme lo haga, los juicios se irán cayendo por sí mismos.<br /></span><br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpRGGmaFKF1Kba3jTXwOEQHvpPeAM02nthL2dZnMeYkB8PmfBlXBFubttYkXBWtqBRpWKNmKKWcnKLyOO-FUJiGnDJpJ51enGCTno5vH6SS2IPiGAGjfdVsiIwPYMhMRnlGB8NjTXXNV4/s1600/LOS+12+PASOS+DEL+PERDON+%2528Paul+Ferrini%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpRGGmaFKF1Kba3jTXwOEQHvpPeAM02nthL2dZnMeYkB8PmfBlXBFubttYkXBWtqBRpWKNmKKWcnKLyOO-FUJiGnDJpJ51enGCTno5vH6SS2IPiGAGjfdVsiIwPYMhMRnlGB8NjTXXNV4/s1600/LOS+12+PASOS+DEL+PERDON+%2528Paul+Ferrini%2529.jpg" height="320" width="220" /></a><span style="font-family: trebuchet ms;"></span></div>
<span style="font-family: trebuchet ms;">2. Acepta a los demás tal como son. Ellos están bien con todos sus aparentes aspectos positivos y negativos. No tienes que cambiarlos. Ellos no tienen que mejorarse a sí mismos para merecer tu aceptación. Ellos no necesitan tu aprobación y tú no necesitas la suya. Ellos están bien y tú estás bien. Nadie tiene razón. Nadie está equivocado. Existís el uno al lado del otro. A medida que aceptas a los demás, tu corazón se abre. A medida que aceptas a los demás, te haces más delicado contigo mismo.<br /><br />3. Acepta la vida tal como es ahora mismo. No tienes que cambiar nada al respecto. Cada situación es perfecta tal como es. Cada relación es perfecta tal como es. Cada lección te permite crecer. Cada obstáculo externo te ayuda a profundizar más, hasta la Fuente misma del amor. No interpretes tu vida, pues si lo haces encontrarás que le falta algo. No le falta nada. Tus interpretaciones a favor o en contra son la ilusión que has de deshacer. Acepta tu vida tal como es. Entonces, todas las creencias que no te honran o que no honran a los demás se caerán, porque no habrá nada que las sustente. Hacia el espacio vacío que creas en tu corazón al negarte a juzgar, fluye la presencia del amor. Ahora ya no estás solo. Ahora tu compañero ha llegado.<br /><br />La aceptación es algo muy simple, y sin embargo es lo más difícil de aprender. Porque, con la aceptación, nuestro ego se queda a un lado. Con la aceptación, las barreras a la presencia del amor se disuelven.<br /><br />Este camino es el camino de la aceptación. Te opondrás a aquello que no puedas aceptar, y en esa oposición estará tu atadura. Lo que aceptas atraviesa delicadamente tu corazón. Nada te empuja. Nada te retiene. Vas donde quiera que te lleve el amor.<br /><br />Ésta es una proposición que se renueva momento a momento. A cada momento, viene la resistencia o el apego. Observamos cómo viene. Observamos la lucha. Observamos cómo nos vamos cansando, hasta que finalmente soltamos. Dejamos que la lucha se despliegue. Siempre lo hace.<br /><br />Nos hacemos más pacientes. Estamos más dispuestos a perdonar. Estamos más relajados. Aprendemos a ser delicados con nosotros mismos y con los demás. Esto no parece ser una gran victoria, pero lo es. Cuando no se interpone nada entre nosotros y nuestra paz, aunque sólo sea por un momento, experimentamos la divinidad dentro y fuera. No hay separación.<br /><br />Éste es el fruto del camino de la aceptación.<br /><br />Recuera, en nuestra experiencia nunca hay un momento en que nuestra aceptación de nosotros mismos, y de nuestros hermanos y hermanas, no nos devuelva la paz. Nunca hay un momento en que no haya obstáculos que rendir.<br /><br />Aceptamos esto no como una meta, sino como una práctica. Porque, en la práctica, conseguimos nuestra meta.<br /><br /><b>SÉPTIMO PASO<br /><br />ESTATE DISPUESTO A APRENDER Y A COMPARTIR</b><br /><br />En cuanto pienso que todo me cuadra, el amor me deja. ¿Por qué es así? Porque cierro la puerta en mi cabeza. Y cierro la puerta en mi corazón. Digo: “Basta. Ya tengo suficiente”.<br /><br />Bueno, aparentemente, mi profesor interno no está de acuerdo. Y tengo otra lección que aprender con humildad. Todo lo que sé no significa nada si en este momento no estoy en paz. Y cuando estoy en paz, la necesidad de saber queda atrás.<br /><br />Un Curso de Milagros dice que enseñamos lo que necesitamos aprender. Es importante tomar conciencia de esto. Cuando me pongo de pie para compartir mis experiencias contigo, estoy reforzando mi proceso de aprendizaje.<br /><br />Al compartir, profundizo en lo que he aprendido. Lo extiendo a través de los chakras. Tomo un conocimiento intelectual, lo personalizo y lo llevo al corazón. Cuando me escuchas profundamente, sé que lo que es verdad para mí también es verdad para ti.<br /><br />Al compartir, aprendo a escucharte. Veo que has interiorizado las cosas de manera diferente, con un énfasis diferente. Queda claro que has dominado ciertas lecciones con las que yo aún estoy hecho un lío. Entiendo que tú eres mi maestro tanto como yo soy el tuyo.<br /><br />Enseñar y aprender son procesos que duran toda la vida. Aún cuando represento el papel de profesor, estoy aprendiendo, y aún cuando represento el papel de alumno, estoy enseñando.<br /><br />Mi manera de aprender se convierte en una enseñanza. Y mi forma de enseñar se convierte en un aprendizaje. Ves, el proceso continúa indefinidamente. Nunca hay un momento en mi vida en el que no pueda beneficiarme de la respuesta que me das. Aunque el noventa y nueve por ciento de ella sea un juicio sobre mí, puedo saborear el uno por ciento que es verdad.<br /><br />No sólo los profesores deben responsabilizarse de lo que enseñan aprendiéndolo ellos mismos, sino que los alumnos deben responsabilizarse de lo que aprenden. Nadie te enseña nada sin tu permiso.<br /><br />De modo que yo siempre estoy aprendiendo. Y tú también. Ésta es la base sobre la que nos encontramos, cara a cara, como iguales.<br /><br />Si bien puedo hacer parte de mi trabajo espiritual en solitario, practicando la meditación, observando mis pensamientos y sentimientos, y estudiando las Escrituras, hay una pieza importante que no puedo hacer solo.<br /><br />No puedo superar la proyección a menos que la experimente. Necesito proyectar sobre ti y necesito proyectar sobre mí para poder experimentar este fenómeno. Necesito experimentar mi aparente separación de ti antes de poder rechazarla y considerarla una ilusión.<br /><br />Ninguno de nosotros se salva en solitario. Aprendemos y crecemos a través de nuestras interacciones, por más dolorosas que sean.<br /><br />De modo que, si me aíslo de los demás, sólo estoy posponiendo mi expiación. Antes o después, tú y yo debemos encontrarnos y desplegar nuestro drama.<br /><br />Sin interacción, nuestros dos yoes separados nunca entenderían el amor de Dios. La necesidad de interacción queda confirmada por el hecho de que una parte de Dios se siente separada de otra. Donde quiera que se sienta separación, siempre es necesaria la interacción para tender un puente.<br /><br />Estos es cierto aunque nos pasemos el rato pegándonos. El problema es que seguidamente nos divorciamos y seguimos caminos separados pensando: “Bueno, esto no ha funcionado”, y buscamos otra persona con la que sentirnos cómodos.<br /><br />Seguimos tratando de unirnos y seguimos fracasando, porque eso no es lo que se está pidiendo de nosotros. Dios no nos pide que nos unamos. Nos pide que nos honremos mutuamente.<br /><br />La regla dorada dice: “Haz a los demás lo que te gustaría que ellos te hicieran a ti”. No dice: “Fúndete con la persona que te resulte cómoda”.<br /><br />Mientras sigamos intentando fundirnos, seguiremos sin entender cuál es el punto verdaderamente importante. No estamos aquí para encontrar nuestra salvación los unos en los otros, sino a través de los otros.<br /><br />No es necesario unirnos entre nosotros porque ya estamos unidos en Espíritu. Para nuestra realidad basada en el ego, parecemos estar separados. Parecemos tener distintas personalidades y diferentes necesidades. Seguimos intentando unirnos en este nivel, pero no podemos. La unificación se produce cuando estas diferencias caen.<br /><br />Cuando “hacemos a los demás lo que nos gustaría que ellos nos hicieran a nosotros”, ponemos de relieve lo único que compartimos legítimamente como seres separados: nuestra igualdad. Al honrarnos unos a otros como iguales, asumimos nuestra correcta relación mutua y hacemos posible que la divina presencia se manifieste a través de nosotros. Como dice Martin Buber: “Dios no existe en ti o en mí, sino donde nos encontramos”.<br /><br />Descubrir “ese lugar de encuentro” es la danza de la vida. También es una de nuestras principales prácticas espirituales.<br /><br />Cada oportunidad que aprovechamos para compartir nuestros pensamientos y sentimientos con otros, nos ayuda a ir más allá de nuestra realidad basada en el ego, para descubrir nuestras aspiraciones y necesidades comunes. Cada vez que abrimos mutuamente nuestros corazones, disolvemos activamente la ilusión de que estábamos separados.<br /><br />En definitiva, no nos juntamos para unirnos, sino para ser testigos de que ya estamos unidos, corazón con corazón y mente con mente. Podemos salir de esa unión juzgando y resaltando nuestras diferencias, o podemos seguir juntos, aceptando y bendiciendo a cada persona tal como es.<br /><br />Cuantas más veces venimos al espacio compartido, el círculo sagrado, más nos damos cuenta de que es nuestra casa, y cada excursión del ego es una desviación. Esto no significa que no volvamos a salir, pero, aunque nos alejemos el uno del otro, tenemos muchas ganas de volver a estar juntos.<br /><br />Sabemos dónde está nuestro hogar. Y sabemos que podemos volver a él cuando estemos listos.<br /><br /><b>OCTAVO PASO<br /><br />SÉ TU PROPIA AUTORIDAD</b><br />Seamos claros: ¡ser tu propia autoridad no significa ser una autoridad para nadie más! Simplemente significa que no dejas que nadie sea una autoridad para ti. Todo el mundo es libre de elegir, incluyéndote a ti. Y todo el mundo es responsable de la elección que hace. Las cosas no podrían ser de otra manera.<br /><br />Muchas personas intentan cruzar estas líneas claras de responsabilidad, pero eso sólo nubla su percepción de la realidad. No busquéis el castigo con glotonería. Honrad estas frases y os honraréis mutuamente.<br /><br />En primer lugar, entiende que no estás responsabilizándote de ti mismo cuando:<br /><br />1. Dejas que otra persona decida por ti, o<br /><br />2. Decides por la otra persona.<br /><br />Esto es codependencia. No es algo que te fortalezca ni que fortalezca al otro. Puede parecer que te da una ventaja temporal, pero el precio que pagas por esa ventaja es perder la libertad de elegir tu propia vida.<br /><br />Es genial escuchar a otros y aprender de otros. Compartir íntimamente es esencial para tu crecimiento espiritual. Te ayuda a saber dónde estás y puedes usarlo para expandir tus percepciones. Pero los demás no saben lo que necesitas. Ni siquiera las personas con capacidades psíquicas y los intuitivos pueden decirte lo que necesitas saber. Es posible que te transmitan una información importante, o tal vez no. En cualquier caso, eres tú quien debe usar dicha información para encontrar tu paz.<br /><br />Entiende que hay un límite a lo que otras personas te puedan decir que te resulte verdaderamente útil. Y esos límites también son aplicables a lo que tú puedas decir a los demás. La mayor ayuda que puedes dar o recibir de los demás son las palabras de ánimo. Cualquier otra cosa no suele servir de mucho.<br /><br />Para ser tu propia autoridad, debes dejar atrás la idea de que hay respuestas fuera de ti. Debes dejar atrás el concepto de que hay algo que conseguir.<br /><br />La autoridad viene directamente de la experiencia. Dice: “Honro mi vida. Acepto lo que es verdad para mí, aunque no sea verdad para otros”.<br /><br />La autoridad interna es inconsistente con dar recetas a otros. En cuanto intentas hacer que otros encajen en tus valores y creencias, recortas el poder que esos mismos valores y creencias tienen en tu vida. En cuanto necesitas el acuerdo de otros para honrar tu propia vida, has perdido el contacto con tu autoridad interna.<br /><br />Todo el mundo tiene el derecho y la responsabilidad de decir: “Esto es cierto para mí. Esto funciona para mí”. Esta autoafirmación es importante. Porque ninguna otra vida es exactamente como la mía. Las experiencias de cada individuo son únicas, y deben ser aceptadas como tales.<br /><br />Cualquiera que trate de negar la integridad de mi experiencia, niega también su propia experiencia. Es imposible autoafirmarse negando a otros.<br /><br />De modo que toda la energía que invierto en negar y juzgar a los demás, me aleja de mi guía interna y de mi verdad. No empiezo a saber lo que es verdad para mí hasta que honro la experiencia de otros.<br /><br />Y esto también va en el otro sentido: no empiezo a oír mi propia verdad mientras haga más caso de la experiencia de otros que de mi propia experiencia. La autoridad viene de dentro y se detiene en la superficie de la piel.<br /><br />Mi autoridad establece límites a mi deseo de elegir cuando ese deseo altera la libertad y la responsabilidad de otros para elegir por sí mismos. También me capacita para elegir por mí mismo cuando otros quieren elegir por mí.<br /><br />Mi autoridad es consistente con tu autoridad, e igual a ella. Tú no puedes negar ni excederte en tu autoridad sin invitarme a hacer lo mismo. En este sentido, tu fidelidad a tu propia experiencia fomenta tanto tu inocencia como la mía.<br /><br />Ahora, dicho esto, está claro que excedernos en nuestra autoridad o someternos a una autoridad externa forma parte de nuestro proceso de aprendizaje aquí. Es parte de nuestra danza conjunta.<br /><br />Así, nuestra intención no debe ser la de acabar el baile, sino ser testigos de él. Ser testigo de esta danza hace que los movimientos se centren. Los hace más visibles. A medida que tomamos conciencia de nuestro exceso o falta de autoridad, la corrección se realiza de manera natural. Ser testigos nos ayuda a ver y aprender de nuestra propia conducta sin juzgarla.<br /><br />El problema con la autoridad es uno de los problemas más profundos con los que vamos a tener que lidiar. No hay ni uno solo de nosotros que no se encumbre o que no se machaque hasta acabar a ras de suelo. No aprendemos sobre nuestra autoridad existencial hasta que no vemos la falsedad de nuestra autoridad basada en el ego. Una viene de la simple aceptación de nosotros mismos y de los demás. La otra viene de una profunda sensación de inadecuación que proyectamos en los demás.<br /><br />Quienes tienen la ilusión de ser superiores a los demás, suelen abrigar sentimientos inconscientes de inferioridad. Y los que se refieren constantemente a la fuerza o a la sabiduría de otros, suelen abrigar sentimientos inconscientes de superioridad. Curiosamente, ni la persona que se presenta como superior ni la persona que se presenta como inferior, están dispuestas a quedarse solas con sus convicciones. De un modo u otro, ambas buscan el apoyo y el acuerdo de los demás.<br /><br />Debemos despertar al hecho de que podemos ser demasiado fuertes o demasiado débiles para nuestro propio bien. A los que estudian el “I Ching” este concepto no les resultará extraño. Los que son demasiado fuertes atraen a los débiles, y así ellos mismos se debilitan. Y los que son demasiado débiles atraen a los fuertes, y se fortalecen gracias a ellos.<br /><br />El fuerte y el débil usan al otro para alcanzar el equilibrio. Por desgracia, éste no es un proceso consciente, de modo que el intercambio no suele entenderse bien y tampoco se agradece.<br /><br />En este punto de nuestra evolución colectiva parece importante que este proceso de llegar al equilibrio se haga de manera consciente. Por eso se están publicando tantos libros sobre el abuso y la codependencia. Estos intercambios, cuando se producen inconscientemente, dejan muchas heridas indescriptibles.<br /><br />Hablar de nuestras heridas es saludable. Es nuestra manera de adueñarnos de nuestra experiencia y de responsabilizarnos de nuestra curación.<br /><br />Todo este proceso tiene que ver con el RESPETO, respeto por nosotros mismos y respeto por los demás. “Respeto” viene de la palabra “specere”, que significa mirar, Re-spetar, por lo tanto, significa mirar atrás, volver a ver o ver de una manera diferente.<br /><br />Se comprende que primero “veremos oscuramente a través del cristal, y después veremos con claridad”. Primero percibiremos mal, y después corregiremos nuestra percepción. Primero cometeremos errores y después aprenderemos. Primero nos excederemos el uno con el otro y después nos perdonaremos.<br /><br />Éste es un proceso que se repite una y otra vez. Conseguimos el respeto por nosotros mismos y por los demás violando la ley de igualdad. La conciencia de nuestra violación es la que nos lleva hacia la igualdad.<br /><br />De modo que cuando decimos: “Sé tu propia autoridad”, queremos decir: “Aprende a ser quien verdaderamente eres y aprende a ver a los demás como verdaderamente son”. Practica la igualdad. Aprende de la desigualdad. Acepta el proceso. Úsalo para alinearte y crecer</span>.</div>
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</script>Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-18283597439297210102010-04-17T21:33:00.003+02:002014-05-05T02:29:14.213+02:00"HO’OPONOPONO" (Al McAllister)<div align="justify">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_3DyskYTqOl9lEOBO322lLxJBYc7olydgpvhF0o5ezvgb7GZIImucRCKiEFQ94mSkTipIli65EKGslUhSvFBDbqopHCzvmcxJtwkM4iq_xN-cQgFHzVSUsLl2rIqMdwdrnQQe1ey50_o/s1600/hoponopono.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_3DyskYTqOl9lEOBO322lLxJBYc7olydgpvhF0o5ezvgb7GZIImucRCKiEFQ94mSkTipIli65EKGslUhSvFBDbqopHCzvmcxJtwkM4iq_xN-cQgFHzVSUsLl2rIqMdwdrnQQe1ey50_o/s1600/hoponopono.jpg" height="400" width="287" /></a></div>
<span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;"><b>Escrutando el Proceso</b><br /><br />Citando al Dr. Joe Vitale:<br /><br />Con toda sinceridad, hablando en caminos espirituales, técnicas de cura alternativas, de dominio de la mente, todo lo que usted ya estudió, visualizó, puso en práctica, divulgó, enseñó, defendió, como afirmaciones, técnicas variadas de establecimiento de metas, de manifestación, ¿todo eso tiene efecto, trae satisfacción, funciona siempre, sin excepción?<br /><br />Con certeza no. ¿Ya se preguntó por qué?<br /><br />Porque son entretenimientos de la mente. Entretenimientos que le hacen pensar a usted que tiene el mando. Que usted puede pensar, hacer y manifestar. Pero la realidad es que usted no tiene el mando, el control. Los verdaderos milagros suceden cuando usted deja de lado los entretenimientos, los recursos acumulados de la mente, y confía en aquello que no forma parte de la charlatanería mental que se encuentra dentro de usted, su eslabón con lo Divino. Entonces, ¿cómo permitir que este eslabón se revele?<br /><br />A través de este sistema, el Ho’oponopono.<br /><br />Ho’oponopono significa «corregir un error» o «hacer lo correcto» en la lengua original de los hawaianos. Aunque hasta ahora no muy conocido en Brasil, el Ho’oponopono tradicional forma parte del sistema de cura Huna. Es el nombre que el empresario/investigador americano Max Freedom Long dio a su versión del espiritualismo de los pueblos antiguos del Hawai. Más adelante tenemos información sobre Huna para los que les interese, pero este Ho’oponopono sobre el cual escribo aquí es muy diferente del Ho’oponopono Huna. En el sistema Huna el proceso de cura Ho’oponopono es interpersonal, requiere la participación de todos en el proceso de reconciliación, de solución de problemas.<br /><br />Este nuevo Ho’oponopono, el Ho’oponopono Auto-Identidad es usted en comunicación con la Divinidad. Fue desarrollado por la Kahuna Morrnah Nalamaku Simeona que se lo enseñó al Dr. Ihaleakala Hew Len.<br /><br /><b>Cómo practicar el Ho’oponopono <i>Auto-Identidad</i></b></span></span><br />
<span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;"><b><i> </i></b></span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4YxCKQnp_cdujHLDRvixPHgy2RyEudp-k_ZuTHIGLkkq50Y8AgSV_zquAzq5lyV4XeyQl3M43wypu6ZOndio6h3AdSwI3IkwMj9YWRhswHVbi9G5el-VGWwPSU0qUUy8jKlhqF7WKnPo/s1600/hooponopono+%2528Al+McAllister%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4YxCKQnp_cdujHLDRvixPHgy2RyEudp-k_ZuTHIGLkkq50Y8AgSV_zquAzq5lyV4XeyQl3M43wypu6ZOndio6h3AdSwI3IkwMj9YWRhswHVbi9G5el-VGWwPSU0qUUy8jKlhqF7WKnPo/s1600/hooponopono+%2528Al+McAllister%2529.jpg" height="320" width="229" /></a><span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;"></span></span></div>
<span style="font-family: trebuchet ms;"><span style="font-size: 100%;">Aquí entenderá por que el intelecto no dispone de los recursos para resolver problemas, él solo puede manejarlos. Y manejar no resuelve problemas. Al hacer el Ho’oponopono usted pide a Dios, a la Divinidad, que limpie, y purifique el origen de estos problemas, que son los recuerdos, las memorias. Usted así neutraliza la energía que usted asocia a determinada persona, lugar o cosa.<br /><br />En el proceso esta energía es liberada y transmutada en pura luz por la Divinidad. Y dentro de usted el espacio vaciado es llenado por la luz de la Divinidad. Por lo que, en el Ho’oponopono no hay culpa, no es necesario revivir ningún sufrimiento, no importa saber el porqué del problema, de quién es la culpa, ni su origen. En el momento que usted nota dentro de sí algo incómodo en relación a una persona, lugar, acontecimiento o cosa, inicie el proceso de limpieza, pida a Dios:<br /><br />«Divinidad limpia en mí lo que está contribuyendo para este problema»<br /><br />Entonces use las frases de esta secuencia:<br /><br />«Lo siento mucho. Perdóname. Te amo. Estoy agradecido», varias veces, usted puede destacar solo alguna de ellas que le llegue mas en aquél momento y repetirla. Deje a su intuición guiarle. Cuando usted dice «Lo siento mucho», usted reconoce que algo (no importa saber el qué) penetró en su sistema cuerpo/mente. Usted quiere el perdón interior por lo que le trajo aquello.<br /><br />Al decir «Perdóname» usted no está pidiendo a Dios que le perdone, usted está pidiendo a Dios que le ayude a perdonarse.<br /><br />«Te amo» transmuta la energía bloqueada (que es el problema) en energía fluyendo, le vuelve a unir al Divino.<br /><br />«Gracias» o «Estoy agradecido» es su expresión de gratitud, su fe en que todo será resuelto para el bien mayor de todos los involucrados. A partir de este momento lo que suceda después es determinado por la Divinidad, usted puede ser inspirado a hacer alguna acción, cualquiera que sea, o no. Si continuase dudando, persista en el proceso de limpieza y después, cuando esté completamente limpio, obtendrá la respuesta.<br /><br />Recuerde siempre que lo que usted ve de errado en el prójimo, también existe en usted, todos somos Uno, por tanto toda cura es auto-cura. En la medida en que usted mejora, el mundo también mejora. Asuma esta responsabilidad. Nadie más necesita hacer este proceso, solo usted.<br /><br />No existe ninguna regla en relación al orden de las frases. Use la secuencia con la cual se sienta mejor, la que esté más en sintonía con su momento. Puede usar una o dos, generalmente solo «Te amo» ya resuelve. El aspecto principal es que estamos aprendiendo a relacionarnos con nuestra Mente Subconsciente, conocida en la tradición hawaiana como el Unihipilli. Él es responsable de las memorias, él las recibe y almacena, repitiéndolas conforme su programación. Es a él al que debemos aprender a amar, pidiendo perdón por la falta de consideración y comunicación. Existen detalles sobre sus características que no es necesario que sean abordadas aquí, pero son explicadas e ilustradas más adelante en un texto del Dr. Len.<br /><br />Lo importante es saber que nos integramos con nuestra Mente Subconsciente al pedir a la Divinidad que limpie las memorias que se repiten, que generan los conflictos, los problemas, los bloqueos de energía, que resultan en dolencias, psíquicas y físicas.<br /><br />Piense las frases en todos los momentos de su día a día, esto lo mantendrá con una actitud vibrante de bienestar y comprensión, en relación a cualquier cosa que se manifieste para usted. Antes de salir de casa, pida a Dios que: «Limpie lo que hay en usted o que pueda ser la causa de algún conflicto o problema en el camino del trabajo», (por ejemplo).<br /><br />Durante su día, al sentir cualquier malestar, o sentimiento ruin, que le traiga algún recuerdo, o no, únase a ese sentimiento «ruin» y pida a Dios que limpie las memorias que lo están generando. Una frase muy útil es pensada así:<br /><br />«¡Mis memorias os Amo!<br />¡Estoy agradecido por la oportunidad de liberaros a vosotras y a mí!».<br /><br />Siga con las frases (o frase) por el tiempo que quiera. El cambio es notable.<br /><br />En situaciones difíciles, donde usted puede sentirse desamparado (o desamparada), cuando sus emociones están en desequilibrio y los pensamientos fluyen desordenadamente generando más aflicción, haga la oración de Morrnah. Oración que abarca a todo y todos, en un verdadero bálsamo espiritual:<br /><br />«Divino Creador, padre, madre, hijo todos en uno...<br />Si yo, mi familia, mis parientes y antepasados ofendieron,<br />a tu familia, parientes y antepasados en pensamientos,<br />palabras, hechos y acciones desde el inicio de nuestra creación<br />hasta el presente, nosotros pedimos tu perdón...<br />Deja que esto se limpie, purifique, libere, corta todas las memorias,<br />bloqueos, energías y vibraciones negativas<br />y transmuta estas energías indeseables en pura luz...<br />Y así se ha hecho».</span></span></div>
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</script>Annahttp://www.blogger.com/profile/12211454750229168699noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4095371216404376139.post-68137505067604096352010-04-08T10:41:00.005+02:002014-05-04T15:37:46.014+02:00"40 VERSOS SOBRE LA REALIDAD" (Sri Ramana Maharshi)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtZyTJe8F6aXRcW5d7CmLvea98-CNA8fd9jjQTSNu5gkrRPRnHXb1ufm0vXpJwgbzlQGqbDCgWLp2WLKKnOFXmKYK7bY3a5wBETru7YvNKXHxZceUdEPXUvg-SzNsc7esbR25B1uU5jeg/s1600/CUARENTA+VERSOS+(Ramana).jpg"><img style="MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 162px; FLOAT: left; HEIGHT: 223px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5458115600695587682" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtZyTJe8F6aXRcW5d7CmLvea98-CNA8fd9jjQTSNu5gkrRPRnHXb1ufm0vXpJwgbzlQGqbDCgWLp2WLKKnOFXmKYK7bY3a5wBETru7YvNKXHxZceUdEPXUvg-SzNsc7esbR25B1uU5jeg/s320/CUARENTA+VERSOS+(Ramana).jpg" /></a><span style="font-family:trebuchet ms;">1. Puesto que nosotros vemos el variopinto mundo,<br />una sola fuente, con poderes ilimitados, ha de ser aceptada.<br />El veedor, lo visto, la pantalla sobre la que es proyectado, la luz,<br />son todos sólo Él, el Uno.<br /><br />2. Todas las religiones comienzan con la existencia<br />del individuo, el mundo y Dios.<br />Mientras dure el ego éstos tres permanecerán separados.<br />Morar, sin ego, en el Sí mismo, es lo mejor.<br /><br />3. ¿De qué utilidad son las disputas tales como<br />«el mundo es real», «no, es un espejismo»,<br />«es energía consciente», «no, es materia»,<br />«es felicidad», «no, es sufrimiento»?<br />Morar en el exaltado estado donde ni el ego ni el mundo existen,<br />es aceptable para todos.<br /><br />4. Mientras uno piensa que tiene una forma,<br />el mundo y Dios también tienen formas.<br />Cuando uno es el Sí mismo sin forma, ¿quién hay para ver?<br />Ello mismo es el Ojo, completo, sin límites.<br /><br />5. El cuerpo está constituido de cinco envolturas.<br />El cuerpo y el mundo co-existen.<br />¿Cómo puede alguien ver el mundo, a menos que tenga un cuerpo?<br /><br />6. El mundo es en la forma de los cinco sentidos, como el sonido.<br />Estos sentidos son conocidos a través de los cinco órganos de los sentidos.<br />Sólo la mente percibe el mundo a través de estos órganos de los sentidos.<br />Por consiguiente, el mundo es sólo la mente.<br /><br />7. Aunque tanto la mente como el mundo surgen y se sumergen juntos,<br />es la mente la que ilumina al mundo.<br />La fuente de la que el mundo y la mente<br />surgen y en la que se sumergen,<br />es la Realidad, que no surge ni se sumerge.<br /><br />8. La adoración de lo Supremo, bajo cualquier nombre<br />y bajo cualquier forma,<br />es una ayuda para la visión de Ello.<br />Sin embargo, la verdadera visión es sumergirse y morar en la Realidad.<br /><br />9. Cuando el individuo, para quien la dualidad y la trinidad existen,<br />es rastreado, éstas se sueltan y caen.<br />Entonces todo movimiento mental cesa para siempre.<br /><br />10. ¿Puede haber conocimiento sin ignorancia?<br />¿Puede la ignorancia existir sin el conocimiento?<br />Buscar la fuente del individuo a quien pertenecen,<br />y morar ahí, es verdadero conocimiento.<br /><br />11. ¿Puede el conocimiento de todo, sin el conocimiento del Sí mismo,<br />ser verdadero conocimiento?<br />El conocimiento del Sí mismo, que es el soporte del conocedor y lo conocido,<br />destruye la pareja de conocimiento e ignorancia.<br /><br />12. Ni el sueño profundo ni la cognición de los objetos es conocimiento.<br />En el verdadero estado, que es diferente de ambos,<br />no hay ningún conocimiento de objetos;<br />sólo brilla la consciencia. Por tanto, no es un vacío.<br /><br />13. La consciencia, el Sí mismo, es Real.<br />La multitud de las formas no pueden existir aparte de él.<br />¿Pueden los diferentes ornamentos existir por sí mismos?<br />¿Acaso son aparte del oro?<br /><br />14. Sin el «yo» las personas segunda y tercera no pueden existir.<br />Cuando el «yo» se sumerge a través de la indagación sobre su fuente,<br />las personas segunda y tercera también desaparecen.<br />Nuestro propio estado natural, brilla.<br /><br />15. En su tiempo, tanto el pasado como el futuro son sólo el presente.<br />¿No es como para reírse el que se discuta<br />acerca del pasado y el futuro, sin darse cuenta del presente?<br />¿Puede uno contar sin el número uno?<br /><br />16. ¿Puede haber espacio, puede haber tiempo, excepto para mí?<br />El espacio y el tiempo me atan, sólo si yo soy el cuerpo.<br />Yo no estoy en ninguna parte, yo soy sin tiempo.<br />Yo existo por todas partes y siempre.<br /><br />17. Tanto el sabio como el ignorante consideran al cuerpo como «yo».<br />El ignorante limita el «yo» al cuerpo.<br />Para el sabio, el Sí mismo brilla en el corazón,<br />sin límites, incluyendo el cuerpo y el mundo.<br /><br />18. Para el ignorante y para el sabio, el mundo existe.<br />El ignorante considera que sólo el mundo es real.<br />Para el sabio, la fuente sin forma de lo visto, es real, completa.<br /><br />19. La controversia sobre si el destino es más fuerte<br />que el libre albedrío o viceversa,<br />es sólo para aquellos que no conocen su propia fuente.<br />Aquellos que conocen al individuo<br />a quien pertenecen (el destino y el libre albedrío),<br />permanecen intocados por ellos.<br /><br />20. Ver a Dios como aparte del veedor, es sólo una imagen mental,<br />puesto que Dios no está separado del veedor.<br />Morar en el equilibrio del Sí mismo es verdadera visión de Dios.<br /><br />21. Las escrituras declaran «ve al Sí mismo», «ve a Dios».<br />No es fácil comprender estas ideas.<br />Puesto que el Sí mismo es Uno no puede ser visto.<br />¿Cómo puede uno ver a Dios? Sólo deviniendo alimento para Él.<br /><br />22. Dios ilumina la mente y brilla dentro de ella, invisible.<br />¿Cómo entonces puede uno conocer a Dios a través de la mente?<br />Sólo volver la mente hacia adentro y fijarla en Él, es tener Su visión.<br /><br />23. El cuerpo no dice «yo».<br />No hay nadie que diga «yo» en el sueño profundo.<br />Cuando el «yo» surge, todo surge.<br />Encuentra con agudo intelecto, ¿de dónde viene este «yo»?<br /><br />24. El cuerpo es insenciente, el Sí mismo no surge.<br />Dentro del límite del cuerpo un «yo» surge,<br />entre el cuerpo y el Sí mismo.<br />Es llamado «ego», «nudo de materia y espíritu»,<br />«esclavitud», «cuerpo sutil», y «mente».<br /><br />25. Nacido de formas, enraizado en formas,<br />alimentándose de formas, siempre cambiando sus formas,<br />él mismo carente de forma, este fantasma del ego<br />llega hasta sus raíces con la indagación.<br /><br />26. Con la emergencia del ego, todo emerge;<br />con su sumersión, todo se sumerge.<br />Por consiguiente, el ego es todo.<br />Rastrear es la vía a la victoria sobre todas las cosas.<br /><br />27. El «yo» no surge en el estado real.<br />La búsqueda de la fuente del «yo» lo disuelve.<br />¿De qué otro modo puede uno alcanzar el supremo estado<br />del propio Sí mismo de uno?<br /><br />28. Descubrid la fuente real del ego,<br />explorando dentro, con intelecto agudo,<br />regulando el soplo, el habla y la mente.<br />Lo mismo que uno haría para recuperar una cosa<br />que ha caído en un pozo profundo.<br /><br />29. Sólo indagar, silente y profundamente,<br />sobre la fuente de la mente, el «yo», es auto-indagación.<br />Ideas como «yo soy eso» o «yo no soy esto», son sólo ayudas.<br /><br />30. El ego cae, abatido, cuando uno indaga<br />«¿Quién soy yo?» y entra en el Corazón.<br />Entonces otro, «yo—yo», late incesantemente, por sí mismo.<br />No es el ego sino el Sí mismo mismo, el todo.<br /><br />31. ¿Quién puede comprender el estado del que ha disuelto su ego<br />y está morando siempre en el Sí mismo?<br />Para él, sólo el Sí mismo es. Para él, ¿qué queda por hacer?<br /><br />32. Las escrituras afirman «Eso eres tú»,<br />sin indagar y obtener el Sí mismo que brilla siempre,<br />y permanecer como Eso.<br />Discutir una y otra vez, interminablemente,<br />se debe sólo a la debilidad de la mente.<br /><br />33. Afirmaciones como «yo no me conozco a mí mismo»<br />o «yome conozco a mí mismo», son motivos de risa.<br />¿Acaso hay dos sí mismos, el veedor y lo visto?<br />La experiencia de todos es que el Sí mismo es Uno.<br /><br />34. En lugar de morar firmemente en el propio Corazón de uno,<br />nuestro verdadero estado,<br />disputar sobre «real o irreal», «con forma o sin forma»<br />—«muchos o uno», es estar cegados por la ilusión.<br /><br />35. Sólo la permanencia en Sí mismo es un milagro.<br />Los otros milagros son como sueños que duran hasta el despertar.<br />¿Pueden aquellos que están firmemente arraigados en lo Real,<br />recaer en la ilusión?<br /><br />36. Mientras nosotros tenemos la idea de que el cuerpo es el Sí mismo,<br />el pensamiento de que uno es el Sí mismo es útil para ser Eso.<br />Pero cuando uno es Eso, es tan fútil como un hombre que<br />repite «Yo soy un hombre», «Yo soy un hombre».<br /><br />37. Las teorías tales como la dualidad<br />en la sadhana y el advaita sobre la realización, no son verdaderas.<br />El décimo hombre estuvo presente<br />no sólo cuando se le encontró,<br />sino también durante la búsqueda con amorosa preocupación.<br /><br />38. Si uno siente que uno es el hacedor,<br />uno debe cosechar los frutos de su acción.<br />Si uno indaga «¿quién es el hacedor?»,<br />y entra en el Corazón, la idea del hacedor terminará<br />y el triple karma es destruido. En verdad, esto es liberación.<br /><br />39. Los pensamientos de liberación sólo están<br />mientras uno piensa que está en esclavitud.<br />El Uno obtiene el «yo» eternamente liberado por la indagación<br />«¿para quién es la esclavitud?».<br />En adelante, ¿cómo pueden surgir pensamientos de esclavitud y liberación?<br /><br />40. Algunos eruditos dicen que después de la liberación la forma permanece.<br />Otros dicen que las formas no perduran.<br />Sin embargo, otros dicen que a veces las formas permanecen<br />y otras veces se pierden.<br />Sólo la pérdida del ego, que examina estos tres conceptos,<br />es la verdadera Liberación. </span><br>
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